1. Porque la derecha española es como la caja de bombones de Forrest Gump, nunca sabes lo que te va a tocar. ¿Serán las políticas del PSOE? ¿Serán las del PNV? ¿Serán las de la vieja CiU? ¿Serán las de Ursula von der Leyen?
2. Porque no hay nada menos movilizador que votar a alguien cuyo único mérito es arreglar lo que otro destroza. ¿Qué es, entonces, la derecha? ¿El Pepe Gotera y Otilio al que llamar cuando los españoles se cansan de votar a la socialdemocracia?
3. Por su complejo provinciano respecto a los provincianos catalanes y vascos. Como un labriego con boina fascinado por la turboboina del labriego del pueblo de al lado. "Oh, ¡cuán de diseño es su turbobobina! Debe tratarse de una raza superior. Voy a reducir mis lindes para que sus ovejas merinas tengan más campo en el que pastar".
4. Por su machismo: Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes, Rita Barberá, Isabel Díaz Ayuso, Cayetana Álvarez de Toledo. No hay lideresa de la derecha española que no haya sido traicionada, ridiculizada o ejecutada por su propio partido. Sobre todo si tenía alguna posibilidad de llegar a la Moncloa. Y ni siquiera es un problema nacional: también fueron los suyos los que se cargaron a Margaret Thatcher.
5. Porque ha renunciado a la batalla cultural. Esa batalla cultural que ha permitido que el socialismo, una ideología que murió en 1989 con la caída del Muro de Berlín, siga gobernando hoy en España a pesar de su palmario fracaso histórico.
6. Porque desespera ver cómo la derecha se deja arrebatar sus propios logros a manos de la izquierda. Un solo ejemplo. La Comunidad de Madrid, con el 14,25% de la población, ha generado el 60% de los nuevos empleos en España. ¿Quién ha capitalizado la caída del paro en noviembre? El PSOE.
7. Porque la derecha española no se ha dado cuenta de que la izquierda es un gato doméstico que vive recogido en el cojín más mullido de la mansión mientras reniega de su dueño capitalista, racista y heteropatriarcal. Y no se ha dado cuenta tampoco de que arañar el sofá no es una revolución en ciernes.
8. Pero, sobre todo, porque no se ha dado cuenta de que la dueña del pienso es ella. Bastarían dos días sin comedero para que hasta el perro de la casa se sintiera empalagado por las súplicas del gato.
9. Porque no se puede vivir eternamente acomplejado. No es sano y, además, el mantra acaba convirtiéndose en una profecía autocumplida.
10. Por su incapacidad para generar un ecosistema mediático capaz de vender ideología más allá de los telediarios (como la vende Sálvame) sin recurrir a tertulias coñazo sobre el Cid Campeador. ¿De verdad no hay en toda la derecha dos docenas de profesionales capaces de comprender cómo funciona la comunicación del siglo XXI? ¿De verdad toda la respuesta que es capaz de dar la derecha al monopolio mediático de la izquierda es OTRA tertulia de bibliotecarios del siglo XIX enfadados con las nubes?
11. Porque la derecha no ha comprendido todavía que en la política no existen los espacios vacíos y que todos aquellos terrenos ideológicos, sociales y culturales que abandone ella serán ocupados de inmediato, y con gusto, por la izquierda.
12. Porque si la estrategia de la izquierda es mezquina (ofrecer buena cara en público mientras se actúa despóticamente en privado) la de la derecha es idiota (ofrecer mala cara en público mientras se actúa mansurronamente en privado).
13. Porque ya que la derecha ha decidido que no existe otro camino para España que la aplicación a rajatabla del programa de la izquierda y de los nacionalistas, al menos que cunda electoralmente más allá de Galicia. Pero ni siquiera eso.
14. Porque resulta difícil saber quién es más reacio a la (verdadera) meritocracia: si la izquierda española o la derecha española.
15. Porque el programa social de la derecha es el del PSOE de hace diez años. Y en lo económico, ya saben, el de Pepe Gotera y Otilio.
16. Por lo cansino de esa batalla a cornadas entre el Frente Popular de Derechas y el Frente de Derechas Populares por canijerías ideológicas de todo a cien mientras la izquierda se va de cañas con EH Bildu, ERC y Unidas Podemos sin que se le mueva un solo pelo de la cabeza.
17. Porque a unas leyes ideológicas cuyo único objetivo (estamos de acuerdo) es encabronar a los españoles y polarizarlos hasta el esperpento, la derecha sólo es capaz de responder con el "pues ahora te vas a enterar". No, hombre, no: no se trata de subir la apuesta, sino de derogarlo TODO sin sustituirlo por nada.
18. Porque lo contrario de una ideología tóxica no es una ideología sana (no existe tal cosa) sino la no-ideología: una casa en propiedad, jardín, piscina, un trabajo estable, la posibilidad de mantener a tu familia, unas vacaciones que no se fumen todos tus ahorros y la garantía de un orden social y jurídico estable. No hay mucho más.
19. Porque la derecha todavía cree que las redes sociales son la realidad. ¡No lo son las secciones de opinión de la prensa, donde escriben (por lo general) entes alfabetizados, van a serlo esos clubes con puerta blanda para oligofrénicos, narcisistas y zumbados!
20. Porque la derecha sigue sin entender que lo que quiere un español, y no por español sino por homo sapiens, es que su Gobierno le deje en paz.
21. Porque la derecha, que tanto desespera frente a la capacidad de la izquierda para salir inmaculada de fregados capaces de fundir la reputación del dalai Lama, no ha comprendido que el terreno de la moralina ha sido minado por sus rivales políticos y que debe escapar de él como alma que lleva el diablo.
22. Porque la derecha española es incapaz de hacer vídeos como este.
23. Porque Pedro Herrero y Jorge San Miguel han dado con la clave en su libro Extremo centro: el manifiesto: la única propuesta política verdaderamente disruptiva y capaz de convertirse en un game changer es la de la no-izquierda. Nada de liberales, conservadores, tradicionalistas, derechistas y extremoderechistas: si algo puede aglutinar hoy a una amplia mayoría de los españoles es el rechazo de la izquierda realmente existente. ¿Que eso derivaría en una alianza macarrónica? ¡Será que el circo de 12 pistas de PSOE, Unidas Podemos, PNV, Junts, EH Bildu, BNG, CUP, Más País-Equo, Compromís, Nueva Canarias, PDeCAT y Teruel Existe es un dechado de coherencia!
24. Porque la derecha no ha comprendido todavía que frente a determinados fenómenos (la izquierda woke, el nacionalismo, la España vaciada) sólo cabe una respuesta: dejar que la gente cate de primera mano las mieles de su voto. Mano de santo.
25. Porque carece de sentido del humor. O de narices para ponerlo en práctica.
26. Porque sólo saca el colmillo con los suyos. Y eso vale tanto para el PP como para Vox. En cuanto a Ciudadanos, carece de él.
27. Porque la derecha no ha entendido todavía la diferencia entre populismo y demagogia. Demagogia es hablar de "retorno de la ultraderecha" o calificar a los jueces de "último reducto del franquismo". Populismo es decir que Madrid es un refugio para los españoles libres. La política es populismo. Y el populismo se puede hacer bien o mal.