1. Por los españoles, claro. Incluidos aquellos que no quieren serlo. Porque esos, precisamente, son los españoles por antonomasia.
2. Por Pase de pecho, de Miquel Barceló.
3. Por las veinte mejores canciones de la historia del pop español: La muchachita (canción antinacionalista zamorana) (Veneno), Bella Kali (Las Grecas), Mediterráneo (Joan Manuel Serrat), El ángel Simón (Nacho Vegas), La leyenda del tiempo (Camarón), So payaso (Extremoduro), Joselito (Kiko Veneno), Ni tú ni nadie (Alaska y Dinarama), Reunión en la cumbre (Los Planetas), Maricas (Los Punsetes), Tatuaje (Valerio, León y Quiroga, cantada por Concha Piquer), La casa del misterio (Ilegales), Por qué te vas (Jeanette), Baila Sumeria (Triángulo de amor bizarro), Mi gran noche (Raphael), Cita en Hawai (La Mode), La bien pagá (Perelló y Mostazo, cantada por Miguel de Molina), Calgary 88 (Antònia Font), Groenlandia (Zombies), La chica de ayer (Nacha Pop).
4. Por la España del siglo XVI, cuando este país era lo más parecido a un Estado de derecho moderno que existía en toda Europa. Y desde luego uno bastante más benévolo y tolerante que la mucho mejor publicitada Inglaterra isabelina.
5. Por Bambino.
6. Por Luis Benedito, el taxidermista del museo de Ciencias Naturales que recibió a principios de los años 20 del siglo pasado el encargo de disecar un elefante cazado por el abuelo del actual duque de Alba. Benedito, que nunca había visto un elefante y que no sabía que los testículos de estos animales no son externos sino internos, tiró de imaginación y le encasquetó al pobre animal un par de huevos que lo convirtieron en el único paquidermo sobre la faz de la tierra con los cojones más grandes que el caballo de Espartero. Literalmente.
7. Por Breve historia de España, de Fernando García de Cortázar.
8. Por los cafés con leche en vaso. Y por la magdalena que suele acompañarlos.
9. Por los y las chonis.
10. Porque tenemos el único himno del mundo específicamente diseñado para que a nadie se le olvide jamás la letra: “LOOO LOO LOOLO LOLOLOLOLOLOLO LOLOLÓ LOO LÓ LOLOLOLOLOLÓ…”.
11. Por el palo cortado Leonor. Puro zumo de roble. Un jerez que cuesta 20 € y vale 200 €. Si no es el mejor vino español del siglo XXI muy poco le falta.
12. Por el milenarismo de Fernando Arrabal. De cuando la TV todavía era divertida y no insultaba la inteligencia del espectador.
13. Porque desde 1978 en adelante no hemos parado de ganarle batallas al nacionalismo: al vasco, al catalán, al de los golpistas del 23F y al de ETA.
14. Porque somos la única nación del mundo en la que hasta aquellos que odian España y a los españoles quieren ser presidentes del Gobierno.
15. Por Blas de Lezo, que defendió Cartagena de Indias con sólo seis barcos y 3.000 soldados frente a una armada británica formada por 195 navíos, 3.000 cañones y 25.000 soldados. La derrota de los británicos fue una de las mayores catástrofes militares de su historia (murieron entre 11.000 y 18.000 de sus soldados) y permitió prorrogar varias décadas el dominio español de las Indias.
16. Por el barrio de Salamanca y la zona alta de Barcelona.
17. Por el mejor vídeo electoral que se ha hecho en este país. Y no, no es del doberman. Es ese en el que se cita a Kipling.
18. Por esas diez obras maestras de la historia del cine que son Viridiana, El Verdugo, Los santos inocentes, Arrebato, La caza, Mujeres al borde de un ataque de nervios, ¡Bienvenido, Mr. Marshall!, Amanece que no es poco, Atraco a las tres y Belle Epoque. Ninguna de ellas podría haber sido rodada en ningún otro lugar que no fuera España.
