Joan Manuel Serrat se va, Sánchez se queda. Ese es el gran balance que podemos hacer tras leer los periódicos de esta mañana. Ahora es el presidente, por ejemplo, quien canta en su huerto antes de ir al Congreso lo de "hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de ti".
Y Sánchez lo va a aprovechar porque, como dice Raúl del Pozo en su columna de hoy, ha cumplido el mandato de Maquiavelo: "Las putadas, todas a la vez. La reforma de la sedición y de la malversación, todo de una tacada". Hoy llega al Congreso la enmienda pactada con ERC.
Pero vamos con un ejemplo práctico, de una crónica en EL ESPAÑOL, para tratar de explicar cómo va a quedar el Código Penal: "Las penas vigentes por malversación de fondos que superen los 50.000 euros son de cuatro a ocho años de prisión e inhabilitación para ejercer un cargo público por tiempo de diez a veinte años. El nuevo subtipo de malversación tendrá un máximo de prisión de cuatro años y un máximo de inhabilitación de seis años".
Además, y he aquí la clave, "se crea un subtipo desvío presupuestario irregular sin ánimo de lucro". Con esta posdata, Sánchez intentará justificar que no se está beneficiando a los corruptos en general, sino a los de ERC en particular. Más allá de las cuestiones políticas, lo que va a pasar en España es que nadie va a entender el Código Penal. Ahora robar la pasta de todos, es decir "malversar", se va a llamar "desvío presupuestario irregular sin ánimo de lucro". ¡Pero si suena bien! ¡Malversar va a parecer montar una ONG!
En El Confidencial, se explica que esta rebaja favorecerá a Junqueras y a Puigdemont. El primero podría presentarse a las elecciones generales de 2025 y el segundo podría regresar a España y enfrentarse a una prisión provisional de, como máximo, dos años.
Ahora cruzamos a la otra orilla, El País: "La enmienda del PSOE y Unidas Podemos baja penas pero no deja impune el procés". Está muy interesante hoy El País porque, después de esta crónica, uno se encuentra con la enmienda a la crónica en forma de tribuna de Juan Luis Cebrián, que fue su director y fundador.
Dice Cebrián: "La Constitución establece en su artículo 97 que es función del Gobierno la defensa del Estado. Convendría que el PSOE, facción Sánchez, explicara a sus electores cómo puede defenderse al Estado aliándose con quienes perpetraron un golpe contra su unidad territorial y han prometido hasta el aburrimiento que volverán a hacerlo".
En La Vanguardia, encontramos lo que dijo Sánchez en Barcelona ayer. Y dijo la verdad. Cito: "Son decisiones arriesgadas, pero no hay otro camino". Para mantenerse en el poder, debió añadir. También pudo decirlo con Serrat: "Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar". Salvo en el caso del presidente. Junqueras, por cierto, ya dice que estos cambios en el Código Penal son sólo un punto y aparte, pero no un punto final. Habrá más.
En una entrevista con El Mundo, Feijóo pidió este fin de semana elecciones anticipadas. No parece que eso esté en la cabeza de Sánchez, así que primero se celebrarán las municipales y autonómicas. Lleva este diario una encuesta sobre Extremadura: "Vara, sin mayoría absoluta tras su acercamiento a Sánchez. Caería entre 4 y 5 diputados y sólo Podemos lo mantendría en el poder".
La Razón revela una gran cantidad de mensajes enviados por alcaldes y diputados provinciales del PSOE a sus barones. Les preocupa el daño a las siglas, claro, pero también el daño que todo esto les puede hacer a ellos mismos en las urnas. Uno de estos mensajes dice: "Vamos a sonrojar a España entera haciendo diputado a Junqueras".
Mientras tanto, la derecha no termina de prepararse para la batalla electoral con Sánchez. Así como el presidente tiene claro que su permanencia en el Gobierno pasa por reeditar la coalición con Yolanda Díaz, Feijóo y Abascal no se entienden. Vox ha presentado una moción de censura de la que el PP no quiere saber nada. Abascal, por supuesto, la presenta para desgastar a Sánchez, pero también para desgastar a Feijóo.
Sobre esto, cito el artículo de Julián Quirós, director de ABC, que los llama al entendimiento: "La unidad de la derecha se acabó por decisión soberana de los votantes, partidarios de una escisión en plataformas distintas. ¿Quiénes somos los demás para establecer que los votantes están equivocados? Que un día puedan asociarse en un proyecto de gobierno no es indicativo de una obligada unidad, sino de confluencia y entendimiento hacia una deseable colaboración".
A modo de resumen, de recopilación, puede leerse el texto de Nacho Cardero, director de El Confidencial: "El umbral del dolor de los españoles ha alcanzado cotas insospechadas. Pasar un mechero bajo la palma y ni siquiera inmutarse. Ni con los indultos, ni la supresión de la sedición, ni la rebaja por malversación, ni la invasión de las instituciones, ni el intervencionismo en las empresas privadas, ni los cameos con Bildu. En la Moncloa siguen probando la capacidad de resistencia de los ciudadanos, igual que si fuésemos maniquíes en una prueba de impacto para coches".
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero