Vamos a viajar a Elna, ese pueblecito francés donde se escondieron las urnas del referéndum del 1 de octubre y que ayer acogió la misa de campaña de Carles Puigdemont. Lo hacemos con las crónicas de los corresponsales. Iñaki Ellakuría, en El Mundo, escribe que fue una cosa de nivel, de etiqueta: “Mucha clase media alta”. Alberto Prieto, en EL ESPAÑOL, dice que aquello no era un político, sino un mesías; y que sus seguidores no eran votantes, sino discípulos. Había un aire religioso en todo aquello.

La Razón titula: “Puigdemont vuelve para acabar lo que empezó el 1 de octubre”. El País matiza: “Puigdemont sólo volverá a España si tiene la posibilidad de ser investido”. La Vanguardia: “Puigdemont será candidato y volverá si puede ser investido”. ABC recuerda que el anuncio de Puigdemont coincidió con el CIS catalán, que coloca a Junts en tercera posición, por detrás del PSC y de Esquerra Republicana.

En El Mundo y en El Confidencial destacan el mismo detalle: consciente de que sólo con la marca Junts no podrá ser president, Puigdemont trabaja en lo que llama “una lista electoral de país”; un proyecto en el que pretende incluir a todo aquel que apuesta por el independentismo. Esquerra ya le ha dicho que no, que con él ni a la vuelta de la esquina. Pero la pregunta es: si Esquerra y Junts suman mayoría para gobernar y apartar a Salvador Illa de la Generalitat, ¿lo harán? ¿O conseguirá el PSC que Esquerra prefiera pactar con ellos en lugar de con Puigdemont?

Ignacio Varela, especialista en discursos, recoge en su columna las frases de la vergüenza. La prueba de este tiempo nuevo de reconciliación que proclamó, por ejemplo, ayer en este estudio Félix Bolaños. Dijo Puigdemont: “Ellos saben que no hemos renunciado a nada, que no lo haremos, y que mantenemos la legitimidad y la legalidad del referéndum y de la declaración de independencia. Si la vía de la negociación no da frutos o se alarga estérilmente, nosotros no renunciaremos a asumir la plena independencia”.

Para mí, lo más llamativo de ayer fueron las canas. En el exilio, el paso del tiempo es aterrador. Por fin Puigdemont se parece a Tarradellas, pero no por el discurso ni la circunstancia, sino físicamente. El titulo que elijo para esta revista de prensa es: “Puigdemont, a juego con La España que Madruga”. Y ahora, dímelo, patrón, ámame como ama Miguel Ángel Rodríguez .Tritúrame como en el poema de Alfonsina Storni y hazme rodar encadenado en la noche.

En El Mundo cuentan esta mañana que dirigentes y barones del PP piden embridar a Miguel Ángel Rodríguez: “Atacar a periodistas es un error y además da aliento al PSOE”. En El País dicen, subiendo la apuesta: “Críticas internas en el PP por el tono matón”. ¡Pero se refieren al padre Feijóo! Se le podrá llamar tantas cosas, ¿pero matón?

Sobre su novia, una noticia en EL ESPAÑOL, que entrevista a Segismundo, el dueño de Sargadelos. Como la empresa es de hace siglos, por un momento he pensado que este hombre era el Segismundo de “La vida es sueño de Calderón”. Acusa a María Jesús Montero de mentir y le dice: “Merezco que la señora que habla como una metralleta se disculpe”. Don Segismundo, María Jesús habla así, porque la vida es un frenesí.

Una noticia parecida en todos los periódicos: el CGPJ da luz verde al informe contrario a la ley de amnistía. Forrrrmidable. Y una noticia muy distinta en todos los periódicos: nadie tiene ni puñetera idea de qué va a pasar con el PP y Ciudadanos en Cataluña. Los editoriales de las cabeceras desde el centro a la derecha piden pacto. Pero tenemos a El Confidencial diciendo que sí, que Ciudadanos ultima su disolución en el PP; en cambio tenemos a El Mundo diciendo que no, que es “casi imposible” ese pacto; y tenemos a El País diciendo que Ciudadanos ha planteado “una reunión urgente” para decidir si va con el PP o no.

Termino con con este titular de ABC: “Von der Leyen quiere europeos preparados para la guerra”. 

*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.