Hace menos de un año que el periódico me encargó encontrar a mujeres brillantes, en puestos que tradicionalmente han ocupado hombres y que no siempre tienen la visibilidad que se merecen. No se trata de hacer una sección para discriminar a los hombres, era una sección para hacer "Protagonistas" a las mujeres. Para asomar una vez a la semana el perfil de una apasionante trabajadora que lo había tenido de todo menos fácil para romper techos de cristal, paredes de hierro y cúpulas de roca.
Se trata de crear referentes, de ver que sí se puede llegar, que sí hay mujeres en lo más alto (aunque pocas) y también entender qué cosas hay que cambiar para poder llegar a la igualdad de oportunidades, a romper estereotipos de carreras de chicas y carreras de chicos, a promocionar a talentos independientemente de si su cromosoma es X o Y, y a buscar fórmulas que no perjudiquen siempre a la mujer poniéndola muchas veces en la tesitura de tener que elegir entre su carrera, su familia y ellas mismas.
Una de las primeras lecciones que te dan a la hora de preparar una entrevista es enfrentarte a la pregunta sobre los hijos o la familia. "Si ellos dicen que tienen niños, es positivo porque supone cierta estabilidad. Si ellas contestan que sí, las empresas se echan a temblar porque creen que va a ser perjudicial, que te va a quitar tiempo", me explicaba un headhunter una vez. Injusto. Prejuicioso. Cosas que pasan y que estas mujeres demuestran, directamente, que es falso.
Lo más difícil que me han encargado en MagasIN no ha sido encontrar a estas mujeres (hay muchas y muy valiosas, sólo hay que querer mirar). Lo más difícil es resumirlo ahora en 10. Por eso, invito a que descubráis a muchas más:
Estefanía Ruiz, la única mujer torpedista de submarino en España
MagasIN viajó hasta Cartagena donde vive y trabaja Estefanía Ruiz. Esta marino militar es el alma del Tramontana, el submarino español en activo desde 1987 y donde ocupa el puesto de torpedista. Es la única mujer que ejerce esta labor en toda España, pero ella cree que pronto vendrán más.
Vivir en un submarino es muy duro: el espacio es muy reducido, las camas calientes, una ducha cada tres días cuando empezó y el ambiente irrespirable. Pero Estefanía se mueve como pez dentro del agua, nunca mejor dicho. Y ha tenido que superar muchas dificultades para dejar claro que ese es su sitio. "Lo peor fue cuando tuve que pedir la reducción de jornada" porque subió a la superficie para hacer tareas administrativas.
Su marido también es submarinista y la Armada evita que coincidan los dos embarcados para que puedan cuidar alternativamente de sus tres hijos. Aún así, ella tiene que luchar por romper estereotipos hasta en casa: "Mis hijos dicen que papá es el militar, yo les digo que el submarino es de los dos".
Victoria Plantalamor, CEO de la mina de sulfatos de Europa
La mina es uno de los lugares donde más tarde entraron las mujeres para trabajar y tras una larga pelea judicial. Victoria Plantalamor (49 años) lo sabe muy bien. Creció en una mina familiar en Burgos, estudio Ingeniería de Minas cuando eran poquísimas las chicas que se sentaban en esas aulas, de hecho, sólo hay 541 en toda España, y hasta tuvo que escuchar que le dijeran que daba mala suerte en los túneles.
Ahora es la jefa de una de las minas de sulfato más importantes de Europa y del mundo y ha modernizado la infraestructura familiar que creó su abuelo. En su instalación trata de que lleguen más mujeres a un trabajo que le fascina. Aunque advierte: "Hay más machismo en un consejo de administración que en la mina".
Eylo González, la jefa de Taller de Motores de Iberia
Esta ingeniera aeronáutica lleva años subida a los aviones, tanto en el exterior como en sus tripas. Eylo González (45 años) conoce sus nombres, sus piezas, sus propiedades, sus potenciales de memoria. Dirige a 600 personas, la mayoría hombres, en unas naves gigantes que la compañía española tiene cerca del aeropuerto donde, muchas veces, es la única solución a revisiones o averías.
Siempre tuvo claro que quería trabajar ahí y sabe que, entre las mujeres de su plantilla, sigue habiendo más ingenieras que mecánicas. "Pero es que no se encuentran perfiles de torneras o mecánicas". Ella cree que tiene que haber referentes para que las niñas quieran estudiar de todo, en la universidad y en la formación profesional. En su clase, sólo el 20% era mujer "y ahora la cosa no está mejor, no llegan al 30%".
Mirenchu Villa, directora de Internacional y Participadas de la Mutua
La vida de esta licenciada en Historia Medieval confirma que las mujeres preparadas pueden llegar donde quieran sólo con proponérselo. Mirenchu Villa (59 años) es la directora adjunta de Internacional y Participadas de la Mutua de Madrid con una tesis sobre Fernando II de León.
El destino la llevó a McKinsey, Cesce, Aon y Mutua para convertirla en una de las directivas españolas con mayor proyección internacional. Si algo ha aprendido en su carrera de éxito es que si queremos algo, hay que pedirlo, no esperar a que nos lo den y reconoce que para ella la culpa que persigue a muchas mujeres por no pasar tiempo con la familia no le afecta: "He hecho malabares para poder estar en los momentos que yo consideraba que eran importantes para ellos".
