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En el palacio real de Rabat ya está todo preparado para que el monarca Mohamed VI reciba al presidente Pedro Sánchez con todos los honores alrededor de las 17 horas locales, dos menos que en España.
"Se lleva organizando toda la semana, y tres días para preparar la comida", explica a EL ESPAÑOL | Porfolio una trabajadora del palacio real. Además, adelanta que “no faltarán los obsequios”.
La generosidad de Mohamed VI ya se dilucidó en la última visita de los reyes de España a Rabat en 2019. Entonces, el soberano alauí agasajó a la reina Letizia Ortiz con su propio 'selham', una capa confeccionada con tejidos muy preciados, para resguardarla del frío de ese 14 de febrero.
La seguridad contra el coronavirus no faltará en esta cita. Los mandatarios llegan con la PCR obligatoria para entrar al país y enviada al palacio real, según detalla la misma fuente.
Con la caída del sol, tras la reunión bilateral entre el rey alauí y el presidente español, pasarán a degustar el 'iftar' tradicional, el desayuno con el que se rompe el ayuno durante el mes de ramadán, que en Marruecos comenzó el domingo. Es la primera comida del día y por lo tanto es muy nutritiva.
Bordeando la mesa se dispondrán platos con dátiles, dulces típicos de ramadán con avellanas, sémola y miel; huevos cocidos, leche y zumo. Todo sobre un mantel blanco, con cubertería y vajillas de lujo, y llamativos adornos florales en el centro. En recipientes de estilo marroquí se servirá una variedad de sopas: la harira tradicional, con legumbres, tomate, pasta y carne; otra harira de pescado, y una ‘shisha’, una sopa de sémola.
El atuendo de los integrantes de la casa real será la chilaba, hábito con capucha que se usa especialmente en las fiestas religiosas, y que el rey Mohamed VI extiende a muchos de sus actos oficiales. Las cabezas estarán coronadas con los ‘tarbush’, un gorro masculino que se utiliza desde el siglo pasado en Turquía y en el norte de África. De hecho, el nombre proviene de la ciudad sagrada marroquí de Fez. Allí se realiza el tinte rojo con bayas de color carmesí.
El salón palaciego estará dispuesto con mesas redondas de gran tamaño. La principal estará presidida por Mohamed VI y Pedro Sánchez, a quienes acompañarán el príncipe heredero, Moulay Hassan; el hermano del soberano, Moulay Rachid, y el primer ministro, Aziz Akhannouch, amigo personal del Rey. Por parte de España, se colocarán junto al presidente, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el embajador de España en Rabat, Ricardo Díez-Hochleitne.
De hecho, se trata de una cena con carácter de reunión de Estado, y no familiar, según explican fuentes marroquíes.
Cinco horas de reunión
Sánchez y Mohamed VI compartirán alrededor de cinco horas porque el viernes no se prevé ningún acto. Hay una invitación para pernoctar en el palacio de huéspedes dentro del propio recinto. Esta edificación fue construida en tiempo récord por el rey Hassan II, padre del actual monarca, para recibir a una invitada de honor, la reina Isabel II del Reino Unido. "Se le quiere hacer todos los honores. Un trato como el de los reyes", explican en Rabat.
En ese palacio de lujo reposaron también los monarcas españoles en sus visitas al rey alauí, gran amigo, y considerado como parte de la familia. El rey emérito y los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz celebraron dos años consecutivos el ‘iftar’ en pleno ramadán con Mohamed VI. Aunque esas ocasiones fueron más familiares, incluso compartieron cubierto con la todavía esposa del monarca, Lalla Salma, junto a sus dos hijos. Una vez se separaron, el rey acudió con sus hermanas, Lalla Hasna y Lalla Meriem, y su hermano, Moulay Rachid.
"Se lleva organizando toda la semana, y tres días para preparar la comida"
En esta ocasión, el resto de la familia real se sentará en otras de las mesas, al igual que otros invitados españoles.
El rey se ausentará a la mezquita del Palacio Real para hacer la 'salat al echaa', el rezo de la noche tras el 'iftar'. A su regreso, sobre las 22 horas, se celebrará una cena con un menú compuesto de cinco platos suculentos, donde destaca el cordero. Es propio de las ceremonias fastuosas, incluso de las bodas.
Acuerdo empresarial
En Madrid, esperan que el viaje de Sánchez sirva para anunciar acuerdos bilaterales en materias de integridad territorial, migración y terrorismo. Todo apunta a que el tráfico marítimo desde Tánger a Algeciras y Tarifa se pondrá en funcionamiento tras este encuentro, junto al control de los flujos migratorios. De hecho, en el mes de marzo ya se reanudaron las expulsiones de migrantes marroquíes desde España a Marruecos.
Por su parte, en las fronteras con Ceuta y Melilla, las fuerzas auxiliares han alejado a las personas migrantes de origen subsahariano, y las autoridades de Beni Ensar y Castillejos, las poblaciones aledañas a la frontera de Marruecos con la ciudad autónoma de Melilla, tienen órdenes de tener todo preparado para una posible apertura.
“Se van a empezar a ver los frutos de esa nueva relación que queremos establecer”, anunció Félix Bolaños, ministro de Presidencia. En Marruecos, aseguran a este medio que en esa reunión bilateral “se va a firmar un gran acuerdo de billones de euros, un conglomerado de empresas españolas y extranjeras, y lo gestiona directamente Mohamed VI”. No hay que dejar de lado el carácter empresarial de Mohamed VI, gran magnate y uno de los hombres más ricos del mundo.