¿Es Pedro Sánchez la cima de la tradición picaresca española?
El apático sin ideología, el incompetente bienintencionado, el castellano severo… Es fácil adivinar a qué expresidentes se refieren estas definiciones. ¿Pero cómo describir a Sánchez? Ahí va una propuesta: el pícaro pertinaz.
1. "Este tipo de chapuzas se hacen en las juventudes socialistas" dijo un alto cargo del PSOE después de que Pedro Sánchez y sus partidarios fueran cazados votando en las urnas que alguien (se llegó a hablar de un tal "comando César Luena") había colocado tras una cortina durante la celebración del famoso Comité Federal del PSOE del 1 de octubre de 2016.
2. Si colocar urnas detrás de una cortina para que tus partidarios voten a escondidas (con el objetivo de evitar tu caída de la secretaría general del partido) no es la cima de la tradición picaresca española, que vengan Quevedo, Alemán y Cervantes y opinen.
3. Abandonado por todos, incluidos los suyos ("no podemos ser cómplices de esta fantochada", dijeron algunos de ellos tras el esperpéntico Comité Federal del PSOE), Pedro Sánchez parecía destinado a una fulgurante caída en el olvido. Pero una de las características de la tradición picaresca española es que el pícaro no ceja nunca en su empeño aunque sus engaños sean castigados de forma sistemática por el destino. El pícaro español tiene una moral de cemento armado.
4. "A partir del lunes cojo mi coche para recorrer de nuevo todos los rincones de España y escuchar a aquellos que no han sido escuchados, los militantes y los votantes de izquierdas de nuestro país", dijo Pedro Sánchez el 29 de octubre de 2016 después de renunciar a su acta de diputado en el Congreso y dimitir como secretario general del PSOE.
Con mi renuncia al acta no dejo la política, vuelvo a empezar en ella como un militante de base más. Mantengo mi NO firme y claro.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 29 de octubre de 2016
5. Atención a la frase "escuchar a aquellos que no han sido escuchados". Uno de los recursos más habituales del pícaro es presentar sus artimañas y enredos como un acto de generosidad con el prójimo. "Me sacrifico por el pueblo" es, sin duda, el lema oficial de los más exitosos pícaros españoles. El pícaro tradicional apelaba a la avaricia de sus víctimas. El moderno apela a su victimismo y su resentimiento social. Hasta en eso se ha modernizado, la picaresca española.
6. Y ahí que se fue Pedro Sánchez con su Peugeot 407 de 2005 sin que el más doloroso de los ridículos (estamos hablando de varias urnas falsas colocadas tras una cortina para amañar la votación del Comité Federal de uno de los dos principales partidos españoles) hiciera la más mínima mella en su ánimo. Al Lazarillo de Tormes le sangrarían las manos de tanto aplaudir el aplomo de Sánchez.
7. Recordemos aquí que no hay caída sin ascenso previo y que si Pedro Sánchez fue echado a cajas destempladas de la secretaría general del PSOE fue porque antes había llegado a ella presentándose como "doctor" cuando mostraba serías dificultades para distinguir el imperativo del infinitivo.
Ser felices
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 31 de diciembre de 2010
Ser malos! Buenas noches colegas
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 19 de noviembre de 2010
8. Como todo buen pícaro, Pedro Sánchez carece de ideología y sólo la finge en función de sus necesidades coyunturales. Si el actual presidente del Gobierno escogió al PSOE y no al PP como herramienta de ascenso social es porque un partido que le concede más valor a la superioridad moral que a la superioridad intelectual siempre será un terreno mucho más fértil para el engaño que uno que desprecia la moral en beneficio de la racionalidad.
9. Si la tradición picaresca nació en España durante el Siglo de Oro y se consolidó a lo largo de varios siglos hasta llegar a poner en la presidencia del Gobierno a uno de sus máximos representantes no es por la excelsa calidad de los pícaros españoles sino por la escasa calidad intelectual de sus víctimas. El 22 de mayo de 2017, Pedro Sánchez ganó las primarias del PSOE gracias en buena parte al 81% de los votos obtenidos en Cataluña, una región en quiebra moral y dividida en dos mitades irreconciliables.
