Los ataques personales, las alusiones despectivas y la denigración del rival están convirtiendo las primarias socialistas en un lamentable espectáculo carente del mínimo fair play. La falta de respeto entre compañeros ha llegado a tal punto que el debate político está siendo suplantado por un constante intercambio de golpes bajos.
El último episodio de esta perversión se ha producido este domingo durante el comité regional socialista del PSM, cuando el concejal Ramón Silva, afín a Pedro Sánchez, ha aprovechado su turno de palabra para mofarse del acento de Susana Díaz con una burda imitación que ofende al conjunto de los andaluces: “Queremo un PEZOE ganadó”.
Ampollas en Andalucía
La burla del edil sanchista ha suscitado inmediatamente una dura protesta del también concejal Antonio Miguel Carmona -próximo a la presidenta de la Junta- que, además de reprocharle, la “falta de respeto entre socialistas” ha tachado de “indignante”, “machista” y “xenófoba” la grosería de su compañero. El incendio no ha tardado en prender y, aunque el autor del exabrupto se ha retractado inmediatamente, su gracieta ha levantado ampollas en el conjunto del PSOE y muy especialmente, como es lógico, en el socialismo andaluz.
El clima está tan enrarecido y la fractura es tan profunda que no es extraño que haya militantes a quienes las disculpas de Silva no les parezcan tan creíbles como zafio fue su espontáneo sentido del humor. Entre otras cosas, porque más allá de que el concejal considere o no la fonética andaluza risible, su recurso al topicazo es deudor de la estrategia de los afines de Pedro Sánchez de presentar a la presidenta de la Junta como incapaz de entender -mucho menos representar- la diversidad del socialismo español.
Consignas y ETB
Responda o no el ataque a Susana Díaz de este concejal sanchista a consignas internas, lo que parece ya casi imposible es que de la guerra del PSOE, tal y como se está librando, pueda surgir un partido más cohesionado.La primera víctima irreparable es ya la unidad.
El PSOE suma así a su desplome en los sondeos y al enfrentamiento interno una crisis singular que a buen seguro divertirá y servirá de acicate a los enemigos de la convivencia, como los que perpetraron el programa de la televisión pública vasca ETB en el que los españoles eran retratados como “chonis y paletos”