Una sorpresa especialmente reconfortante de la campaña electoral americana de 2024 es que mujeres como yo, que no tenemos hijos, pero sí gatos, hayamos recibido tanta atención. Aunque preferimos que nos llamen "mujeres libres de hijos" en lugar de "mujeres sin hijos", tenemos que agradecerle a J. D. Vance que nos haya puesto en primera línea de la política estadounidense. De otro modo, seríamos invisibles.
JD Vance: "I regrets that people took my childless cat lady comments the wrong way."
— neojane89 (@neojane89) August 25, 2024
Kristen Welker: “Do you regret what you said?”
JD Vance: “I have a lot of regrets, Kristen, but making a joke three years ago is not at the top ten of the list.” pic.twitter.com/xD2EvQ3fP5
A decir verdad, la intención de Vance era insultarnos, pero le damos la bienvenida al debate sobre las versiones en duelo de la feminidad. Sobre todo porque ese debate no puede tenerse sin hablar también de las visiones en duelo de la masculinidad que se están planteando durante esta campaña.
Todo empezó justo después de que Donald Trump anunciara a Vance como su compañero de fórmula en julio y de que empezara a circular por las redes sociales el vídeo de una entrevista que concedió a Tucker Carlson en Fox News hace años.
En esa entrevista, J. D. Vance se queja de la agenda "antifamilia" promovida por el Partido Demócrata y liderada por "un puñado de señoras con gato y sin hijos que se sienten miserables con sus propias vidas y elecciones vitales, y por eso quieren hacer que el resto del país también se sienta miserable".
Luego, J. D. Vance se pone más específico: "Es obvio. Mira a Kamala Harris, Pete Buttigieg o Alexandria Ocasio-Cortez. Todo el futuro de los demócratas está en manos de personas sin hijos. ¿Tiene sentido que hayamos entregado nuestro país a personas que no tienen un interés directo en él?".
Es increíblemente ofensivo acusar a las personas sin hijos de no preocuparse por el futuro de su país. Es tan ofensivo que da risa. Y eso es lo que la mayoría de las mujeres sin hijos hemos hecho en las últimas semanas, reírnos. La única reacción apropiada ante una afirmación tan mentecata.
Hay muchas razones por las que algunos hombres y mujeres no tienen hijos. Desde la infertilidad hasta la de no encontrar la pareja adecuada, pasando por el simple hecho de no quererlos, y un largo etcétera. A pesar de lo que afirma Vance, vivimos vidas plenas y significativas, contribuimos a la sociedad y nos preocupamos por nuestros países.
Si la idea del feminismo, con demasiada frecuencia difamada, se puede concretar en algo, es en la libre elección. La libertad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus propias vidas, además, libera también a los hombres. La presión que sienten muchos hombres para ser 'machos basados' y mantener a sus familias es tan ridícula e injusta como las expectativas de que las mujeres se queden en casa, descalzas y embarazadas.
La crisis entre los hombres en Estados Unidos, y también aquí en España, está bien documentada. En la derecha, esta crisis de masculinidad posiciona a los hombres en relación con las mujeres, como si la masculinidad sólo existiera en términos de dominación y agresión hacia las mujeres.
La campaña presidencial estadounidense está marcada por la novedad de la primera mujer negra y sudasiática candidata a la presidencia del país. Kamala Harris no necesita hablar de su género ni de su raza, porque están delante de sus narices. Pero los hombres que están a su lado, el candidato a vicepresidente Tim Walz y su marido Doug Emhoff, encarnan ideas de la masculinidad muy distintas a las de Donald Trump y J. D. Vance.
En la reciente Convención Nacional Demócrata, tanto Walz como Emhoff proyectaron lo que la investigadora de la equidad de género y autora Amy Diehl llamó "una masculinidad tónica, el antídoto contra la masculinidad tóxica".
Walz tiene todos los rasgos de una masculinidad más convencional: servicio militar, entrenador de fútbol, caza, camisas de cuadros y arreglar cosas rotas. Sin embargo, habló con emoción de su lucha y la de su esposa Gwen contra la infertilidad mientras le decía a su familia, sentada entre el público, "sois todo mi mundo".
Emhoff, por su lado, interrumpió su exitosa carrera jurídica para seguir a su esposa a Washington cuando esta se convirtió en vicepresidenta. Es el primer "segundo caballero" de la nación y podría convertirse en el primer "primer caballero". Está legítimamente orgulloso del éxito de su esposa y lo demostró durante su discurso en la convención.
En cambio, Vance se queja de que las 'Charos' con gato y sin hijos ocupen puestos de poder. Me pregunto si piensa mal del primer ministro de la India, Narendra Modi, que pregona su condición de soltero y sin hijos como prueba de que "pertenece al pueblo".
La Convención Nacional Republicana fue un espectáculo dedicado a Trump, alguien famoso por decir que la forma adecuada de tratar a las mujeres es "agarrarlas por el coño".
La convención republicana también contó con iconos machistas como la estrella de la lucha libre Hulk Hogan y como Dana White, que es CEO y presidente del Ultimate Fighting Championship. Ambos han sido acusados de maltrato doméstico. Kid Rock interpretó su canción American Badass antes de que Trump pronunciara su discurso de aceptación. Ya puedes hacerte una idea.
El equipo de Trump quiere que los hombres jóvenes que se sienten confundidos sobre lo que significa la masculinidad encuentren inspiración en su campaña. Pero esto sólo empeorará las cosas para estos jóvenes ya confundidos. Si piensan que la única manera de ser un hombre es formar una familia tradicional y/o ser abiertamente sexistas, probablemente tendrán una vida solitaria y, lo que es peor, se verán a sí mismos como fracasados.
Esto nos lleva de nuevo a las mujeres y a los hombres a quienes les gustaría tener hijos, pero sólo si encuentran la pareja adecuada. Las mujeres no buscamos hombres machistas sexistas. Preferimos estar solas, y podemos hacerlo.
En circunstancias normales, no haría falta decir esto. Pero ahí está el tema, justo en el centro del debate político estadounidense, así que tengo que decirlo. A todos nos podría ir mejor, queramos o no relaciones sentimentales, queramos o no hijos, si adoptamos una visión mucho más amplia de la feminidad y de la masculinidad, y aceptamos que no hay una forma correcta o incorrecta de vivir nuestras vidas.