La renuncia de Yolanda Díaz, qué dice la prensa

La mujer que más pronunció la palabra “mierda” en campaña electoral ha decidido dimitir de manera inmaculada: toda de blanco, sin una pizca de mierda que la ensombreciera. Vemos a Yolanda Díaz esta mañana en la portada de todos los periódicos. Ahora voy con los titulares, pero os adelanto que el subtítulo es siempre el mismo: “Deja la dirección de Sumar, pero continuará como vicepresidenta”.

Y, claro, el PP la estaba esperando. Leo en ElDiario la reacción de los populares: “A la mierda Sumar, pero no el coche oficial”. Precisamente, Yolanda Díaz aparece junto al coche oficial en la foto que utiliza El Mundo para su portada: “Díaz deja a Sumar sin liderazgo y precipita a la izquierda a otra crisis”. El País titula también a todo lo ancho: “Sumar queda descabezado con la renuncia de Yolanda Díaz”.

ABC dice: “La dimisión de Díaz convierte Sumar en un polvorín”. ¡Como si no lo hubiera sido siempre! En ElDiario, muy próximos siempre a lo que ocurre en el espacio a la izquierda del PSOE, abren esta mañana con el siguiente titular: “La renuncia de Yolanda Díaz obliga a la izquierda a empezar de cero”.

Quien mejor se lo está pasando esta mañana leyendo los periódicos no es el padre Feijóo, tampoco Abascal. EL ESPAÑOL: “El Juego de Tronos que apasiona a Pablo Iglesias tras ver caer a Yolanda”.

Mariam Martínez-Bascuñán explica en El País por qué es prácticamente imposible un Sumar sin Yolanda Díaz: dice que Sumar no funciona como un partido, sino con la lógica del movimiento. “Pocas estructuras, cada vez menos barones con voz propia y un organigrama que funciona de arriba abajo, como un ejército”.

Lo que ocurre –y este análisis está en la mayoría de diarios– es que sin un partido fuerte a su izquierda el PSOE no podrá volver a formar la mayoría de la investidura tras las elecciones. El Confidencial relata cómo Sánchez está urdiendo un plan para lanzar la reunificación de Sumar.

La otra noticia del día es esta. ABC: “Puigdemont arrebata al PSC la presidencia del Parlament”. La ley de amnistía, efectivamente, ha traído la reconciliación… entre los independentistas. Hubo pacto Esquerra-Junts. El País: “El independentismo se une frente al PSC y controlará la Mesa del Parlament”

El Mundo le recrimina a Salvador Illa en su portada que ni siquiera intentara negociar con el PP para evitarlo. El presidente del Parlament será, por supuesto, un hombre de consenso que dirigirá la Cámara para todos: Josep Rull, condenado e indultado por el procés. Fue elegido, más reconciliación, con el voto de dos diputados huidos.

El Confidencial detalla cómo todas estas circunstancias hacen cada vez más difícil la aprobación de los Presupuestos. Pensaréis: la coalición casi rota, el independentismo otra vez haciendo de las suyas, los Presupuestos en riesgo… Antiguamente, cuando erais jóvenes, muy antiguamente, circunstancias así empujaban a algunos presidentes a convocar elecciones.

ABC: “Sánchez rechaza adelantar elecciones”. La Razón: “El líder del PSOE se prepara para atrincherarse en La Moncloa. El presidente descarta adelantar las generales”. Es un día duro para la izquierda, que ni siquiera lanza el globo sonda de que el padre Feijóo podría negociar una moción de censura con Junts. De hecho, incluso pincha ese globo. Titular de El País: “El PP pide paciencia a la derecha: ‘La salida de Sánchez se cocina a fuego lento’”.

Y termino con el misterio de la prensa hoy. Todos los periódicos sin distinción, en la orilla derecha y en la orilla izquierda del río, publican una misma noticia: un juez abre diligencias al hermano de Sánchez, el músico de nombre artístico David Azagra. La denuncia, una vez más de Manos Limpias, dice que este hombre, el hermano de Hermano Lodo, cobra un sueldo público sin asistir a su puesto de trabajo.

En los periódicos más próximos a Moncloa, esa información pasa casi desapercibido, lo que cabría interpretar como lógico. Pero en los medios más próximos a la oposición, ¡y he aquí el misterio!, también. Ninguno de ellos otorga a la noticia un gran espacio. ¿Por qué? ¿No se la llegan a creer? ¿Ya no estamos en campaña?