19. Por Clara Campoamor y por aquellos que la han leído.
20. Porque tenemos una querencia incomprensible por la fealdad y la oscuridad, pero eso sólo hace que lo noble, lo relajado y lo luminoso brille por contraste el doble.
21. Porque, como explica el historiador londinense Robert Goodwin, fuimos el único imperio del mundo capaz de autolimitar sus conquistas por motivos morales, convirtiéndonos en los pioneros de eso que posteriormente se llamó “derechos humanos”.
22. Por las fotos de Colita. Nadie ha retratado mejor España que ella.
23. Por María Elvira Roca Barea y ese mazo demoledor de prejuicios y complejos carpetovetónicos que es Imperiofobia y leyenda negra.
24. Por el “noventa minuti en el Bernabéu son molto longo” de Juanito.
25. Por las diez obras maestras de la pintura española: Las Meninas (Velázquez), La rendición de Breda (Velázquez), Los fusilamientos del 3 de mayo (Goya), El caballero de la mano en el pecho (El Greco), Paseo a orillas del mar (Sorolla), el Guernica (Picasso), Gran Vía (Antonio López), Signos y constelaciones enamorados de una mujer (Miró), La persistencia de la memoria (Dalí) y La mesa de los cartujos (Zurbarán).
26. Por las cuarentenas y las políticas de control de epidemias que los conquistadores españoles implantaron en Sudamérica para proteger a los indígenas. Algo que no hicieron los ingleses, por cierto, ni que fuera por instinto de autoprotección.
27. Por el mejor himno antirracista que jamás se ha escrito.
28. Por la Inquisición, un tribunal bastante más civilizado de lo que la leyenda negra ha transmitido. Y mucho menos criminal de lo que se ha vendido (1.300 condenados en 140 años cuando Isabel I de Inglaterra ejecutó a miles sólo en sus primeros años de reinado o cuando el calvinismo mató en apenas veinte años a 500 en Ginebra, una ciudad de sólo 10.000 habitantes).
29. Por el quinqui español, la única tribu urbana intrínsecamente española.
30. Porque nuestra bandera es fea pero más fea son las de Brasil, Alemania, Italia, China o cualquiera que lleve el color verde. Al menos la nuestra tiene un león en el escudo. Y no un león cualquiera, sino uno rampante, de púrpura, linguado, uñado, armado de gules y coronado de oro.
31. Por la traducción al español de los insultos del capitán Haddock: Cyrano de cuatro patas, mercantilista, mercader de alfombras, Fátima de baratillo, palurdo de los Cárpatos, papú de mil diablos, beduino interplanetario, burgués, bulldozer a reacción, pirómano, calabacín diplomado, residuo de ectoplasma, rizópodo, coloquinto de grasa de antracita…
32. Por El abrazo, de Juan Genovés.
33. Por la Escuela de Salamanca del siglo XVI, que sentó las bases de los estudios de economía modernos, que estudió los problemas económicos generados en España tras el descubrimiento de América y que defendió una visión liberal de la economía, así como el derecho de propiedad, la libre competencia y la naturaleza dinámica de los mercados.
34. Por los cuadros de Luis Pérez y las batallas de Augusto Ferrer-Dalmau.
35. Porque somos el necesario contrapeso realista, muy de castellano viejo, a esa Europa que no acepta su papel secundario en un mundo cuyo centro económico, intelectual y científico se ha trasladado al Pacífico. Nosotros sabemos lo que es perder un imperio, así que alguna lección podemos darle a esos europeos que viven en la negación de su propia decadencia.
36. Porque cuando la genética española da en el clavo (y esto no lo niega nadie con ojos), lo funde.
37. Porque fuimos los responsables de la primera campaña de salud mundial de la historia, la expedición de Balmis, que se extendió desde 1803 hasta 1814, que vacunó a miles de personas en toda América, que llegó hasta China y Filipinas, y que sentó las bases para la posterior erradicación mundial de la viruela.
