El Gobierno de coalición se enfrenta a la tozuda realidad de los números: sus pronósticos de recaudación por nuevos impuestos eran equivocados. Así lo revela la previsión de ingresos respecto a la tasa Google, que se queda en 232 millones de euros menos de lo esperado.
Grosso modo, estas rebajas en las expectativas de ingresos del Ejecutivo representan un agujero de un 4% sobre lo previsto. Por ello, tal y como cuenta hoy EL ESPAÑOL, Moncloa estudia aplicar nuevos impuestos que permitan mantener la política de gasto que acordaron PSOE y Podemos.
Tasa Google
Con todo, el panorama es aún más preocupante si ponemos el foco en las previsiones del Gobierno para este 2020. De momento, los 5.654 millones de ingresos que se presupuestaron para satisfacer a la Comisión Europea están en el aire. Y es que si el Ejecutivo ya reconoce el relativo fracaso de la implantación de la cacareada tasa Google, qué no esperar de otros impuestos menos glamurosos.
Más allá de que el Gobierno justifique este agujero recaudador alegando causas como la desaceleración económica o que en los países de nuestro entorno el éxito de la tasa Google ha sido limitado, es evidente que esta falta de precisión fiscal tendrá serias repercusiones.
Ansiedad recaudatoria
La ansiedad recaudatoria ya llevó al Ejecutivo de Sánchez a solicitar el año pasado a la AIREF un informe para conocer el porqué las deducciones y las exenciones fiscales impiden que las Administraciones Públicas dejen de ingresar cerca de 60.000 millones cada año.
En todo caso, no sería razonable que las llamadas políticas sociales de la coalición PSOE-Podemos se alimenten, irracionalmente y en exclusiva, de un déficit y una deuda pública cada vez mayores. Es una tentación en la que nuestro país ya cayó. Y hay que aprender de los errores del pasado...