El programa electoral que ayer viernes presentó el PSOE no aporta grandes sorpresas ni novedades al corpus ideológico en el que Pedro Sánchez ha basado su legislatura.
Muy centrado en los jóvenes, las mujeres y los jubilados, el programa electoral socialista, bastante vago y con escasas propuestas concretas, dice más por omisión que por mención explícita y deja que el diablo se enseñoree de los detalles. Violencia de género, medidas sociales, continuidad en la política fiscal, continuidad en la política territorial, negación del giro estratégico en el Sáhara y negativa radical a devolver el control del CGPJ a los jueces son sus puntos más destacados.
Sin embargo, una lectura atenta del programa permite extraer algunas conclusiones. Estos son los cinco puntos más positivos y los cinco más negativos del programa socialista, a juicio de EL ESPAÑOL.
Cinco propuestas positivas
1. Desalojo de okupas en 48 horas y lucha contra las mafias de la okupación
El reconocimiento de que la okupación, en contra de lo que afirman los socios de gobierno del PSOE, es un problema real y no una simple fake new de la derecha. Un problema, además, que le ha costado muchos votos al socialismo: el rechazo de los ciudadanos a la okupación es generalizado entre amplias capas de la población española. Dada la permisividad de este gobierno con la okupación a lo largo de los últimos cuatro años, es legítimo dudar de la sinceridad de la propuesta. Pero ahí está ahora, escrita en el programa del PSOE y dispuesta a ser ejecutada si Sánchez gana las elecciones.
2. Universidad y FP gratis para quienes aprueben sus asignaturas a la primera
Una medida que permitirá premiar a los buenos estudiantes, incentivar entre ellos el compromiso con su educación y que parece reconocer al fin la existencia de una incómoda realidad: la de que los españoles no deberían financiar por igual al buen estudiante que a aquel que se eterniza en unas universidades que no pueden convertirse en un aparcadero de adolescentes a la espera de su entrada forzosa en la vida adulta.
3. Perímetros de seguridad en las clínicas abortivas
Mientras el aborto sea un derecho reconocido por las leyes, las mujeres que decidan abortar no tienen por qué pasar por un mal trago añadido al de la propia interrupción del embarazo por la acción de grupos que en muchos casos no se limitan a protestar, sino que intentan intimidarlas e incluso persuadirlas de que no aborten aprovechándose de su vulnerabilidad en un momento especialmente delicado.
4. Regular el uso de las redes sociales en menores
Un problema que se está acentuando a marcha acelerada y que está derivando en un tsunami de problemas de socialización y de salud mental en jóvenes cuya vida entera transcurre casi exclusivamente en la pantalla de su móvil. Este es uno de los debates del futuro, con implicaciones no sólo sanitarias y sociales, sino también geopolíticas. EL ESPAÑOL considera muy positivo que el PSOE se adelante a dicho debate proponiendo la regulación de las redes sociales más usadas por los menores.
5. Hacer a los municipios copropietarios de los parques fotovoltaicos y eólicos en un 10%
Una manera de implicar a los ciudadanos en el necesario desarrollo de las energías sostenibles. Dado que ellos son los principales perjudicados por la construcción de esos parques fotovoltaicos y eólicos, cuyo impacto medioambiental y paisajístico no es desde luego nulo, es justo que ellos sean también los receptores indirectos, a través de sus consistorios municipales, de una parte de los beneficios que generan esas instalaciones.
Cinco propuestas negativas
1. Reforma constitucional para blindar las pensiones al IPC
La sostenibilidad de las pensiones no puede garantizarse mediante medidas populistas radicalmente inasumibles por una economía que no puede permitirse, en las circunstancias actuales, seguir el ritmo de crecimiento del IPC. La reforma constitucional en este terreno no sólo es inviable, sino también populista, y está destinada a generar frustración en una parte de la población que, de acuerdo con todos los estudios serios realizados al respecto, ha sido la que ha salido mejor parada de la crisis.
2. Continuidad de los impuestos a banca y energéticas, e impuesto a los 'ricos'
El PSOE se compromete a "evaluar" los gravámenes temporales a la banca y a las energéticas, lo que deja la puerta abierta a la conversión de esos impuestos en definitivos "si se siguen produciendo beneficios extraordinarios". Lo mismo ocurre con el impuesto llamado "de solidaridad", centrado en esos que el PSOE llama "ricos" y que no son, en la mayoría de los casos, más que profesionales de éxito. Una medida que incentivará la huida de estos profesionales, que lastrará a las empresas punteras españolas y que nos convertirá en un país "indeseable" para inversores y empresarios.
3. Negativa a devolver el gobierno de los jueces a los jueces
El PSOE defiende en su programa el "sistema actual de doble legitimación en la elección [de los jueces], conectando el gobierno de los jueces con la única fuente de legitimidad, ya que como señala el artículo 1.2 de la Constitución Española, todos los poderes del Estado emanan de la soberanía nacional que reside en el pueblo español". El PSOE se niega por tanto de nuevo, en contra del criterio de la UE, del PP y de los propios jueces, a devolver el gobierno del Poder Judicial a los magistrados haciendo una interpretación torticera de la Constitución y del sentido último de sus palabras.
4. ¿Y de Cataluña, qué?
El programa del PSOE es un texto esencialmente defensivo que racanea en medidas concretas y que se limita en muchas ocasiones a defender la gestión gubernamental de los últimos cuatro años. En el caso de la política territorial, el programa socialista no hace mención ni de la mesa de diálogo, ni de cuál será su política respecto a unos partidos nacionalistas que han sido su principal apoyo durante esta legislatura. En el programa del PSOE no aparece la palabra "consulta". Tampoco las palabras "referéndum", "independencia" o "mesa de diálogo". Apenas una abstracta mención a la continuidad del "proceso de institucionalización del diálogo entre instituciones y entre los distintos niveles del Gobierno". ¿Y quién puede estar en contra del diálogo?
5. Sin noticias del pago por uso de carreteras
El programa del PSOE sólo menciona una vez la palabra "autopistas" y es para referirse a las "autopistas ferroviarias". No menciona tampoco la palabra "peajes". Sí menciona el coche eléctrico y un plan de electrificación de la Red de Carreteras del Estado para que todos los coches eléctricos puedan circular por ellas sin problemas. Pero ni palabra de una medida que debería contribuir a financiar, precisamente, la electrificación de esas carreteras: el pago por uso. Una medida impopular, pero que EL ESPAÑOL ha apoyado en numerosas ocasiones, y a la que el PSOE se comprometió con la UE.