10. El 2 de junio de 2018, Pedro Sánchez se convirtió en el séptimo presidente del Gobierno de la democracia tras la aprobación de una moción de censura contra Mariano Rajoy apoyada por los separatistas catalanes. Sólo unas semanas antes, José Luis Ábalos, ahora ministro de Fomento, había asegurado que los nacionalistas catalanes no iban a ser nunca aliados de una moción de censura del PSOE contra Mariano Rajoy.
11. El PSOE también habló varias veces de una moción de censura puramente instrumental destinada a convocar elecciones a la mayor brevedad posible. "Convocar elecciones es un proceso razonable que no va a ser un obstáculo para llegar a un acuerdo con Ciudadanos", dijo, de nuevo, Ábalos. La promesa fue cayendo en el olvido una vez se confirmó el apoyo de Podemos y nacionalistas vascos y catalanes, que convertía en irrelevante el apoyo de Cs. Ya instalado en el poder, Sánchez ha anunciado su intención de mantenerse en él "hasta 2030". De las elecciones no se ha vuelto a hablar.
-El PSOE no pactará con populistas.
— Libertad Digital (@libertaddigital) 10 de octubre de 2018
-No llegaré al poder con el apoyo de independentistas.
-Convocaré elecciones cuanto antes.
-No habrá imputados en mi gobierno.
-Compareceré en el Senado para hablar de mi tesis si lo pide el PP.
Palabra de Sánchez.https://t.co/06MeKMIByW
12. No es la única promesa de la que se ha desdicho el presidente del Gobierno. La lista de todo aquello que Pedro Sánchez criticó desde la oposición, pero que luego ha ejecutado, multiplicado por diez, una vez en el Gobierno, mereció en su momento una lista propia.
13. Uno de los grandes logros de Pedro Sánchez como Pícaro Presidente del Gobierno es haber conseguido su título de doctor gracias a una tesis pésima y escasamente original, por no decir algo peor, facturada a base de recortes mal citados. La titulitis es uno de los grandes vicios del pícaro español moderno puesto que en entornos escasamente meritocráticos como el de la política, los títulos con el sello del Estado y la firma del Rey funcionan como sustitutivos de la verdadera valía profesional. Y de ahí el tráfico incesante de títulos entre la casta pícara española.
14. El pícaro, en definitiva, está donde está por su habilidad para engañar a todo el mundo durante un breve periodo de tiempo, al contrario de aquellos cuya táctica consiste en engañar a unos pocos durante mucho tiempo. Pero el pícaro sabe también que sus éxitos son siempre momentáneos y que la fecha de caducidad de estos es corta. De ahí que no pierda ni un minuto de su tiempo en aprender los rudimentos más básicos de su supuesto oficio porque… ¿para qué, si en unos años estará en otras lides muy diferentes a las actuales? Y de ahí los constantes errores de protocolo de Pedro Sánchez.
15. Con todo, algo debe reconocérsele a Pedro Sánchez: su reinado duró un par de segundos más que la república catalana independiente de Carles Puigdemont. Jamás un representante de la picaresca española había llegado tan lejos como para colarse en la recepción de los Reyes del 12 de Octubre y coronarse a las bravas como Jefe de Estado de la mano de su parienta. Y eso, nobleza obliga, es de admirar.
Está circulando la tesis de que lo ha hecho adrede pensando que no se atreverían a echarle.
— Jorge Bustos (@JorgeBustos1) 12 de octubre de 2018
16. A Sánchez hay que reconocerle un segundo mérito: su visión de futuro. Sabedor, como he explicado antes, de que los éxitos de un pícaro son siempre fugaces, ha empleado parte de su tiempo en colocar en puestos de relevancia a sus subalternos, independientemente de sus méritos concretos: a su jefe de Gabinete, que ni siquiera sabe inglés, al frente de una empresa (Correos) cuyos dos mayores clientes son Amazon y AliExpress; a un filósofo como presidente de la Empresa Nacional de Uranio-Industrias; al antiguo secretario de Organización del PSOE en la presidencia de Paradores; y a su secretario de Estudios y Programas, José Félix Tezanos, al frente del Centro de Estudios Sociológicos (CIS). Pícaro previsor vale por dos y hoy por ti y mañana por mí.