Imagínate que acabas de cumplir 45 años, que te han preparado una fiesta sorpresa y que te han prometido tus colegas que, pese a algunas rencillas, estarán todos. De repente, con la emoción de mirar hacia delante, de estrenar un tiempo nuevo, abres la puerta y, en lugar del himno de la alegría, escuchas una canción maravillosa, pero una canción oscura que te dice:

“Miles de buitres callados van extendiendo sus alas. ¿No te destroza, amor mío, esta silenciosa danza? Maldito baile de muertos, pólvora de la mañana. Presiento que, tras la noche, vendrá la noche más larga”.

Titula La Razón: “Réquiem por la Constitución de 1978”. El Español: “Armengol festeja la Constitución de luto –iba todo de negro– y con el himno fúnebre de los últimos fusilados por Franco”. Luis Eduardo Aute contó que, “Al alba”, la canción que eligió ayer el Congreso para el cumpleaños de la Constitución era el canto de un condenado a muerte durante la noche anterior a su ejecución. La oposición al franquismo la convirtió en un himno en aquel 1975.

No sólo salió eso mal en el homenaje a la Constitución. En cuanto llegaron, todos los políticos, de PP y PSOE, comenzaron a lanzarse los trastos a la cabeza. Fueron incapaces de trascender, por un día, a la guerra política. Se pasaron por el arco de triunfo lo que les pidió el padre Miquel Roca el día ante: “¿Podrían sonreírse por una vez?”.

Ocurre algo curioso con los titulares referidos a este asunto. ABC y El Mundo endosan la responsabilidad de lo ocurrido ayer a izquierda y derecha. ABC: “PP y PSOE se arrojan la Constitución en su 45º aniversario”. El Mundo: “Aniversario sin tregua entre partidos”. Pero El País ayer debió de mirar sólo con un ojo porque titula: “El PP mantiene la bronca también en el 45º aniversario de la Constitución”. Un dato, por cierto, recogido por la mayoría de los textos: Sánchez y Feijóo ni se saludaron, pese a permanecer durante varias horas a una distancia de diez metros.

Fíjense si es marciana la situación. Pese a no saludarse ayer, estando tan cerquita, los dos confirmaron a los periodistas que se verán en Moncloa antes de fin de año. La Vanguardia: “Sánchez y Feijóo se veán para volver a intentar un acuerdo sobre el CGPJ”. ABC cuenta que el padre Feijóo jugará al contraataque y que ofrecerá a Sánchez renovar y reformar el sistema de elección del CGPJ al mismo tiempo.

El País dice en su portada que Sánchez ofrecerá a Feijóo otra vía para desbloquear la renovación de la Justicia y que consistirá en quitar al CGPJ sus competencias de nombramientos para el Tribunal Supremo y otros altos cargos. El Mundo insiste en que la reunión nace muerta: “Moncloa da por imposible el pacto del CGPJ antes de las elecciones europeas”. Y La Razón sostiene que la intención de Sánchez, a sabiendas de que no hay pacto posible, es hacerse una foto con Feijóo para “blanquear sus acuerdos” con los independentistas.

Otro de los asuntos más comentados en los corrillos de ayer fue la ruptura de Podemos con Sumar. Eso tiene varias lecturas esta mañana. Muy distintas, casi contradictorias. Por ejemplo, El Mundo dice: “Díaz asume que Podemos hará una oposición directa a su plan económico”.

ElDiario, en cambio, quita hierro al tema y tranquiliza sobre la posible inestabilidad del Gobierno: “Podemos garantiza al PSOE la estabilidad del Gobierno tras la ruptura con Sumar. La dirección de Ione Belarra cruzó llamadas al más alto nivel con la cúpula socialista para trasladar un mensaje de tranquilidad”.

ABC dice: “El PSOE aprueba a Podemos como interlocutor, pese a que Sumar habla de transfuguismo”. Atención a este titular de El Español: “Moncloa le dijo a Sumar que aceptaba incluir un ministro de Podemos pero Yolanda Díaz lo desechó”.



Por si alguno tenía la esperanza de presidir la Agencia Efe, termino con esta información de El Confidencial: “Sánchez también coloniza EFE y recoloca como presidente a su exsecretario de Comunicación, Miguel Ángel Oliver”. Esta puerta giratoria es ya una tradición. Escuchen los nombres de estos exministros y lo que vino después: Dolores Delgado (fiscal general), Magdalena Valerio (Consejo de Estado) o Héctor Gómez (embajador de España ante la ONU), Iceta (representante de España ante la UNESCO), Isabel Celaá (embajadora en el Vaticano).



Ya amanece, compañeros. Pensad vuestras últimas palabras, ya llega el alba.