1. Porque creo que aquellos que dan un golpe contra la democracia deben amanecer cada día del resto de su vida entre rejas.
2. Porque creo que alguien que no piensa en sus hijos antes de violar la ley no sólo es un delincuente sino también un mal padre.
3. Porque no le veo ningún interés a la cárcel.
4. Por las mujeres que escogen compartir su vida con hombres que piensan en ellas antes que en las banderas.
5. Por las buenas respuestas que los demócratas dan a sus hijos por la noche.
6. Por la valentía de Inés Arrimadas, que debe pasear por su barrio con escolta y entre gritos de “puta”.
7. Por el irredentismo de Jordi Cañas.
8. Por ese tabú roto por Andrea Levy cuando pidió que los demócratas tomaran el control de TV3.
9. Por los sindicalistas que se dieron de baja cuando UGT y CC. OO. dejaron de defender los intereses de los trabajadores para defender los de sus patronos de la derecha nacionalista.
10. Por Albert Boadella, que lleva toda su vida choteándose del fascismo y ahí sigue, todavía, hoy en día.
11. Por Arcadi Espada, que ha apadrinado a algunos de los mejores periodistas españoles de los últimos cuarenta años, todos ellos antinacionalistas.
12. Por Ferran Caballero, el único independentista de Cataluña que admira a Mariano Rajoy y de largo (de muy largo) el más inteligente de todos ellos. Todo mi respeto.
13. Por las novias y novios de esos y esas periodistas no nacionalistas que deben aguantar a diario las amenazas, el acoso y el señalamiento de sus parejas sin el consuelo de que TV3 les invite a lloriquear sus penas en directo.
14. Por las risas por lo bajo de Patricia cada vez que se cruza por la calle con un lazo amarillo.
15. Por los españoles de otras comunidades que apoyan a los catalanes no nacionalistas y que les recuerdan a diario que ni están ni estarán jamás solos.
16. Por los valientes que afrontan las consecuencias de sus actos, aunque eso implique ver a sus hijos a través del cristal de la sala de visitas de la cárcel. Y ahí incluyo, a pesar de todo, a Oriol Junqueras. Pero no a Marta Rovira, que condenó a sus compañeros de partido a la cárcel con tal de salvarse ella.
17. Por las agallas de los ciudadanos que cumplen la ley, aunque la consideren injusta o crean que les perjudica, sin pedir nada a cambio.
18. Por esos demócratas que acuden a TV3 aunque saben que sus puntos de vista van a ser ridiculizados, tergiversados y manipulados hasta el absurdo.
19. Por los que no acuden a TV3 para no participar de ese circo del odio financiado con los impuestos de todos los españoles.
20. Por los que no ensucian su ciudad con plástico o pintadas cebadas de rencor.
21. Por los que tienen la dignidad necesaria para no plantarse en el campo de Mauthausen a hacer propaganda de su causa particular ciscándose en la memoria del Holocausto.
22. Por esos (pocos) abonados del Liceo con la vergüenza torera suficiente como para no gritar “libertad” mientras el chófer les espera en la puerta.
23. Por todos aquellos catalanes que han sufrido y siguen sufriendo a diario la violencia del nacionalismo y que, aun así, jamás han devuelto los golpes.
24. Por los que jamás se abrazarían a Otegui, lo entrevistarían, le aplaudirían, se harían un selfie con él o le considerarían un “referente” de otra cosa que no sea el crimen.
25. Porque no quiero militar en un partido que ha dado tres golpes de Estado a lo largo de su historia: en 1934, contra la Segunda República; durante la Guerra Civil, también contra la República, intentando aprovecharse cobardemente de la debilidad de esta por su lucha contra la insurrección militar franquista; y contra la democracia en 2017.
26. Porque no quiero militar en un partido que tiene como mártir a Companys, un fanático bajo cuyo mandato se asesinó a más de ocho mil personas, entre ellas noventa miembros de su propio partido.
27. Porque no quiero militar en un partido cuyo sectarismo contribuyó a conducir a este país a una guerra civil.
28. Por todos los que vieron claro que aplastar los derechos de la oposición en el Parlamento, amañar un referéndum ilegal y proclamar unilateralmente la independencia de una región española sin tener los votos necesarios ni el soporte legal para ello sólo podía conducir a la cárcel.
29. Por todo el tiempo de nuestras vidas que ERC y el resto de partidos nacionalistas nos han robado a los ciudadanos de bien.
30. Por todos los que se ven obligados a pagarle el sueldo a quien les desprecia y les insulta a diario en el Parlamento.
31. Por esa democracia, esa Constitución y ese Estado de derecho que ni ERC ni ningún otro salvapatrias de derechas o de izquierdas conseguirán doblegar jamás.
32. Por esos guardias civiles que han de aguantar que sus hijos sean señalados en las escuelas y en las calles por aquellos que luego aplauden a etarras.
33. Por esa democracia por la que ERC no ha luchado jamás.
34. Por los que seguirán en Cataluña, a pesar de todo, cuando el nacionalismo recupere esta semana el control del presupuesto público y de las armas.
35. Porque no soporto a los capillitas que van de beatos montserratinos mientras marginan y discriminan a más de la mitad de los ciudadanos por los que dicen luchar.
36. Porque nunca hay que dejar de luchar contra aquellos que dicen “el poder no está en un palacio sino en una plaza” desde un palacio y con un salario en la mano de casi ocho mil euros mensuales.
37. Porque me gusta mi trabajo, respeto a mis empleadores en la medida de mis y sus posibilidades y me repelería vivir del cuento.
38. Porque sé perfectamente que sólo son “lacayos con pluma a sueldo” aquellos cuyos medios viven de las subvenciones públicas.
39. Porque hay siglas que no se merecen esa democracia en la que medran pero que repudian a diario.
40. Porque me repele el victimismo del cacique.
41. Porque no quiero formar parte de ningún club que me acepte como socio pero, como no soy gilipollas, tampoco de ninguno que no lo haga.
42. Porque huyo de esas masas que siempre, y por definición, tienden al fascismo.
43. Porque me inquieta un partido que se dice de izquierdas mientras defiende ideas de ultraderecha.
44. Porque no me gusta juntarme con perdedores históricos: son contagiosos.
45. Porque no me creo mejor que el resto de los españoles por el hecho de haber nacido a este lado del Ebro. Y porque no creo que ningún español me deba nada.
46. Porque soy ateo y no creo en dioses, patrias o pueblos.
47. Porque estoy resentido con todos aquellos que me han hecho odiar, por pura autodefensa, cientos de cosas que me gustan de Cataluña y de los catalanes.
48. Porque sé que algún día volveré a apreciar y a disfrutar de esas cosas que me gustan de Cataluña y de los catalanes, pero también que no será gracias a los nacionalistas, sino a pesar de ellos.
49. Porque lo tenían todo (la impunidad para robar a manos llenas, el silencio mayoritario de los discrepantes, la vista gorda del Gobierno, la llave de la caja fuerte, el control del régimen clientelar, su pequeño ejército de fanáticos armados, la sumisión de la prensa subvencionada y vía libre para adoctrinar a los niños hasta la náusea) y aun así, como una garrapata a punto de explotar, quisieron más.
50. Porque estoy hasta los cojones del procés.
Pueden encontrar el artículo original de Gabriel Rufián aquí.