Al día siguiente de que Pedro Sánchez concediera a Quim Torra un mediador para el diálogo bilateral y el presidente de la Generalitat hiciese públicas las 21 insultantes condiciones que le trasladó al Gobierno en diciembre, varios barones del PSOE han montado en cólera. 

García-Page, Lambán, Fernández Vara... han mostrado públicamente su disconformidad con Sánchez. El presidente de Aragón manifestó que nada "justifica cesiones que pongan en cuestión la Constitución" o la "decencia" de España, y Alfonso Guerra recordaba que "nunca en la Transición necesitamos relator". La única que no se ha pronunciado por el momento es Susana Díaz.

Incendio 

El incendio en las filas socialistas es mayúsculo. Pero la división ha llegado incluso al propio Gobierno. "Nos falta dignidad y rigor", confiesan en el entorno de Sánchez. Hay malestar, pero también mucho miedo, por la repercusión electoral de las últimas cesiones al separatismo. Hasta los medios de comunicación más próximos al PSOE cuestionan la deriva del Gobierno.

La contundente respuesta de la oposición, con la convocatoria de una manifestación este domingo en Madrid, también genera inquietud entre los socialistas. Incluso planea la posibilidad de una moción de censura. 

Cesión

La última cesión de Pedro Sánchez al separatismo ha cruzado todas las líneas rojas y ha colocado al presidente en la picota, que está viviendo los peores momentos desde que accedió al Gobierno. La creación de la figura del relator bascula entre lo indignante y lo ridículo. Por eso hasta el pequeño Nicolás se ha postulado para el cargo. Y por eso habrá que ver cuál es la reacción social.