Lo que la izquierda no quiere ver: Hamás y los "rebeldes sirios" del HTS tienen la misma ideología
Hamás y Hay'at Tahrir al-Sham (HTS) han mantenido colaboraciones que demuestran afinidad ideológica. Ambos han expresado apoyo a la causa palestina y su oposición al Estado de Israel.
Uno se basa en el islamismo político suní inspirado por los Hermanos Musulmanes, el otro ha transitado desde el salafismo-yihadismo suní de Al Qaeda hasta un modelo similar a la hermandad, en especial en las últimas semanas.
Desde el punto de vista occidental, no hay mucha diferencia.
Ambos aplican la sharia y tienen una visión conservadora del islam. Suelen cubrir a sus mujeres con hiyab y restringen sus movimientos, prohíben el alcohol, les repugna lo LGBT+, aplican la segregación de géneros y su particular visión de la justicia, ya que ambos han ejecutado a disidentes o traidores sin un juicio transparente.
Los dos tienen por objetivo un Estado Islámico en sus respectivos territorios.
Ninguno celebra elecciones.
El grupo palestino Hamás y el sirio Hay'at Tahrir al-Sham (HTS) han mantenido colaboraciones que dan fe de una afinidad ideológica. Ambos han expresado el apoyo mutuo a la causa palestina y su oposición al Estado de Israel.
El líder de HTS, Abu Mohamed al-Jolani, ha expresado su respaldo a Hamás durante los conflictos con Tel Aviv enfatizando su conexión islámica y el objetivo compartido de "liberar Jerusalén".
El HTS también ha organizado eventos en apoyo a Palestina, como exposiciones que promueven una visión de un superestado islamista en la región. Y los analistas han especulado sobre posibles reubicaciones de miembros de Hamás en territorios controlados por HTS.
El problema para el HTS es la alianza de Hamás con Irán y Hezbolá, ya que es hostil hacia estos actores chiíes. Sólo están financiados por fuerzas regionales opuestas.
Sigamos con las coincidencias.
Tanto Hamás como HTS están en la lista de terroristas internacionales según Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Naciones Unidas, Arabia Saudí, Emiratos Árabes e Irán. Para la Unión Europea, Egipto, Japón, Paraguay, Nueva Zelanda y Suiza solamente Hamás es terrorista, pero no el HTS.
Y Rusia y Turquía consideran al HTS terrorista, pero no a Hamás.
"Bienvenidos a Oriente Medio, donde la izquierda y la derecha occidental no paran de pisar campos minados"
Estas listas son muy interesantes y deben tomar nota de ellas, puesto que a Hamás lo financian Irán, Catar, Turquía y otros donantes del golfo Pérsico. Mientras que el HTS se autofinancia en gran medida con su "protoestado" en la provincia norteña de Idlib, y ha recibido importante apoyo económico de Turquía y Catar.
Es decir, incluso algunos de sus propios patrocinadores consideran a sus protegidos "terroristas".
Si el criterio para saber quién es el bueno y el malo es cuál de los dos se opone a Israel, la respuesta es que ni el HTS ni el derrocado régimen de Asad tienen problemas con Israel.
Bienvenidos a Oriente Medio, donde la izquierda y la derecha no paran de pisar campos minados.
Pero ya ven, hay algunas diferencias.
Hamás es algo más flexible con la aplicación de la sharia, pero comete atentados terroristas fuera de su territorio, como el del 7 de octubre de 2023, en el que asesinaron a 1.195 israelíes de los que 815 eran civiles.
Está documentado que el HTS asesinó al menos a 247 civiles alauíes, cristianos, drusos y chiíes en las matanzas de Adra y Jan al-Asal en 2013 y en la de Qalb Loze en 2015.
Pero el HTS nunca ha cometido atentados terroristas en el extranjero, a pesar de que su líder, Ahmed al-Sharaa, anteriormente conocido como Al-Jolani, perteneció a Al Qaeda y al ISIS, y luego luchó contra estos últimos.
Sin embargo, en 2016 decidió que le salía más a cuenta practicar solamente la violencia y el terrorismo dentro de Siria, y luchar para derrocar al régimen de Bashar al-Ásad, cuyos crímenes contra la humanidad en poco se diferencian de los que está cometiendo Benjamin Netanyahu en Gaza (acusado de genocidio por Amnistía Internacional, con 48.000 civiles asesinados), Líbano y Yemen.
Y, sin duda, los grupos sunitas también cometen crímenes contra la humanidad, según los mismos informes de la ONU, pero no a la escala industrial de Netanyahu y de Al-Asad, o de Putin en Ucrania.
Este detalle es crucial. Las democracias liberales suelen comportarse como Josep Lluís Carod-Rovira, quien en 2004 negoció con ETA, como vicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, una tregua que excluyera a Cataluña de los atentados.
La guerra en Siria sólo interesó en Occidente cuando los radicales del ISIS, en su mayoría europeos de segunda generación toxicómanos, con antecedentes penales y crisis de identidad, comenzaron a asesinar civiles europeos en su particular Proyecto Hombre.
Mientras los conflictos permanezcan fuera y se maten entre ellos, todo va bien.
Entre 2016 y 2018 entrevisté a decenas de víctimas de las torturas y violaciones del régimen sirio. Era un encargo de un diario socialdemócrata de referencia en Europa, pero al llegar el momento de publicarlo no tenía dinero. Sucedió en dos ocasiones más con otro europeo de la misma ideología y un demócrata en Estados Unidos. Sería casualidad.
"Algunos woke están sufriendo un shock con la prisión de Sednaya. Para saber quién es bueno o malo sólo hay que saber si mata en nombre del socialismo o del fascismo"
Fue una investigación difícil y traumática, como la que realicé meses más tarde con las víctimas del ISIS. Las dictaduras, de la ideología que sea, se acaban pareciendo a la de Franco. Dos años después, la historia se publicó en Letras Libres gracias al buen juicio de su director, Daniel Gascón.
"Pero no se morían de hambre", me dice una amiga muy de izquierdas. No, claro, en la Siria de Asad pocos morían de hambre: morían por torturas inimaginables, ejecuciones sumarias o inanición y enfermedad en prisiones. Medio millón de muertos, más de cien mil desaparecidos. Nada grave.
Algunos woke están sufriendo un shock con la prisión de Sednaya. Para saber quién es bueno o malo sólo hay que saber si mata en nombre del socialismo o del fascismo. Lo del islam despista, porque son barbudos. Lo importante es que sean antiimperialistas. Es decir, antioccidentales.
Porque los imperios ruso, chino, otomano, iraní o catarí son los buenos. Los informes de organismos internacionales sobre los crímenes de Asad, Netanyahu, Hamás, la oposición siria, Irán o Rusia están disponibles para cualquiera con curiosidad intelectual y un sentido de la justicia higienizado.
Y la mayoría de periodistas que cubrimos la región hemos informado de todas estas atrocidades durante más de una década.
Por eso, cuando un pobre empresario tabernario y micromediático, que en otra vida fue vicepresidente segundo de España, se quejaba desde su micropoltrona, tras la caída del régimen de Asad, de que "la prensa occidental" (¡ojo!) evitaba llamar "terrorista" a Jolani, me lo tomé como algo personal.
Primero, porque miente.
Y segundo, por su desvergüenza. Hamás y HTS son iguales, solamente los financian imperios diferentes. La ideología, como la suya, depende de quién paga.
*** Marga Zambrana es periodista, corresponsal en China desde 2003 y en Oriente Medio desde 2013.