1. Porque el Gobierno de una democracia europea no puede darse el lujo de tolerar las amenazas de un cuerpo armado de 17.000 hombres. Amenazas como ese lamentable "no podemos garantizar la seguridad del Gobierno el próximo 21 de diciembre" a cargo de la policía autonómica catalana y destinado a Pedro Sánchez y sus ministros. Una amenaza con garrote ajeno –el de los CDR– y que deja, una vez más, a policías nacionales y guardias civiles al pie de los caballos y de las cámaras de TV, siempre tan selectivas ellas.
2. Porque, ¿para qué quiere una comunidad autónoma española competencias en materia de seguridad pública si los funcionarios al cargo, es decir los Mossos d'Esquadra, se confiesan incapaces de garantizarla?
3. Porque ningún Gobierno democrático puede permitir que la libre circulación por las carreteras del país dependa del capricho de un par de docenas de adolescentes con pasamontañas.
4. Porque Cataluña es una comunidad con un Gobierno regional paralizado desde hace cinco años y al albur de las extravagancias y los intereses personales de un prófugo de la Justicia.
5. Porque ningún Estado puede ni debe tolerar un estado de excepcionalidad perpetuo.
6. Porque un presidente autonómico que exige "una cumbre" al presidente del Gobierno, como si este no fuera el más alto representante del Estado y el otro un sencillo funcionario regional, no está ofreciendo diálogo sino coronándose emperador de su patio de Monipodio.
7. Porque un Estado no puede tolerar ser chantajeado con huelgas de hambre por un puñado de presos acusados del delito político más grave incluido en el Código Penal.
8. Porque el Gobierno de una democracia constitucional no debe quedarse de brazos cruzados mientras un puñado de líderes políticos enloquecidos emplean hasta el último euro de su presupuesto en destruir al Estado.
9. Por coherencia: la misma Constitución que rechaza obedecer el Gobierno secesionista regional es la fuente de la legitimidad política de ese mismo Gobierno secesionista regional.
10. Porque la comunidad autonómica catalana es una ficción administrativa construida por la Constitución del 78. Y lo que fue construido artificialmente puede ser también destruido sin mayor trauma que el teatro hiperventilado habitual en la región.
11. Porque Cataluña jamás ha sido más rica y libre que cuando ha sido gobernada por Madrid, y más miserable y claustrofóbica que cuando ha sido gobernada por sus caciques locales.
12. Porque la alternativa a un 155 aplicado hoy por el Gobierno del PSOE es un 155 aplicado en unos meses por el PP, Cs y Vox tras una derrota del PSOE en las urnas que conduzca a la definitiva pasokización del partido.
13. Porque los catalanes sólo son soberanos en tanto que españoles.
14. Porque los catalanes sólo son europeos en tanto que españoles.
15. Porque la idea de que una lengua regional minoritaria propia debe llevar aparejados privilegios políticos y fiscales y una mayor autonomía es puro fetichismo político. El catalán es sólo un accidente lingüístico y el resto de la cultura catalana, nada más que folclore. El mismo que posee cualquier otro pueblo, provincia o región española, francesa o italiana. Basta ya con esa nostalgia de la aldea, por favor.
16. Porque el presidente autonómico catalán ha pedido una guerra civil "a la eslovena". Este punto basta no ya para aplicar el 155, sino para suspender la autonomía de la región sine die.
17. Porque las palabras de un político, al contrario de lo que opina el Gobierno de Pedro Sánchez, no son meras ondas sonoras que sólo adquieren trascendencia penal cuando se convierten en acciones. Las palabras pesan. Como un buque, si las pronuncia un presidente autonómico con un presupuesto de 21.000 millones de euros.
18. Porque hay que empezar a negar la mayor: el nacionalismo no es una opción política legítima sino una de las dos ideologías criminales contra las que se construyó la UE. ¿Quiere el Gobierno del PSOE convertirse en el funcionario torpe del museo que despierta a la momia del faraón?
19. Porque ya va siendo hora de que a los catalanes constitucionalistas se les permita vivir en una democracia limpia y aireada como la que llevan disfrutando el resto de los españoles desde 1978.
20. Porque un Gobierno democrático no puede vivir a expensas de que el azar le niegue al nacionalismo catalán esos muertos que con tanto ahínco busca desde hace meses.
21. Porque todas las comunidades españolas cuentan con su moho particular (en Andalucía, el régimen caciquil cultivado por el PSOE a lo largo de treinta y seis años; en Baleares, el filocatalanismo; en Navarra, el expansionismo vasco) pero Cataluña es la única n la que esa carcoma es doble: el nacionalismo y el populismo de izquierdas de Ada Colau. Urge, en fin, empezar de cero en la región.
22. Porque el 155 es la única manera que tiene el PSOE de evitar ser destruido por ese mariscal Pétain de la ultraderecha nacionalista llamado PSC.
23. Porque, asumido que el PSOE camina hacia su desaparición, más vale que se esfume prestándole un último servicio a su país y no jodiendo a los ciudadanos españoles hasta la médula.
24. Por las mismas cuatro razones por las que el Gobierno de Mariano Rajoy aplicó el 155 en octubre del año pasado: para restaurar la legalidad en la región, para asegurar la neutralidad institucional, para mantener el bienestar social y para asegurar los derechos y las libertades de los catalanes.
26. Para ahorrarse la humillación de ver al Rey en TV, de nuevo, enmendándole la plana al presidente del Gobierno y haciendo el trabajo que este no desea ni sabe hacer.
27. Porque el Estado no puede estar a expensas de la clase política más iletrada, cursi, curil y deficientemente democratizada de toda España. Es decir la nacionalista.
28. Porque no se negocia con presos. Mucho menos los Presupuestos Generales del Estado o el perdón de delitos como los de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos.
29. Porque la mitad de los catalanes siguen viviendo en 1935 y ya va siendo hora de que aterricen en la democracia.
30. Porque Cataluña es una comunidad autónoma fallida y nada hace pensar que un mayor grado de autonomía/independencia fuera a hacer otra cosa que agravar su fracaso político, cultural, moral y social.
31. Porque sólo las ranas socialistas más cándidas ayudan a los escorpiones nacionalistas a cruzar hasta la orilla de la república cargándoles sobre su lomo en la creencia de que estos no les clavarán el aguijón. Está en su naturaleza, estúpidos.