El ambicioso estudio sobre seroprevalencia presentado este miércoles por el Gobierno arroja una realidad demoledora: sólo 5 de cada cien españoles han generado anticuerpos frente al coronavirus.
Un índice tan bajo evidencia que nuestro país no ha desarrollado los mecanismos de inmunidad al contagio, de modo que al estar a una distancia abismal de lo que los epidemiólogos llaman la inmunidad de rebaño, la mayoría somos vulnerables a la enfermedad. Y esta verdad debemos tatuárnosla a fuego.
Anticuerpos
En este sentido, el varapalo es desazonador por cuanto se había fiado buen parte de la estrategia a que un elevado número de contagios conllevara, a su vez, el desarrollo de anticuerpos en los ciudadanos.
La realidad es que una amplísima mayoría está a merced del virus, por lo que es crucial que asumamos nuestra vulnerabilidad y se sea especialmente escrupuloso para evitar un rebrote que podría ser letal en todos los aspectos.
Desprotección
Es una coyuntura, la de la flagrante desprotección frente a la enfermedad, que hay que asumir con responsabilidad en la medida en que no existe aún una vacuna. Por mucho que la ciencia se esté aplicando con esmero en encontrarla, los cálculos más optimistas calculan que no habrá remedios eficaces contra la enfermedad hasta dentro de un año.
No hay que caer en el alarmismo, pero sí concienciarnos de que frente al Covid-19 aún estamos en pañales y todas las precauciones serán pocas. El celo en la profilaxis debe ser la base de lo que se ha llamado en llamar la nueva normalidad.