Eva Kaili, exvicepresidenta de la Eurocámara detenida por el Qatargate.
Y si el Qatargate sólo es la punta del iceberg de la corrupción en Bruselas
Las detenciones del Qatargate responden a una red de sobornos que conecta Bruselas con Doha. Pero ya hay voces que mencionan a Marruecos. Y que sospechan que la corrupción llega mucho más hondo. Escucha El foco.
Hace unos días, la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, después de acompañar a la policía belga en un registro a la sede comunitaria, se dirigió a todos los eurodiputados para informar sobre un caso de corrupción que afecta al corazón de la Unión Europea: el Qatargate. A la hora en que grabo este podcast, hay una decena de personas implicadas, entre ellos la detenida exvicepresidenta del Europarlamento Eva Kaili y su pareja.
En las acciones policiales se incautaron más de un millón de euros en efectivo. No es poca cosa. “Estos actores malignos, vinculados a terceros países autocráticos, han usado presuntamente oenegés, sindicatos, individuos, asistentes y miembros del Europarlamento en un esfuerzo por someter nuestros procesos”, protestó Metsola, que aseguró que no habrá “impunidad” e interpretó esta cadena de compraventa de voluntades como un ejemplo más de que nuestras democracias están bajo ataque.
Con la información disponible hasta la fecha, es muy posible que la corrupción no se limite a Qatar. Ni a un puñado de funcionarios y colaboradores. Así que la pregunta esencial es la siguiente. ¿Hasta dónde llega el hilo negro de la corrupción en la Unión Europea? Vamos a hablar con Juan Sanhermelando, corresponsal de EL ESPAÑOL en Bruselas, para aproximarnos a la respuesta.
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