Adiós a Mr. Marshall
Caras tristes de la oposición en el andén, que despiden con abrazos, pañuelos y lágrimas en los ojos a las misiones de eurodiputados que han venido a fiscalizar al Gobierno por temas como la ejecución de los fondos europeos o la ley del sólo sí es sí. Qué placentero era para el PP contemplar los paseos imperiales de los hombres y mujeres de negro.
Moncloa, de haber podido, los habría despedido como hacían unos chavales de Burgos el siglo pasado. Se colocaban también en el andén y abofeteaban a todo el que asomaba la cara por la ventanilla para decir adiós. Corrían en dirección contraria al tren y… plas, plas, plas.
Porque se han ido, pero han dejado un río bravo de titulares. Monika Holhmeier, la mujer de negro que ha examinado los fondos UE, ha sido entrevistada por El Mundo. Dice cosas como esta: “Me preocupa dar a España fondos europeos mientras se rebaja la malversación”. También asegura desconocer el verdadero proceder del Gobierno con los 31.000 millones de euros. Critica falta de transparencia.
Si fuera Sánchez, a mí me preocuparía la foto de la entrevista. Dame Hohlmeier, con la mano levantada y señalando. Nein, nein, nein, nein. Por ahí discurre también la portada de La Razón: “Los enviados de Bruselas no saben dónde van los fondos europeos”.
Sin embargo, y en eso pone el acento El País: la misión de eurodiputados “no cerrará el grifo a España”. Reconoce esta crónica que los bruselenses sí cuestionaron la reforma de la malversación, pero se enfatiza la ausencia del fraude y la próxima llegada de más millones.
La segunda misión tenía que ver con la ley del sólo sí es sí. Nueve eurodiputadas se han reunido con las ministras de Igualdad y de Justicia. Elzbieta Lukacijewska –son tremendas las clases de polaco que me está dando el profesor estos días– es la líder del grupo y ha concedido dos entrevistas. Una a EL ESPAÑOL y otra ABC. Dice: “Para serle sincera, nunca me había topado con una situación de estas características”. También: “Nos dio la sensación de que la ministra de Igualdad está contenta con la ley”. Y sobre sus encuentros con miembros de la Justicia y la sociedad civil, concluye: “Todos nos han dicho que esta ley ha dado lugar a una gran infelicidad pública. Las víctimas están viendo salir a sus verdugos de la cárcel y eso no es nada bueno”.
Termino con una noticia de última hora, que llevan en sus portadas La Razón y EL ESPAÑOL: Sánchez va a escenificar hoy su apoyo a Zelenski con una visita relámpago a Kiev que irrita a Podemos. Ya saben que los de Ione Belarra rechazan el envío de armas al considerar que eso “alarga el conflicto e impide la solución diplomática”. Es curioso: no dicen lo mismo sobre la negativa de Francia o Reino Unido a enviar armas a la República durante la Guerra Civil. Con ese argumento, si Azaña se hubiera rendido el 18 de julio, también nos habríamos ahorrado el conflicto.
Vox registrará este lunes la moción de censura con don Ramón como candidato. Yo, la verdad, preferiría que hablara de sus encuentros con Pío Baroja, de su rocambolesco plan para matar a Franco o de sus cenas con Ava Gardner. Cuenta El Mundo que Abascal ha conseguido que el exdirigente del PCE no vaya a opinar en la tribuna acerca del feminismo o el modelo autonómico, asuntos en los que difieren.
El Confidencial refiere que, con este gesto, Vox va en busca del votante más mayor, que todavía se les escapa. En ABC leo unas palabras de Tamames que os van a encantar. Las dijo ayer en el acto de presentación: “El Cid Campeador debió de sentirse de forma parecida”.
Y termino con un asunto que afecta al PP. Ayer comieron juntos Casado y Feijóo. Ocurrió en una taberna cercana al Palacio Real. El País lleva en portada las fotos de la cita. Hay dos cosas sorprendentes. La primera, lo que dijo Feijóo al salir: “Reconciliación, ¿de qué?”. Como si nada hubiera ocurrido. La segunda, todavía más llamativa: que Casado quiera comer con alguien del PP, después de que fuera acuchillado y humillado con luz y taquígrafos. “Le han tratado peor que a un corrupto”, dicen sus colaboradores en una crónica de El Confidencial.
Hay cosas que es mejor no explicar. Esto es como si Alsina y yo, el día de las semifinales de Copa, nos vamos a comer con alguien del Athletic de Bilbao.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.