Belén Garijo, CEO de Merck
La almanseña Belén Garijo (60 años) está a punto de convertirse en la Ana Botín alemana, es decir, en la única mujer dentro del DAX 30, el equivalente al IBEX 35 germano, cuando asuma ya oficialmente el nombramiento de CEO de la compañía de ciencia y tecnología Merck, el próximo 1 de mayo.
Llegó a Madrid con 18 años, estudió Medicina y trabajó en el Hospital de La Paz. Y de allí ha vivido en Chicago, Nueva Jersey, Barcelona, París, Ginebra y ahora en Fráncfort. Siempre ascendiendo, siempre dando un pasito más.
Es una de las mujeres más importantes en las finanzas alemanas y una de las promotoras de avances claves para la comunidad científica que van desde la lucha contra la Covid a introducir la diversidad en los estudios sobre los medicamentos. "Si de manera natural las injusticias no se resuelven, tenemos que aplicar medidas correctoras. Pero no me gusta hablar de cuotas, sino de objetivos".
Carmen González Enguita, es jefa de Urología de los Hospitales Públicos de Quirónsalud
La doctora Carmen González (60 años) fue la primera mujer en entrar en el servicio de urología del Hospital Universitario. Hace décadas, ese departamento se consideraba sólo de hombres puesto que la mayoría de los que acuden son pacientes chicos- Hoy, en su área, están cerca del 50-50.
Ella reconoce que le ha preguntado demasiadas veces "¿cuándo viene el urólogo?" si aparecía por urgencias, pero ahora, "que ya soy más mayor", sólo le dicen "¿me operará usted, verdad?". "La edad ha superado al género".
Carmen sabe que "el poder masculino les dificulta que se puedan poner en manos de una mujer" pero advierte de que la urología no es sólo una disciplina que atienda la parte de la sexualidad masculina, "también las mujeres tenemos aparato urinario".
María Luisa Segoviano, primera presidente de una Sala en el Supremo
Esta jueza vallisoletana lleva toda la vida dando la cara por las mujeres, por su trabajo, porque se respeten sus derechos y por la igualdad. Era de justicia que fuera María Luisa Segoviano (70 años) la que hiciera historia convirtiéndose en la primera mujer en presidir una Sala del Tribunal Supremo, en este caso, la de Lo Social.
Cuando empezó no era habitual que el juez fuera jueza y tuvo que ver quien dudaba de su cargo. Pero ella ha seguido adelante con una idea vital: tenía que prevalecer en su juzgado la igualdad de género. No le molesta que la llamen "jueza feminista" ni siquiera que miren (y admiren) su imagen moderna, rompedora... pero es consciente de que, aunque ella no lo haya sufrido nunca, las juezas también tienen que soportar comentarios "que yo no he oído de ningún compañero".
Clara Sousa, astrofísica en Harvard que investiga si hay vida en Venus
La científica portuguesa es el claro ejemplo de que a las mujeres se les exige muchas veces el doble para llegar a puestos de responsabilidad. Clara Sousa (33 años) advierte de que "los departamentos científicos y de ingeniería están llenos de hombres mediocres y a nadie le importa. A ellos no les molesta y no pasa nada. Las mujeres tenemos que quitarnos el lastre de la excelencia que se nos impone".
Ha tenido que sufrir que un grupo de investigadores le preguntara a quién había copiado uno de sus trabajos en una conferencia, pero esta astrofísica está ahora en el grupo de élite que tiene que descubrir si es verdad que puede haber vida en Venus. Y toda la culpa la tiene una molécula que la ha fascinado siempre: la fosfina.
Sabrina Vega, Maestra Internacional de Ajedrez
Muchos han descubierto la magia del ajedrez gracias a una serie de Netflix, pero Sabrina Vega (33 años) lleva desde los ocho años retando a jugadores incluso mayores que ella en un tablero donde las piezas se mueven con paciencia, instinto e inteligencia.
Esta grancanaria es de las mejores jugadoras españolas y hasta derrotó, una vez, al gran Karpov. Pero advierte de que hay que cuidar a las ajedrecistas "porque algo pasa en la adolescencia que hace que muchas jugadoras abandonen entre los 14 y los 16 años". Sabrina pelea por que referentes como ella cambien la percepción de que el ajedrez es cosa de chicos.
Silvia Roldán, consejera delegada de Metro de Madrid
Es la primera mujer que dirige la infraestructura madrileña y le ha tocado vivir dos situaciones históricas muy complicadas que ha superado con éxito: la pandemia y la peor nevada que ha azotado la capital en 50 años y que ha puesto en valor su metro, el único medio que permitió la movilidad de los madrileños 24 horas al día desde que cayeron los primeros copos.
Silvia Roldán (45 años) es una amante de los trenes, de la electrónica, de las piezas, de los retos... y de la igualdad. Apuesta por un trabajo por objetivos que permita a todos conciliar sus vidas personales. Pero sobre todo, cree que el diálogo y la empatía son buenas formas de dirigir a un equipo.
Conoce al milímetro la historia de Metro y la historia de las mujeres de Metro y sabe que cada madrileño podría contar un trozo de su vida entre vagones. Asume la resposabilidad y advierte de que en el futuro, el suburbano apuesta por reforzarse y mejorar.