38. Por la prensa del corazón española. Nunca se reconocerá lo suficiente su genio.
39. Por Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé.
40. Porque somos los mejores del mundo construyendo diques. Y porque nadie se ha peleado más y mejor con el océano más cabrón del planeta (el Atlántico) que los ingenieros marítimos españoles.
41. Por Séneca.
42. Por esos españoles que siguen vistiendo de traje a pesar de la presión ambiental que hace apología de la fealdad, la horterada y la falta de respeto por los demás.
43. Por la Transición y por aquellos que lograron que llegara a buen puerto.
44. Porque ahora ya sabemos que la mítica España negra tiene un techo electoral del 15-20% y un máximo aproximado de cinco millones de votos.
45. Por la Semana Santa de Sevilla.
46. Por Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, el Gran Duque de Alba. El mejor general de su época y uno de los más brillantes de la historia.
47. Por la corrección gramatical con la que te despachan los de Cuenca cuando les preguntas por la dirección de las “Casas Colgantes”: “Colgantes son mis cojones, lo que tenemos en Cuenca son Casas Colgadas”.
48. Por las Mahou bien tiradas.
49. Por el mejor estribillo de la historia del pop: “Tú que eres tan guapa y tan lista, tú que te mereces un príncipe, un dentista, ¡tú!, te quedas a mi lado y el mundo me parece más amable, más humano, menos raro”.
50. Por Madrid y los madrileños.
51. Por esos cuatro discos míticos que abrieron las ventanas del flamenco y lo airearon con pop, blues, rock y jazz: Veneno (Veneno), La leyenda del tiempo (Camarón), Blues de la frontera (Pata Negra) y Omega (Enrique Morente y Lagartija Nick).
52. Porque tenemos a los mejores columnistas de derechas de la prensa europea. Los he citado decenas de veces, ellos saben quiénes son.
53. Porque somos el país líder mundial en donación de órganos.
54. Por los oficiales de artillería del ejército español. Entre los mejores del mundo.
55. Por la poesía de Miguel d’Ors, la de Luis Alberto de Cuenca y la de José Luis de la Cuesta.
56. Por los admirados ingenieros españoles. Esos que están al cargo de la construcción de algunas de las infraestructuras más importantes del mundo, como el AVE entre La Meca y Medina, los nuevos canales y ensanches del Canal de Panamá o el metro de Riad.
57. Por el más fino retrato jamás dibujado del pecado original español: el desprecio por la justicia.
58. Por Cervantes, Baroja, Larra, Lope de Vega, Quevedo, Valle Inclán, Jorge Manrique y Galdós. Y por Gil de Biedma.
59. Por Jordi Cruz y Ángel León y El Celler de Can Roca y el Dos Palillos y por todos los chefs que salieron de la cantera del Bulli. En pocos rincones del mundo, quizá sólo en Japón, Italia y algunas grandes ciudades de los EE. UU., se come tan bien y a precios tan razonables como en España.
60. Por Madrid, de corte a checa, de Agustín de Foxá.
61. Por las berenjenas de Almagro, los donuts de las pastelerías Boldú y las patatas bravas del Docamar madrileño.
62. Por La Bodega de la Ardosa, en Madrid.
63. Por el Coto de Doñana y sus ciervos, sus garzas imperiales y sus gallipatos. Y por el día en que se prohíba a las hermandades del Rocío cruzarlo a su antojo dejándolo sembrado de basura.
64. Por las encinas, por sus bellotas, por los cerdos que se alimentan de ellas y por lo que hacemos después con esos cerdos.
