Resulta sorprendente que ningún partido de la oposición haya pedido explicaciones públicas y precisas por el fichaje de la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, como directora del Africa Center. El Instituto de Empresa (IE) no ha revelado siquiera el sueldo que pagará a Gómez por este puesto de nueva creación.
Como cuenta hoy EL ESPAÑOL, en prácticamente ningún país desarrollado los cónyuges del jefe o jefa del Ejecutivo promocionan profesionalmente. O bien continúan en los trabajos que ya tenían, o bien abandonan su carrera para acompañar a su pareja durante el tiempo en el que permanezca al frente del Gobierno.
Último céntimo
La falta de respuesta política a este caso contrasta con lo sucedido en su día con Sonsoles Espinosa, mujer del presidente Zapatero. Entonces se registraron preguntas parlamentarias relativas a su incorporación como suplente del coro de RTVE o sobre el uso que hizo de la piscina de la Academia de la Guardia Civil en Valdemoro.
Es cierto que en ese momento se trataba de investigar un posible aprovechamiento impropio de bienes públicos y que el Instituto de Empresa que ha contratado a Gómez es privado, pero la recompensa para la esposa de Sánchez es infinitamente mayor y no obviemos que el IE ingresa dinero público.
Silencio cómplice
En la izquierda no se han puesto objeciones al fichaje de Begoña Gómez, desde ERC han llegado a defenderlo, mientras PP y Cs han preferido mirar para otro lado aduciendo que no quieren entrar en "temas personales", lo cual revela una concepción muy pobre de lo que significa fiscalizar el poder.
Con su silencio cómplice, Casado y Rivera asumen los tics de la vieja política y renuncian a exigir transparencia. Todavía están a tiempo de rectificar porque en este asunto aún hay muchas preguntas sin respuesta.