El dato es escalofriante. Hoy, 150 euros de cada pensión se paga ya con cargo al déficit del Estado. O visto de otro modo, la deuda de la Seguridad Social cerró el año pasado en 18.397 millones de euros, y el futuro no es nada alentador.
Tal y como hoy publica EL ESPAÑOL, los especialistas señalan que cada trabajador debería estar aportando 1.000 euros más al año vía cotizaciones para garantizar la viabilidad del sistema. Hay que tener en cuenta que aunque el déficit de la Seguridad Social ha oscilado en cifras históricamente altas, ahora mismo los trabajadores en activo no alcanzan ni de lejos a financiar este gasto, por lo que la situación se vuelve insostenible.
'Baby boom'
Este lunes, el PSOE se ha comprometido a vincular las pensiones al IPC real después de las elecciones y, además, a seguir aumentando las mínimas y las no contributivas. Lo que no ha explicado con realismo es cómo conseguir ese milagro, en especial cuando asistimos a un escenario de baja natalidad que lleva camino de ser sistémico.
Como ya publicamos la semana pasada, para poder seguir pagando las pensiones de la generación del baby boom es indispensable que en los próximos 30 años se incorporen al mercado laboral más de 9 millones de trabajadores.
Pacto de Toledo
Si hay algo que define la calidad del Estado del Bienestar de un país es tener una Seguridad Social sólida y saneada. Por eso hay que huir de recetas mágicas y de miopes soluciones populistas, a las que España es tan dada en época electoral.
La realidad es que la Seguridad Social está exhausta y obliga a convocar -cuando las condiciones políticas lo aconsejen- el Pacto de Toledo para abordar con altura de Estado y valentía las reformas que sean precisas. Ahora hay demasiado ruido en torno a las pensiones y ninguna solución, y en ellas va nuestro futuro.