65. Por el Museo del Prado.
66. Por el azahar, las buganvillas y los jazmines.
67. Por los españoles inteligentes: Antonio Escohotado, Félix de Azúa, Gregorio Luri, Enrique García-Máiquez, Manuel Arias Maldonado, Arcadi Espada, Ferran Caballero…
68. Por el cupón de la ONCE, el LSD con el que miles de españoles disfrutan de experiencias extracorpóreas cada semana sin moverse del sofá de su casa.
69. Por la cerámica de Talavera (la antigua, obviamente).
70. Por los dibujantes y guionistas de cómic españoles: Ibáñez, Carlos Giménez, Daniel Torres, José María Beroy, Miguelanxo Prado, Enrique Sánchez Abulí, Jordi Bernet, Juan Díaz Canales, Juanjo Guarnido, Jan…
71. Por Formentera. Y por las calas de la Costa Brava.
72. Por los futbolines.
73. Por los cielos de Castilla la Mancha.
74. Por las patatas fritas de churrería. Y por los churros, mismamente.
75. Por la frase “dos españoles, tres opiniones” de Vainica Doble. Debería ser el lema de nuestro país.
76. Por los camareros, las azafatas, los viejos, los derechistas, los católicos, los autónomos, los pueblerinos, los empresarios, los trabajadores de banca, los chefs, los liberales, Amancio Ortega, los policías y los guardias civiles.
77. Por esta portada de Hermano Lobo.
78. Porque los españoles podemos ser corruptos, antisemitas, antiliberales, anticapitalistas y, en determinados sectores de la izquierda regresiva, hasta antidemócratas. Pero peor sería ser corruptos, antisemitas, antiliberales, anticapitalistas y antidemócratas, y encima no ser españoles. Es decir ser franceses.
79. Por las vistas de África desde las playas de Zahara de los Atunes.
80. Por el lince ibérico. Que no es más que un gato con pinta de quinqui. Es decir un gato intrínsecamente español.
81. Por Chiquito, que le ha dado la vida a media España.
82. Porque somos uno de los pocos países del mundo en los que se puede ver salir el sol sobre el mar y ponerse sobre el océano.
83. Por la matanza del cerdo.
84. Por el escultor Xavier Corberó y su verdadera obra, que no fueron sus esculturas sino su vida.
85. Por las portadas de la revista Zona 84. De cuando en España aún se hacían portadas bonitas y llamativas y no esos coñazos minimalistas de ahora.
86. Porque los españoles llevamos casi 40 años sin matarnos por nuestras diferencias políticas. Excepción hecha de un porcentaje nada desdeñable de españoles del País Vasco que han querido confirmar la regla a base de tiros en la nuca y bombas lapa.
87. Por Fernando Alonso. Aunque sólo sea para que se jodan los antialonsistas.
88. Por Angélica Liddell, que ha entendido el arte.
89. Por todos aquellos españoles que querrían que escribiera en esta lista “por el gol de Iniesta”. Que sí, hombre, que por el gol de Iniesta también.
90. Por las chicas de la natación sincronizada.
91. Porque comparados con el resto de europeos somos muy limpitos. En nuestras casas, eso sí: otra cosa es en la calle.
92. Por la aceitera de Rafael Marquina.
93. Por la Ibiza de los años 60 y 70.
94. Por el queso manchego. El de verdad.
95. Por la aristocracia bodeguera jerezana. Lo más parecido a la landed gentry británica que tendremos jamás en España.
96. Por las playas del Cabo de Gata.
97. Porque nos gusta más una tiniebla y un oscurantismo que a un tonto un lápiz pero le sacamos punta hasta a los funerales. Véase por ejemplo la mejor cuenta de Twitter en español de todos los tiempos: Reverte enfurecido.
98. Porque nuestro Pérez-Reverte pilla a Chuck Norris por banda y le arranca la columna vertebral con las muelas.
99. Porque, por suerte, el nacionalismo español ya no existe.
100. Por ella, claro, que es más española que Carmen Amaya, Isabel la Católica y Mariana Pineda juntas.