El Gobierno de Pedro Sánchez está impulsando una normativa para que se pueda castigar con hasta dos años de cárcel a quienes ensalcen el franquismo. Así se desprende de una propuesta de la Dirección General de la Memoria Histórica a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
Según informamos hoy, de aprobarse esa reforma en el Código Penal, los jueces también podrían cerrar o bloquear los portales en internet que difundieran contenido franquista, y serían perseguibles todos aquellos actos que puedan interpretarse como apología de la dictadura.
Nostálgicos
Esta modificación del Código Penal aún tiene que pasar por la Comisión de Justicia del Congreso, donde previsiblemente Podemos hará todo por endurecerla. Curioso que sea el mismo Podemos que alienta la excarcelación de presos golpistas.
Hace 43 años que murió Franco y han transcurrido casi 80 del fin de la Guerra Civil. Reformar a estas alturas la legislación para castigar a los nostálgicos de la dictadura es una forma de seguir alimentando la idea de que hay dos Españas y de que los escasos franquistas que sobreviven son un peligro acuciante para la democracia.
Libertad de expresión
Sorprende, por otra parte, que sean aquellos que se presentan como adalides de la libertad de expresión quienes promuevan este cambio. Sobre todo cuando los socios del Gobierno acaban de solicitar que se despenalicen los insultos al Rey y el enaltecimiento del terrorismo.
Ese doble rasero es la prueba de lo que verdaderamente se pretende hacer con la libertad de expresión: que sea utilizada sólo a la medida de los intereses de una parte. La iniciativa es inicua porque sigue los mismos pasos de una memoria histórica convertida en arma arrojadiza.