Maldecíamos ayer que no había en los papeles ninguna crónica que diera a Pedro Sánchez como vencedor del debate, pero también vaticinábamos que Moncloa tendría que decir algo. Porque la campaña acaba de empezar. Os lo veo en la cara, compañeros. En vuestra tez tostada: la campaña, para vosotros, es como el verano. No queréis que se acabe nunca.
El Mundo cuenta así el posdebate: “Depresión en el PSOE tras el fracaso de Sánchez en el cara a cara”. Y luego añade este razonamiento que algunos dirigentes socialistas aceptan confesar a cambio de mantenerse en el anonimato: “No se puede disfrazar lo que todo el mundo ha visto”.
La portada de La Razón informa de que, pese a la derrota, el Gobierno “no cambiará de estrategia”. Es decir: su acción de campaña seguirá teniendo un único protagonista, Pedro Sánchez. ABC habla de la “desmovilización” de los cuadros socialistas, que habían confiado en lo que les decía su líder: eso de que el debate era la mejor oportunidad para remontar las encuestas. Pero es El País el que, en su portada de esta mañana, da la puntilla: los trackings ya detectan el crecimiento del padre Feijóo. “El PP avanza dos escaños tras el debate”. A Sánchez le encanta la música, pero odia ese grupo que triunfa en Génova: “The fucking trackings”.
Fernando Garea relata las diferencias entre la consigna oficial de Moncloa y el sentir dentro del palacio presidencial. En cuanto pudieron reaccionar, los fontaneros de Sánchez se apresuraron a decir que Feijóo había “reventado el debate con una montaña de mentiras”. Pero ni siquiera esos mismos filtradores se atreven a intentar convencer a alguien de que venció el candidato socialista.
El Confidencial habla de un PSOE sumido “en el pesimismo”, ya que las encuestas dibujaban una campaña al alza de Sánchez y lo tenían como a un candidato más en forma que a Feijóo. La crónica de Iván Gil va más allá: “El debate desata dudas sobre el liderazgo de Sánchez tras el 23-J”.
Voy ahora con los analistas. Alberto García Reyes, en ABC, cita a un escritor que también fue poeta, aunque no le llega a la suela de los zapatos a Abigail Lozano. Con el “fuese y hubo nada” de Cervantes describe la evaporación del presidente: “El debate nos ha descubierto que el carisma de Sánchez era un invento, que sin aparato no es nadie”. Marta García Aller dice que Sánchez, en el debate, “derogó el sanchismo” y que el “hechizo de la resistencia” de desvaneció la noche del lunes.
Termino el capítulo del debate con dos piezas interesantes. La primera la leo en EL ESPAÑOL y explica ese tono de ataque empleado por Feijóo que a tantos sorprendió: “Miguel Ángel Rodríguez formó parte del equipo que preparó con Feijóo la cita frente a Sánchez”. El asesor en la sombra de Ayuso, que en su día entrenó a Aznar para batirse con González, inspiró los golpes de Feijóo al presidente. La segunda está en la portada de El Mundo. Una entrevista de Álvaro Carvajal a Íñigo Errejón, que dice: “Hoy es más evidente que Sánchez no puede solo, que necesita a Yolanda. Fue un error de Sánchez postularse como héroe solitario frente a las derechas”.
ALSINA–Me decías que también hablan hoy los periódicos acerca de algo que no nació en el debate, pero que también se coló en la cita Sánchez vs Feijóo.
Es portada en periódicos a uno y otro lado del río, sabes que te quiero, Patrón, el lema que se utiliza en la calle frente a Sánchez: “Que te vote Txapote”. Recomiendo la crónica de La Razón, que analiza las divisiones que esto ha producido en el colectivo de las víctimas del terrorismo.
Es una división desagradable, que revuelve las tripas. Porque en un lado, junto a Covite o la fundación Fernando Buesa, está Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio, asesinado por Txapote. Y en el otro, junto a los Jiménez Becerril o líderes de la AVT, está Marimar Blanco, hermana de Miguel Ángel, asesinada por Txapote. Consuelo Ordóñez dice que el lema “banaliza el terrorismo y el asesinato de su hermano” y pide que deje de utilizarse. Mari Mar Blanco lo encuadra en la “libertad de expresión” y aduce que tiene todo el sentido del mundo.
Políticamente, el lema también provoca división. Lo recuerda Sergio del Molino en su texto de hoy: a Borja Sémper, por ejemplo, le incomoda. A Feijóo no lo sabemos porque no quiso responder sobre esto en el debate. Pero Ayuso, por ejemplo, lo utiliza convencida.
Manuel Jabois, en contra, también escribe al respecto. Lamenta que una parte del PP haya convertido a un asesino en un “lema comercial” y provoca con esta pregunta retórica: “¿Toda la vida quejándose del Che en los llaveros y se ponen a venderlos con Txapote?”.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.