El PP debería de dar una explicación de cuáles son sus verdaderos motivos para tratar de evitar que Pedro J. Ramírez acuda a la comisión Bárcenas. Ya en diciembre, el partido de Rajoy decidió aplazar esa declaración con la excusa de la campaña catalana, pero ahora va más lejos y habla incluso de "suspensión".
El pretexto del grupo parlamentario popular para intentar boicotear esa intervención, prevista para el próximo martes, es que coincide con otras actividades de la Cámara, en concreto con la reunión de Diputación Permanente, y que, por ello, sus diputados no podrían atender esa jornada todos los compromisos. Es una burda excusa: hasta tres de sus cinco representantes en la comisión Bárcenas podrían estar libres, tal y como explicamos hoy en el periódico. Por ello, PSOE, Podemos y Ciudadanos se han opuesto a la petición del PP, y en el mismo sentido se han expresado los letrados del Congreso.
Una solicitud con mayoría absoluta
La comparecencia del director de EL ESPAÑOL fue solicitada formalmente por Podemos, y la iniciativa contó con el apoyo de PSOE y Ciudadanos. Entre los tres grupos representan una mayoría absoluta del Congreso.
Pedro J. Ramírez se ha mostrado dispuesto a colaborar desde el primer momento, y a hacerlo con la misma diligencia con que entregó en la Audiencia Nacional los originales de los apuntes del extesorero Luis Bárcenas sobre la contabilidad B del PP.
Saltándose el procedimiento
La actitud del PP resulta altamente sospechosa. Hasta se ha saltado el procedimiento establecido, pues en lugar de dirigir su solicitud de "suspensión" a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, lo ha hecho al presidente de la comisión.
Sería un escándalo que los populares lograran torpedear la comparecencia del director de EL ESPAÑOL en la comisión que investiga su financiación irregular. Si tanto empeño muestran por silenciar a Pedro J. Ramírez es que tienen algo que temer.