La cruda realidad se impone y así lo asumen los ciudadanos, conscientes de que empezamos a afrontar una crisis económica brutal. El 74%, una amplia mayoría, considera "malo" o "muy malo" el futuro inmediato que nos aguarda, tal y como revela la encuesta de SocioMétrica que publica hoy EL ESPAÑOL.
El porcentaje es prácticamente el doble del que consignaba el último CIS, que vuelve a desprestigiarse en manos de Tezanos. El sondeo oficial aseguraba incluso que el 70% de españoles está "satisfecho" con la situación económica. De risa, si no fuera porque el lema tan repetido por el Gobierno de que nadie va a quedarse atrás se antoja una quimera.
Más afectados
Conviene recordar que si hace un mes el BCE situaba en un 5% la caída del PIB en la Eurozona, la pasada semana ya asumía que la economía europea podría despeñarse hasta el 12%.
Pero es que ya hay analistas que advierten de que España es el país de la UE al que más puede dañar este golpe. Más aún, se la une a dos gigantes como China y Rusia en el grupo de los países que se verán más afectados en los próximos años.
Comercio
La palanca más a mano ahora para tratar de frenar la caída es la del consumo. Pero ahí también vamos con retraso. Tal y como señala Javier Millán-Astray, presidente de Anged, la patronal de las grandes superficies comerciales, se estima una caída de entre el 40% y el 50% como consecuencia del frenazo por la pandemia.
Es vital que los ciudadanos tengan unas garantías mínimas para reactivar de forma segura el comercio. En ese punto, más allá de parches y bonificaciones, la claridad en las medidas es vital para recuperar la confianza. A eso deberían dedicarse sin dilación las autoridades en lugar de avalar embustes contraproducentes como los del CIS.