Las casualidades existen y a veces dan sentido a todo un proyecto. El mismo día en que el Real Madrid ganaba su liga número 34, se cumplían veinte años desde que Florentino Pérez apareció en el Palco de Honor del Bernabéu y tomaba posesión como presidente del club. Por medio, y con un paréntesis de tres años entre sus dos etapas en la presidencia, la friolera de 46 títulos entre las secciones de fútbol y baloncesto. O lo que es lo mismo: un título cada tres meses y medio desde hace once años.
Y no sólo en lo deportivo radica el éxito de su gestión. La finalización de las obras del Santiago Bernabéu en la temporada 22/23 confirmará el reto que se propuso al recoger, junto a Alfredo Di Stéfano, el galardón de la FIFA como mejor club del siglo XX: "serlo también en el siglo XXI".
Segunda juventud
Lo cierto es que la victoria del Real Madrid en la Liga más extraña pone el colofón momentáneo a un ciclo magnífico que, además, refrenda la segunda juventud de veteranos tan valiosos como Sergio Ramos, Karim Benzema o Luka Modric, que han sido los baluartes del espectacular fin de temporada del equipo.
Claro que todo ello ha sido posible gracias al trabajo exquisito del cuerpo técnico, tanto en fútbol como en baloncesto, encarnado por dos leyendas de los banquillos como son Zinedine Zidane o Pablo Laso.
Un símbolo
La vuelta de la competición, en estos tiempos tan difíciles, consagró una rara normalidad que la ciudadanía agradeció. Precisamente por eso hay que encomiar la actitud de la afición madridista que, haciendo caso de las recomendaciones sanitarias, celebró el título liguero en la intimidad.
Ese comportamiento ejemplar de sus seguidores hace crecer el respeto y admiración hacia una entidad que es por méritos propios uno de los grandes estandartes de España en el mundo.