El PSOE afronta la recta final de las primarias más decisivas de su historia con un debate entre candidatos cuyo desenlace dirimirá la foto finish de la carrera por el liderazgo. El empate técnico entre Susana Díaz y Pedro Sánchez en número de avales presentados, la insólita implicación del 70% de la militancia en el proceso de recogida de apoyos y la fuerte polarización de las bases son indicios de una movilización sin precedentes, lo que refuerza la impresión de que no hay un favorito para liderar el socialismo español.

El esprint final lo disputarán la presidenta andaluza y el secretario general defenestrado en octubre, pero la distancia entre ambos es tan pequeña que el papel que pueda jugar Patxi López se antoja crucial para decantar el duelo. Esta imprevisibilidad hace más interesante -si cabe- el debate que hoy se celebrará en la Sala Ramón Rubial de la sede madrileña de Ferraz.

Riesgo de escisión

Es difícil pensar que la mal avenida familia socialista vaya a reconciliarse en una semana cuando la campaña de las primarias se ha desarrollado a cara de perro. Pero sería deseable que Susana Díaz y Pedro Sánchez, que llevan un año sin hablarse, hagan lo posible por disipar de una vez por todas el fantasma de la escisión, comprometiéndose a ponerse al servicio del que resulte ganador el próximo domingo por pequeño que sea el margen de diferencia. Sobre todo porque la celebración de los congresos del partido -a nivel nacional y en las federaciones territoriales- puede convertirse en un campo abonado para el revanchismo.

Con todo, tan importante es que los dos principales contendientes cuiden las formas y eviten agravar la división interna, como que muestren su cartas sin dobleces ni engaños para que la militancia sepa a qué atenerse. Más aún cuando todo indica que de los indecisos dependerá el rumbo del primer partido de la oposición.

¿Nuevas elecciones?

Los aspirantes deben aclarar cuál es su modelo de país y despejar cuál es su idea de nación y hasta dónde están dispuestos a llegar para acabar con las tensiones territoriales. También deben decir si están dispuestos a que el PP de Rajoy agote su mandato para construir un liderazgo y un proyecto alternativo desde la oposición o si, por contra, apuestan por una legislatura corta y precipitar la convocatoria de nuevas elecciones. Finalmente, tras el debate de este lunes no debe haber ninguna duda sobre cuál es la estrategia de alianzas con el resto de partidos por la que apuesta cada uno de los candidatos.


El PSOE tiene ante sí el reto de recuperarse y convertirse en el partido de gobierno que siempre ha sido o abundar en su descomposición y hacerse el harakiri en unos meses, lo que acabaría facilitando a Podemos el sorpasso que no ha logrado aún en las urnas. Díaz, Sánchez y López deben dejar claro hoy qué camino prefieren.