El Gobierno podría tomarse todavía más en serio la lucha contra la adicción digital de los jóvenes. En lugar de enviar sus cartas por Twitter, Pedro Sánchez podría hacerlo por correo postal. Si no, está obligando a todos los chavales a consumir redes sociales para enterarse de los detalles de la telenovela.
El mar se ha abierto de nuevo para dividir en dos orillas a los periódicos. Las cabeceras más próximas a la derecha centran sus titulares en los ataques que Sánchez incluye en su carta contra el juez que ha imputado a su mujer. Las cabeceras más próximas a la izquierda se centran en la deliberada irrupción en campaña de este juez.
Veamos las diferencias. ABC: “Sánchez ataca al juez por citar como imputada a su mujer y le acusa de interferir en las elecciones europeas”. El País: “El juez entra en campaña al citar como imputada a Begoña Gómez”. El Mundo: “La actividad de Begoña Gómez explota a cinco días de los comicios”. ElDiario: “El juez irrumpe en la campaña con la citación de la esposa de Pedro Sánchez a cinco días de las elecciones”.
Es decir, que para unos el malo es el juez que investiga y para otros la esposa del presidente, investigada por tráfico de influencias y corrupción. El Confidencial recoge el ambiente general de campaña: “La citación judicial revienta el 9-J”. Está juguetón El País con este titular: “Cuando Feijóo pedía ser prudentes porque una imputación no es una condena”.
Todo es un tanto raro en esta campaña, es cierto. Explica María Peral, en EL ESPAÑOL, la sala de lo Peral, que el juez Peinado se está saltando una regla no escrita de neutralidad: “Dado que la fecha escogida por el juez para la comparecencia de la esposa del presidente del Gobierno es el próximo 5 de julio, es decir, dentro de un mes, tenía tiempo para acordar y notificar la citación más adelante, en lugar de darla a conocer cinco días antes de que los ciudadanos vayan a las urnas”.
La Razón aporta un detalle interesante en su portada: “El juez desinfla el informe de la Guardia Civil que exculpa a Begoña Gómez”. En su razonamiento de la imputación, el magistrado Peinado define como mero “avance preliminar” esa investigación exculpatoria de la UCO tan citada por Moncloa.
El Confidencial: “El juez amplía el caso Begoña Gómez y ya apunta a nuevas líneas de investigación. Abre una pieza separada centrada en la financiación de más contratos públicos otorgados al empresario Barrabés”. ¡Amado pueblo de Más de uno! ¡A quién queréis salvar! ¡A Begoña Gómez o a Barrabés!
Y otra novedad que nos garantiza que la guerra de sábanas permanecerá después del verano. La leo en La Razón y en EL ESPAÑOL: Ayuso, valiéndose de su mayoría absoluta, ha aprobado una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid para dilucidar si hubo favores de la Complutense a la mujer de Sánchez. La comisión echará a andar en octubre.
Por cierto, es sensacional lo de Ayuso felicitando el ascenso del Leganés dando la enhorabuena a los vecinos de Getafe. ¡Viva Honduras! ¡Viva el Leganés y sus maravillosas gentes de Getafe!
Ha llegado el calor, ya no hay edredón con el que taparse, así que todo es mucho más explícito. Los periódicos son el kamasutra, la obscenidad, el pecado y la comunión con la carne trémula y ardiente.
La cuestión ahora es explicar cómo reaccionan los partidos a la imputación de Begoña Gómez. La Vanguardia: “Sánchez pide el voto ante la embestida del PP por la citación de su mujer”. Explican El Confidencial y EL ESPAÑOL que Moncloa no ha tenido que alterar su campaña porque la imputación de la mujer encaja perfectamente en lo de la conspiración de ultraderecha para acabar con Sánchez. El Mundo: “El Gobierno ve en la citación de Begoña Gómez un intento de ayudar al PP”.
Qué dice Yolanda Díaz, que se disputa los votos con Sánchez. EL ESPAÑOL: “Recurre a su eslogan escatológico para evitar que Sánchez se coma a sus votantes”. Le dice, literalmente, “Pedro, tío, mándalos a la mierda”. “A la derecha se le para con hechos. No va de cartas”.
El padre Feijóo, un día más, atrapado en la pinza PSOE-Vox, que explica en su columna de El Mundo Rafa Latorre, que a esta hora en paz descansa. Lo hace con el ejemplo de la amnistía: “El PSOE dispone una medida inaudita, Vox reacciona brutalmente y el exabrupto captura inmediatamente la conversación. Ya no se habla sobre la gravedad de la ley sino sobre si es aceptable que, por muy grave que sea la ley, merezca una reacción tan brutal. El PP queda así atrapado. Tibio en su crítica a la tropelía del PSOE y tibio en la denuncia del exabrupto de Vox”.