Cuando todos los asuntos a investigar en materia de corrupción política están siendo investigados por la Justicia llega el momento en que sus señorías se desperezan y constituyen un racimo de Comisiones para tratar del asunto.
No digo yo que esté mal que se reúnan para “investigar” la corrupción política que ha agujereado nuestras instituciones como si de un queso gruyer se tratara; no digo yo que esté mal que los responsables de la corrupción institucionalizada, los partidos que siguen siendo protagonistas de la vida política española, entonen el mea culpa cómodamente sentados en los sillones del Congreso de los Diputados; no digo yo que esté mal que quien ha sido financiado por un régimen corrupto quiera sentar en el banco tapizado del Congreso (en el de los juzgados no, que eso da mucho trabajo) a los protagonistas políticos de las últimas décadas; no digo yo que esté fuera de lugar que el partido que lleva 11 años en el Parlamento de Cataluña sin tocar ni uno solo de los pelos de la familia Pujol o de la banda que se financiaba con el 3% quiera “abanderar” la regeneración política en España como si acabaran de llegar…
No, todo eso está muy bien; lo que abunda no daña, decían nuestros mayores…; aunque siempre había alguien que contestaba aquello de que “si tuvieras varicela no dirías lo mismo…”. ¡Luz y taquígrafos!, gritarán sus señorías cada vez que se sienten en una de las ¿cuatro? Comisiones constituidas para enredar en los asuntos de la corrupción política. ¡Luz y taquígrafos!, clamarán ahora que no hay nada que descubrir, porque todo lo están descubriendo los peritos, la Guardia Civil, la acusación popular… ¡Luz y taquígrafos! ¡Que venga Juan, que venga Pedro…!, gritarán pidiendo (a sabiendas) que el juez les negará las comparecencias porque es asunto que está siendo juzgado…
¿Quieren, de verdad, los diputados saber cuál es su grado de responsabilidad en esta corrupción institucionalizada?
Yo me atrevo a hacerles una sugerencia a sus señorías: si quieren saber lo que ha ocurrido en estos últimos años en España en materia de corrupción política, si de verdad quieren saber qué pasó, quien calló, quien tapó, quien consistió, quien miró para otro lado, quien se benefició, quien esperaba beneficiarse… Cómo se hizo, quien lo montó, quien lo desarrolló, quién hizo lo posible para que la salida a bolsa de Bankia o el montaje fraudulento de las preferentes no llegaran a los tribunales, para que no conociéramos la trama de las black, para que los discos duros desaparecieran, para que los Pujol nunca fueran juzgados, para que el 3% sólo fuera una anécdota… Si no les da miedo que sus propios nombres, los de sus señorías o los de los partidos a los que representan, salgan a colación como responsables de algunos de esos affaires de la España negra que hoy están al cabo de la calle…, si no tienen miedo de ponerse colorados…, pídanle a Andrés Herzog que comparezca en cualquiera de esas Comisiones de investigación.
¿Quieren conocer toda la verdad o echar porquería unos sobre otros para que, al final, todo siga igual? ¿Quieren, de verdad, saber cuál es su grado de responsabilidad en esta corrupción institucionalizada que pervierte nuestra democracia? Insisto: convoquen a Andrés Herzog. Él les contará en sede parlamentaria todo el trabajo que ha tenido que hacer para que se haga la luz, para que los jueces llamen a testificar a los responsables, para que conozcamos los hechos y a sus protagonistas… Les recordará dónde estaban ustedes y qué hacían, dejaban hacer o votaban mientras el atraco se perpetraba…
Señorías, ¿quieren hacer una catarsis y experimentar en ustedes mismos el castigo que se merecen ? Me temo que no va de eso. Sólo recuerdo unas Cortes que se hicieran el harakiri, y fueron las franquistas con su ley de reforma política. No creo que se repita. Pero, oigan… que igual sí. Veremos.
*** Rosa Díez es cofundadora de UPyD.