El cuaderno de los marrones de Feijóo

Escribo esta revista de prensa desde el puerto de Barcelona, querido patrón, donde una figura enorme, de rostro adusto, parece decirme con su mirada que está hasta el Ohio de los fucking trackings. Se llama Romul Bosck i Alsina y construyó buena parte de las estructuras de este puerto.

Aquí quiere recalar, sin marejadas, Alberto Núñez Feijóo, que aparece esta mañana en la portada de La Vanguardia. Dice tener la “esperanza” de que el PSOE evitará con su abstención que el PP tenga que pactar con Vox. Esto ya no hay quien lo entienda porque, hace unos días, quizá unas horas, era el PP el que decía que pactaba con Vox porque el PSOE le obligaba. De pronto, ha nacido la esperanza.

Es verdad que en Barcelona las cosas se ven de otra manera. Una manera muy diferente a Madrid. En esta emisora de la Rambla, por ejemplo, me han hablado muy bien de Rubén Amón. El padre Feijóo vino a la ciudad condal para que lo entrevistara el director de La Vanguardia, pero aprovechó para sondear el mercado de fichajes. El Confidencial: “Feijóo busca ministro catalán con la vista puesta en el mundo empresarial. Tanto en el partido como en círculos empresariales, dan por seguro un guiño a Cataluña en el reparto de carteras”.

Se notan cada vez más los ademanes jesuíticos del santo padre. Su capacidad para guardar secretos de confesión. El Mundo revela que ya tiene elegidos a los ministros de Economía y Justicia. Pero no se filtran. Quizá estén anotados en ese cuaderno marrón que lleva consigo a todas partes, igual que Aznar llevaba el famoso cuaderno azul. Podríamos llamarlo “el cuaderno de los marrones”.

La portada de El País también versa sobre Cataluña, aunque con un protagonista distinto: “Abascal vaticina más tensión en Cataluña si gobiernan PP y Vox. Ante esa nueva escalada, plantea una intervención duradera de la autonomía”. En su última comparecencia, Santiago y cierra España pronosticó para Barcelona “situaciones peores que las de 2017” si él entra en el Consejo de Ministros.

Sobre el Consejo actual, uno de los titulares principales de La Razón: “Moncloa veta a Belarra en una rueda del Consejo de Ministros. La ministra lleva seis meses sin participar en ellas. Ayer se presentó una medida de su ministerio y Belarra tuvo que contarlo a través de las redes sociales”. ¿Es el enemigo?, parecen preguntar los del PSOE cuando llaman a sus compañeros. ¡Que no se ponga! ¡Que no salga!

ALSINA–Esta noche es el debate a cuatro en TVE, que en realidad va a ser a tres por la ausencia de Núñez Feijóo. Van a debatir Sánchez, Yolanda Díaz y Abascal.

El País define la cita como “el último cartucho de la izquierda”. El Mundo relata la inquietud en el seno del PSOE: temen que parezca “un debate de perdedores”. Un dato interesante: es el primer y único debate en el que van a estar Yolanda Díaz y Abascal. Ellos se juegan mucho. En Génova, mientras tanto, cargan contra Sánchez, pero también contra Televisión Española.

El Confidencial recoge cómo se ha ido incrementando la tensión entre la dirección popular y la cadena pública. Hasta el punto de que González Pons se ha manifestado en estos términos: “Creo que TVE va a perder las elecciones. Y espero que al día siguiente dimitan los dirigentes de ese partido, como se hace en todos los partidos cuando pierden las elecciones a las que se presentan. Mejor no ir. Yo ni la veo ni voy”. El Mundo apostilla que el PP prepara “un relevo rápido” para TVE si gobierna tras el 23-J.

Voy con EL ESPAÑOL. Dos artículos interesantes sobre cómo ha cambiado la campaña de golpe y porrazo. Fernando Garea explica que todo esto empezó “con la pregunta de Carlos Alsina a Pedro Sánchez sobre sus mentiras”. El PSOE se puso entonces a la defensiva. Ahora, tras la afirmación falsa sobre las pensiones, los socialistas van en tromba contra la credibilidad de Feijóo y es el PP quien se defiende.

Otro titular: "Feijóo responde a Sánchez por llamarle "embustero". ‘Ellos sólo tienen el miedo, nosotros un proyecto".

ABC dedica su portada, y también su editorial, al voto por correo. “Faltan 470.000 votos por correo a 24 horas del plazo. 280.000 no lo han recogido y 190.000 todavía no han votado”.

A modo de guinda, un reportaje de La Razón sobre cómo los candidatos a la presidencia del Gobierno “destrozan el lenguaje”. No hay mejor prólogo al debate de esta noche.

Aquí me quedo, patrón, mirando la estatua de tu antepasado. Mirando el mar. En el horizonte, veo como el espectro de Francisco Cerecedo grita el nombre del último premiado.