La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, en el Parlamento.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, en el Parlamento. Reuters

LA TRIBUNA

Por qué Giorgia Meloni no ataca a su mayor rival

Meloni está evitando confrontar con Elly Schlein para no dejarla convertirse en la gran líder de la oposición y para vender una imagen de estadista a los conservadores moderados.

19 marzo, 2023 02:13

La victoria contra todo pronóstico de Elly Schlein en las primarias del Partito Democratico (PD) es el último giro de guion del siempre convulso panorama político italiano. Una victoria que no ha dejado indiferente a nadie, y que rápidamente desencadenó diferentes reacciones en los líderes de todas las formaciones políticas. 

Giuseppe Conte (Movimento 5 Stelle) tendió la mano al momento a quien previsiblemente será su aliada durante el próximo ciclo político, mientras que Carlo Calenda, líder junto a Renzi del centrista Tercer Polo, no tardó en cargar contra la actual secretaria del PD. Algo esperable, teniendo en cuenta que los centristas esperan pescar en aguas del PD ahora que parece que estos podrían girar hacia la izquierda.

La secretaria general del Partido Demócrata, Elly Schlein, tras salir victoriosa en las primarias del partido, el pasado 27 de febrero.

La secretaria general del Partido Demócrata, Elly Schlein, tras salir victoriosa en las primarias del partido, el pasado 27 de febrero. Efe

¿Y qué opinaba de todo esto Giorgia Meloni? Esta es una de las cuestiones sobre las que más dudas había. Schlein, mucho más carismática que su predecesor Enrico Letta, había cargado duramente contra Meloni en más de una ocasión. Por tanto, la reacción que se podía esperar era una respuesta contundente, que señalara el "peligroso" giro a la izquierda que el PD emprendía con Schlein.

Sin embargo, la respuesta de la primera ministra fue muy distinta de lo esperado y felicitó a Schlein con estas palabras en un comunicado oficial:

"Felicito a Elly Schlein y al PD por la movilización de su electorado. Espero que la elección de una mujer joven al frente del partido pueda ayudar a la izquierda a mirar hacia delante y no hacia atrás".

La cosa no se quedó aquí, y el pasado 8 de marzo, día de la mujer, Meloni utilizó una de las grandes frases que dijo Schlein la noche de su victoria electoral: "No nos han visto venir". La líder del PD dijo esta frase para referirse a que no habían visto venir que su candidatura, que no partía como favorita, podía ganar. Meloni lo hizo para referirse a las mujeres, diciendo que estas tenían una ventaja ya que muchas veces no las "veían venir" pensando que por el hecho de ser mujer no iban a alcanzar sus logros. 

La referencia de Meloni tiene sin duda un toque provocador, pero también refleja una posición de la líder de Fratelli d'Italia respecto al liderazgo de Schlein: no confrontar directamente con la nueva secretaria del PD. Al menos de momento.

Ante esta situación se abren muchos interrogantes sobre por qué Meloni ha decidido adoptar esta estrategia, que ya puso en práctica en la sesión de control el pasado 15 de marzo. Aquí, Meloni se defendió de Schlein, pero eligió de nuevo no atacar defendiendo su gestión de gobierno e incluso reconociendo lo pertinente de algunas de las propuestas de su adversaria. Está claro que nadie puede adentrarse en la cabeza de la primera ministra, pero hay dos hipótesis que pueden ayudarnos a tratar de entender esta posición.

La primera es que Meloni no quiera subir la tensión con Schlein para no favorecer a su adversaria. Uno de los grandes activos de la joven líder del PD es que ésta imprimirá todo el carisma que le faltaba a su predecesor Enrico Letta. Letta, un perfil muy técnico y mesurado, fue incapaz de enfrentarse a Giorgia Meloni durante toda la campaña, y la líder de Fratelli d’Italia se encontraba cómoda ante él en platós, declaraciones y cualquier tipo de debate. 

"Meloni tendrá enfrente a una mujer que desde una óptica feminista podrá disputarle su discurso en materia de igualdad"

Con Schlein la cosa será muy distinta. La actual líder del PD no solo tiene mayor capacidad dialéctica que Letta, sino que además tiene un perfil más incómodo para Meloni. Letta era un hombre adulto que encarnaba la imagen de burócrata del PD, un blanco ideal para Meloni. Mientras, Schlein es mujer, y es una outsider dentro de su partido, lo que anula algunos de los ataques favoritos de Meloni a sus adversarios del PD.

La líder de Fratelli d'Italia podrá acusar a Schlein de pertenecer a la "izquierda radical chic", pues Schlein tiene unos orígenes acomodados. Pero no podrá decir que es una burócrata de partido que lleva años anclada en el poder. Y, sobre todo, tendrá enfrente a una mujer que desde una óptica feminista podrá disputarle su discurso en materia de igualdad. 

