Cómo se lo pasan los guionistas que escriben el devenir de la política española. El martes 13 acaba el plazo que dio la ley aprobada de urgencia por el Gobierno para renovar dos vocales del Tribunal Constitucional. Portada de El País: "El CGPJ, al borde de incumplir la ley. Los conservadores rebeldes se resisten al pacto".
Ayer, el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, lanzó un órdago y amenazó con dimitir si continúa el bloqueo. EL ESPAÑOL: "Gobierno y PP reciben con frialdad el órdago de Lesmes". Tanta es la frialdad, tantos son los años que acumula esta parálisis, que deberíamos congelar a los actuales vocales del CGPJ. Para que nos duren treinta o cuarenta años más.
He anotado, por cierto, esta frase del editorial de El País al respecto: "Lesmes preside el Consejo desde diciembre de 2013 por decisión del PP y fue alto cargo en la Administración del Gobierno de José María Aznar, pero esta semana hubo de trazar una línea roja de decencia". Qué maravilla esa adversativa. ¡Ni Romario dentro del área! ¡Pero cómo es posible que un alto cargo de Aznar exhibiera un gesto de decencia!
Lesmes parece estar desesperado y se va convirtiendo, poco a poco, en el antihéroe de esta película. Quiere dejar de mandar entre los jueces, pero no puede. Su discurso, por momentos, parecía un monólogo. Recuerda El Mundo: "Lesmes asumió la necesidad de aprovechar esta crisis sistémica para abordar la despolitización de la justicia".
Ya sólo falta que alguien les pida a los políticos que se conformen con su iPhone 8. Os leo dos noticias que conviene recitar de carrerilla. La primera: "El Congreso va a gastar 1,2 millones de euros en comprar 550 iPhone de última generación a los diputados". Siguiente titular: "Apple presenta el Iphone 14".
Ayer por la tarde-noche, el filósofo Salvador Illa presentó en Madrid su libro titulado El año de pandemia. Lleva un prólogo de Fernando Simón. Fueron a arroparlo el presidente Sánchez y una decena de ministros. Leo en las distintas cabeceras que el exministro de Sanidad tuvo el detalle de regalarnos algunos rasgos personales de nuestro críptico presidente. "Fue un jefe muy racional. Se leía todos los papeles. Llegó a estar al corriente de todo".
El acto, según veo, terminó con una gran ovación. Pero volvieron a fracasar los asesores de Moncloa. ¿Cómo es posible que nadie cantara Illa, Illa, Illa, Illa maravilla? Son tiempos recios para el gabinete de Sánchez. Este fin de semana, cuenta La Razón, nuevo acto del "Gobierno de la gente" en Toledo. La sede del Partido Socialista allí debe de estar echando humo. "Palomitas, pipas, patatas, bocadillos. Todo a cambio de abrazar a nuestro presidente". Que me perdone Almudena, de Tomelloso, que seguro no falta a la cita.
Mientras tanto, en Cataluña. ABC. Nueva acción de la resistencia partisana, de los verdaderos separatistas: "Primeras grietas entre los directores de colegios catalanes sobre el desacato al 25%. Varios centros se han desmarcado de la orden dada por el Govern y mantienen la cuota de castellano".
Dice El Mundo que Vox, no los de los diccionarios, que también podría ser, sino el partido de 52 escaños, ha presentado un recurso ante el Tribunal Constitucional.
Por último, novedades en el proyecto de la hoz y el Martini. Publica El Confidencial: "Yolanda Díaz se reúne este jueves con las distribuidoras para acordar la cesta de la compra. Busca un acuerdo que tope los precios de una cesta de alimentos básica ante una inflación desbocada". El Gobierno, el otro gobierno, bueno, quiero decir, la parte del gobierno del PSOE, sigue en contra y dice que eso no es posible.
Le ha echado un cable para preparar esa reunión con las empresas su compañero Pablo Gómez Perpinyá, que dice en una entrevista con La Razón: "Rosendo es el único 'Mercado' en el que se puede confiar".
Esta medida de topar los precios en el supermercado no fue idea de Gramsci, de Marx ni de Engels. La vicepresidenta se ha inspirado, cuidado Yolanda que te rompen el carné del PC, en Sarkozy, que hizo lo mismo hace una década en Francia.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para "La España que madruga", en "Más de Uno", el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.