1. Pablo Iglesias
Pedro Sánchez no pronunció una sola palabra durante la moción de censura que pudiera hacer pensar en un Gobierno de coalición o en un reparto de los ministerios con Podemos. Pero es obvio para cualquiera que tenga ojos y un mínimo conocimiento de la psicología humana que la bisoñez política de Pablo Iglesias le hizo pensar en una vicepresidencia para él o en un puñado de carteras para sus Echeniques, Monederos, Monteros, Garzones y Espinares.
El posterior ataque de cuernos de Iglesias, que alcanzó el punto de ebullición tras ver cómo la pedrea y los premios grandes de la lotería ministerial se repartían entre otros y sin que a él le cayera ni siquiera lo jugado, era por lo tanto 100% previsible. El Marqués de Villa Tinaja seguirá sin tocar pelo en la Moncloa y ya son dos las grandes oportunidades que deja escapar de tomar el control del CNI, su verdadero objetivo político. Es muy probable que no haya una tercera.
2. Podemos en general
Renunciar a unos cargos que no te han ofrecido no es el mayor ejemplo de dignidad personal que uno pueda echarse a la cara. Si esos cargos son de segundo nivel, la vergüenza ajena rompe ya el Vergonzómetro de La Sexta. Que si no existe debería ser inventado ipso facto antes de que a Podemos le dé por rechazar los cargos de tercer y cuarto nivel para los que tampoco fueron jamás considerados.
3. Pilar Rahola
A Pilar Rahola, propagandista a tiempo completo del separatismo, le parece mal el nombramiento de Màxim Huerta como ministro de Cultura. Y lo afirma ella, que se dice bien representada por un Gobierno cuya consejera de Cultura sostiene que el español es una "lengua de imposición" que se implantó mediante "un proceso de colonización". Podríamos haber nombrado a Terelu Campos como ministra de Cultura y seguiríamos ganando en la comparación, Pilar.
4. Arnaldo Otegi
Si Otegi no lo aprueba es que algo está haciendo bien Pedro Sánchez.
5. Javier Gallego Crudo
Al director del programa de radio Carne Cruda no le convence Grande-Marlaska. Resulta llamativo que mencione el accidente del Yak-42 cuando sólo unas semanas antes del atentando islamista en las Ramblas de Barcelona tuiteaba esto: "El PP dispara el gasto militar porque, como sabéis, hay que defendernos del terrorismo islámico que no mata en España desde hace 13 años".
6. Jaume Asens
Asens es conocido entre el mundillo de la abogacía barcelonesa como "el abogado pirómano" por su destreza en crear problemas allí donde antes había una solución. Como tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, defensor de okupas y mano derecha de Ada Colau junto a Gerardo Pisarello, Asens es el perfecto test de reactivo líquido para determinar el nivel de excelencia democrática de cualquier persona, medida legal o entidad pública o privada: si él se posiciona en contra es que la democracia es poderosa en ellas.
7. Gabriel Rufián
¿Qué decir del único tuitero a tiempo completo con escaño a tiempo muy parcial en el Parlamento español? Lo evidente. Que sin su voto y el de su partido, ni Màxim Huerta ni Grande-Marlaska serían hoy ministros. Ah, y lo que es aún más evidente: que a Grande-Marlaska, como demuestran sus muchos años de lucha contra el terrorismo etarra, le gustan más los derechos civiles que a ese presidente de la Generalidad que ERC ha hecho presidente y que considera "bestias" con "baches en el ADN" a todos los ciudadanos españoles.
8 y 9. Patricia López y Carlos Enrique Bayo
El Gobierno de Pedro Sánchez tampoco le ha gustado demasiado a estos dos periodistas de investigación del diario Público. Claro que López es la que escribió "Albert Rivera no es constitucionalista, que no os engañe, es de La Falange y quiere dejar a millones de ciudadanos fuera del marco de convivencia y entendimiento", y Bayo es el que dijo que Ciudadanos utiliza bots rusos para impedir que los españoles veamos los vídeos que desmontan las (supuestas) mentiras de su partido. Periodismo de investigación de altura, como pueden observar.
10. Nacho Escolar
Tras apenas unas horas desde su toma de posesión, Grande-Marlaska se destaca en la cabeza del pelotón de ministros más atacados por aquellos que hace apenas una semana jaleaban a Pedro Sánchez y su moción de censura. Es probable que tampoco les hubiera satisfecho ningún otro ministro de Interior que no fuera Puigdemont, Évole o Monedero.
11. Carles Puigdemont
El tuitero y gurú berlinés al que veneran los separatistas catalanes no destaca precisamente por ser una persona agradecida. ¡Con todo lo que va a hacer el Gobierno de Pedro Sánchez por ellos!
12. Bea Talegón
Bea Talegón quería un Gobierno multicolor, como esos anuncios de cerveza rodados en una playa de Formentera. Y eso que Pedro Sánchez, como ya he escrito en el punto anterior, va a entregarle en bandeja a los caciques de su patria adoptiva la vida y las haciendas de tres o cuatro millones de catalanes no nacionalistas. Hay gente, en fin, que no se conforma con nada en esta vida.
13. Vicent Partal
Al director del diario digital nacionalista VilaWeb, el Gara catalán, el Gobierno de Pedro Sánchez le parece "tenebroso". Es el mismo Partal que en uno de sus más famosos artículos se preguntaba si el atentado de las Ramblas de Barcelona era un ataque de "falsa bandera". Lo hacía a la remanguillé, que es como se suelen escribir este tipo de artículos, pero lo hacía.
14. El PP y Ciudadanos
Por motivos diferentes. Ciudadanos, porque la heterodoxia muy poco socialista del Gobierno de Pedro Sánchez les ha pillado con el paso cambiado. En realidad sólo han de esperar a que el PSOE dicte sus primeras medidas de complicidad con el nacionalismo catalán para recuperar su espacio. El PP, porque ¡a quién se le ocurre oponerse a la ortodoxia antiPutin dictada por Angela Merkel!
15. Pablo Echenique
Vamos a dejar de lado que el PSOE le sacó 400.000 votos y catorce escaños a Podemos en las elecciones de 2016: una diferencia no precisamente anecdótica. Lo importante es que la moción de censura la ganó el PSOE de Pedro Sánchez, no Podemos.