Por todo esto, quizás Meloni y su equipo han decidido que por el momento es mejor no atacar frontalmente a Schlein para evitar darle la oportunidad de empezar a convertirse en la gran líder de la oposición a su gobierno.

La segunda hipótesis que podría explicar esta posición es que Meloni esté tratando de ocupar un espacio más centrado del tablero político, buscando dar una imagen más presidencial y menos beligerante. Con más de un 30% en los sondeos y sus compañeros de coalición a la baja, el objetivo a medio plazo de la primera ministra es absorber a sus dos compañeros de coalición, cuya presencia en el gobierno no les ha hecho recuperar apoyo.

Desde que comenzara la experiencia gubernamental, el único partido que crece en los sondeos es Fratelli d’Italia, mientras que la Lega de Salvini (9,1%) y Forza Italia (6,7%) continúan a la baja. Ante esta tesitura, Meloni, que ya ronda el 30%, podría estar buscando presentarse como la única opción del centroderecha y atraer para sí a todos los votantes de sensibilidad conservadora, incluidos los más moderados. 

Hubo un momento en que se pensó que estos sectores moderados de centroderecha, que presumiblemente votan a Forza Italia, podían verse atraídos por el Tercer Polo de Renzi y Calenda. Azione/Italia Viva, más conocido como el Tercer Polo, es una coalición de partidos centristas, creada por dos exlíderes del PD, Matteo Renzi y Carlo Calenda, que aboga por "la gestión frente a las ideologías y los populismos".

"Meloni parece la única candidata para atraer al electorado de centroderecha que cada vez tiene menos incentivos para votar Forza Italia"

Su resultado en las elecciones fue modesto, un 7,7%, pero numerosos analistas señalaron tras la cita electoral que había un espacio potencial para este partido, que podía nutrirse de los votantes moderados que no se identificaban con ninguna de las tres grandes coaliciones.  

Sin embargo, transcurrido ya medio año desde entonces, no parece que los de Calenda y Renzi hayan conseguido captar un solo votante de Forza Italia. El partido dirigido aun por Silvio Berlusconi ha perdido desde entonces más de un punto en los sondeos (sacó un 8,1% y se encuentra por debajo del 7), mientras que el Tercer Polo tiene exactamente la misma cuota de apoyo que sacó entonces, aproximadamente un 7,7%. Con la victoria de Schlein, parece que el camino más claro para este proyecto será tratar de atraer a los progresistas moderados que no estén convencidos con el previsible giro a la izquierda del PD. 

De esta manera, Meloni parece la única candidata para atraer a ese electorado de centroderecha, que no se fía de Renzi y Calenda, que cada vez tiene menos incentivos para votar por Forza Italia, y que prefiere una coalición de derechas que a la izquierda con el Movimento 5 Stelle.

Si esta hipótesis es cierta, Meloni estaría evitando entrar al choque con Schlein para transmitir una imagen de estadista que le ayudara a llegar a estos sectores más reacios a los discursos duros de ultraderecha. Es cierto que no se trata de un grupo especialmente numeroso, pero si la líder de Fratelli d’Italia consigue hacerse con el apoyo de este electorado podría acercarse a la mayoría absoluta. 

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No obstante, hay que ser cautos. Y en ningún caso se puede interpretar este intento de Meloni por captar votos más moderados como un giro hacia el centro en cuestión de programa y contenidos. Aunque se esté tratando de transmitir una imagen más presidenciable con su compromiso atlantista en el plano internacional y evitando sacar su lado más bronco en el nacional, las políticas de la ultraderecha se están aplicando en varios planos.

En materia de seguridad y familia, el gobierno está imponiendo su agenda, como ya comentamos en este periódico hace poco más de un mes, al igual que en materia migratoria con la reciente "Ley ONG" que dificulta las labores de rescate de organizaciones como el Open Arms. En las últimas semanas, ya se han producido dos naufragios en las costas italianas que han dejado una treintena de desaparecidos y 79 víctimas mortales, de las cuales, 32 son menores de edad. 

Mientras las víctimas de los desembarcos se cuentan por decenas y el gobierno elude su responsabilidad, Giorgia Meloni trata de vender una imagen de moderación en Europa que le ayude a afianzar su liderazgo. Veremos si su manera de enfrentar a Elly Schlein también forma parte de esta operación, o si simplemente se trata de un espejismo y Meloni vuelve a mostrar su lado más duro para enfrentar a la nueva líder del PD.

*** Jaime Bordel es politólogo y coautor del libro Salvini & Meloni: hijos de la misma rabia.

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