Anoche estuvo Pedro Sánchez en El Hormiguero. Son tantas las entrevistas y las cosas que dice el presidente del Gobierno andamos los españoles como las hormigas, a trancas y barrancas. Primero, como vaticina Sánchez travestido en doctor en Comunicación, voy a ir con los hechos. Después, mencionaré las opiniones. Es decir: qué dijo el presidente y qué tal le vieron al presidente nuestros analistas.
El Mundo recoge que, por primera vez, Sánchez reconoció no haber destituido a Irene Montero debido al fiasco del sí es sí porque temía que si lo hacía, se rompiera la coalición. Tal y como marca el acuerdo de gobierno PSOE-Podemos –aunque hasta ahí no llegó Sánchez–, cada partido nombra sus ministros. Y si eso se quiebra, adiós muy buenas. Por cierto, precisamente la portada de El Mundo lleva hoy una foto donde se ve a Zapatero y a Irene Montero en actitud de complicidad durante las fiestas del Orgullo.
La Razón destaca que Napoleonchu salió al ataque: “Sánchez persiste en su estrategia de cargar contra los medios, acusándolos de inflar la burbuja del antisanchismo”. EL ESPAÑOL titula con ese momento en que el presidente tachó de “conservadores” al "90% de los programas" de la tele y Motos le recitó la lista completa de medios proclives al PSOE: La Ser, El País, TVE, LaSexta, Público, eldiario.es, Infolibre…
Sánchez puso cara de extrañeza y dijo no darse cuenta de que estos medios le ven con buenos ojos. Una vez más, tiró la piedra del “antisanchismo”, pero no quiso desvelar a qué medios se refiere cuando compara con la Vox y se dibuja como víctima de los bulos aireados por radios y televisiones.
Otros momentos reseñados por las crónicas son el remake de la pregunta alsinesca –“¿por qué nos ha mentido usted tanto?”– y el tradicional “no miento, cambio de opinión” de Sánchez.
Vamos ahora con las opiniones, que las hay muy distintas. Por ejemplo, Manuel Jabois, en El País, asegura que a Sánchez le fue muy bien en El Hormiguero. Dice que el presidente estuvo tan cómodo como en traje de baño y que se divirtió mucho. Destaca que el presidente buscó la cercanía con Motos llamándolo continuamente por su nombre propio: “Le llamó tantas veces ‘Pablo’ que a Motos casi le sale coleta”.
Jorge Bustos, en El Mundo, sostiene todo lo contrario. Dice que Sánchez, con el tuteo, buscó el abrazo del presentador, pero que Motos se zafó bien con el usted protocolario. “Lo acorraló desde el principio pidiéndole cuentas por sus ataques al programa”.
Soto Ivars, en El Confidencial, describe la estrategia de Sánchez como la de un hombre centrado en “impedir las preguntas” del presentador: “El presidente no estaba ante Motos, sino ante sus tres millones de espectadores”. Buscó apartarlo –aduce Soto Ivars– mediante “una verborrea irrefrenable”.
Y me parece interesante un apunte de esta columna sobre El Hormiguero en general. Sánchez, indirectamente, acusa al programa de “blanquear el fascismo”… “por más que Vox se queje de que no les invitan desde 2019 y de que sus tertulianos detesten, y lo digan, a este partido”.
ALSINA–Otra de las noticias que también está en la portada de los periódicos es la novedad acerca de los debates electorales.
Será el lunes 10 de julio en esta casa, en Atresmedia, y no habrá ningún otro cara a cara, tal y como pedía Sánchez. No había una cita de estas características en España desde 2015, cuando combatieron Rajoy y Sánchez. En 2019, Sánchez se lo negó a Casado, recuerda La Razón.
EL ESPAÑOL: “Feijóo aleja el cara a cara con Sánchez del 23-J al proponer que se celebre el primer lunes de campaña”. El PP aceptaría otro debate más, siempre que fuera a siete bandas, con PP, PSOE, Podemos, Vox más los nacionalistas.
Y ojo a este detalle que leo en El Confidencial: “Vox cerca al PP y exige celebrar los debates en TVE con o sin Feijóo”. A través de una carta firmada por Génova, hemos sabido que los populares no quieren debatir en Televisión Española porque no la ven neutral. La pública sigue proponiendo debates. Así que Abascal buscará la pinza con PSOE y Sumar para celebrarlos vaya o no el padre Feijóo.
En otro orden de cosas, El País dedica su portada de hoy al Día del Orgullo: “Una ofensiva ultraconservadora apunta a los LGTBI en el mundo”. Debajo, coloca la foto de la retirada de la lona de Vox en el centro de Madrid por orden de la Junta Electoral. En la lona se dibujaba una basura con los símbolos del colectivo LGTBI, el movimiento okupa, el independentismo y el comunismo. Sin embargo, hay un matiz importante. La Junta Electoral no ha ordenado la retirada por su significado, sino por haber sido colocada fuera de la campaña electoral, que no empezará hasta el 7 de julio.
Termino con las novedades sobre Extremadura, que son contradictorias. En El Confidencial y El País se dice que María Guardiola está ganando tiempo con su acercamiento a Vox, pero que finalmente se negará a meter a los de Abascal en su posible gobierno. Dicho de otra manera: busca proteger a Feijóo. ABC, en cambio, habla de “reconciliación” en Extremadura.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.