Un número uno del mundo con 19 años y 129 días. El más joven de la historia. Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003) ha llegado a la cima siendo el modelo de lo que debe ser un tenista del siglo XXI. Es la suma de la materia prima -su talento nato con la raqueta- y el trabajo de toda una academia para construir un jugador de élite.
El tenis avanza a todos los niveles. Cada vez es más difícil triunfar sin pasar antes por uno de estos recintos que reúnen todo lo necesario para la formación del jugador: instalaciones deportivas, incluyendo pistas de diversas superficies; residencia para los alumnos y colegios para la enseñanza básica. Todo queda dentro de la academia.
En España hay tres, todas ellas reconocidas a nivel mundial: la Rafa Nadal Academy (Manacor, Mallorca), la JC Ferrero Equelite (Villena, Alicante), donde se ha formado Alcaraz, y la Emilio Sánchez Academy (Barcelona). Son las únicas del país que cumplen con el concepto de una verdadera academia. Las estrellas del mañana se forman allí.
El modelo de las academias de tenis está importado desde Estados Unidos. El origen de todo está en la figura del mítico entrenador Nick Bollettieri, nacido en Nueva York hace 91 años. Tuvo la visión de crear en 1978 el primer gran internado de tenis, dando su nombre a una academia localizada en Bradenton, Florida.
Reunió un ecosistema de los mejores júniores del mundo del tenis y también 'encapsuló' a algunos profesionales. "Nick aplanó el mundo del tenis de una manera muy darwiniana", definía Jim Courier. Él llegó a Bradenton en 1984, cuando tenía 14 años. Coincidió con Andre Agassi y con el paso del tiempo ambos alcanzaron el número 1 del ranking. Boris Becker, Monica Seles, Martina Hingis, Marcelo Ríos, Jelena Jankovic y Maria Sharapova también fueron los mejores del mundo y pertenecieron a la 'factoría Bollettieri'.
Este neoyorquino hijo de inmigrantes italianos tuvo incidencia en la carrera de dos iconos del tenis: las hermanas Williams, Venus y Serena. Antes pasaron por otra academia, también situada en Florida: The Rick Macci Tennis Academy. Quien da nombre al centro era el otro entrenador de referencia en los 90. Por ese entonces, en EEUU se decía que para ser alguien en el tenis había que pasar por él o Bollettieri.
La carrera de las Williams tiene una particularidad, la figura de su padre Richard. Rick Macci tuvo que vérselas con este hombre correoso que a fin de cuentas "trataba a sus hijas como niñas, les permitía ser niñas", llegó a contar el entrenador. Venus y Serena debutaron como profesionales a los 14 años -en 1994 y 1995, respectivamente- y el resto es historia del tenis.
España, paraíso del tenis
Hoy en día, estas academias siguen teniendo un nombre ilustre. Especialmente la de Bollettieri, comprada por International Management Group (IMG) en 1987 y que cuenta con hasta 52 campos de tenis de materiales distintos. Pero les ha salido competencia, principalmente por las instalaciones con las que se cuenta en España. Las condiciones del país son óptimas para la práctica del tenis casi los 365 días del año.
Hasta hace poco había cuatro academias de renombre, pero ahora son tres tras el cierre de la Bruguera Tennis Academy a causa de la Covid-19. El recinto fue comprado por el entrenador Vitaly Gorin, que pretende traer el estilo estadounidense y reabrir una academia que antes vio crecer a talentos como Garbiñe Muguruza.
La casa de Ferrero y Alcaraz
La más longeva de las que están en pie es la que ahora está de moda por Carlos Alcaraz: la JC Ferrero Equelite, de Villena. Fue creada hace casi 30 años por Antonio Martínez Cascales, cuando entrenaba a un pelotón de jugadores liderado por Juan Carlos Ferrero y completado por Santi Ventura, José Ezequiel Lido y Pedro Rico. "Este grupo era el mejor que había tenido y pensé en que no se fueran a otro sitio", explica el fundador de la academia a EL ESPAÑOL | Porfolio.
Los jugadores tenían entre 13 y 14 años y Antonio contaba con más de una década de experiencia como entrenador. "Juan Carlos tenía una oferta de Florida y pensé en hacer aquí algo similar en cuanto a concepto: una academia con un ambiente exclusivamente tenístico", explica. Empezó con dos pistas de tierra y ahora cuenta con 20 canchas de todas las superficies.
"Es una academia que no ha perdido el sello familiar", define su director. Antonio vive en la Equelite, igual que Juan Carlos Ferrero con su familia. El tenista, exnúmero 1 del mundo, puso su nombre al centro y cuando se retiró de las canchas se mantuvo allí para ejercer de entrenador, rechazando ofertas internacionales.
En esas que se cruzó con Juan Carlos y Antonio un chico de 14 años y de nombre Carlos Alcaraz. "Era como un fideo", recordaba recientemente Ferrero, pero tenía un talento brutal. De primeras, 'Carlitos' iba a la academia de martes a viernes y el lunes y el sábado iba Juan Carlos a entrenarle a Murcia. Pasados unos meses, le propusieron a los padres del joven tenista que este fuera a vivir entre semana a Villena. Desde entonces, el murciano ha contado con un equipo profesional que hoy le acompaña a todas partes.
Cada jugador tiene un plan personalizado y se programa su crecimiento, siendo en su mayoría alumnos de 12 a 18 años. "La clave es analizar bien la estructura física del jugador, pero también su carácter. Con las dos cosas intentamos hacer un tenista", cuenta Antonio. Y pone el ejemplo de Ferrero y Alcaraz: "Juan Carlos esperó a los 18 años para hacer una pretemporada de pesas fuerte. Su crecimiento iba un poco retardado. El crecimiento físico de Alcaraz ha sido mucho más rápido. Carlos se ha podido machacar a hacer pesas antes que Juan Carlos en su momento".
El éxito, para la JC Ferrero Equelite, depende de dos factores: el talento del jugador y "una determinación tenística". Poniendo de nuevo el ejemplo de Ferrero, Antonio cuenta que se sentaba a desayunar con él cuando tenía 16-17 años y estaba todo el rato viendo tenis o hablando de eso. "Eso es lo que te va a hacer trabajar todos los días".
El modelo Rafa Nadal
Las academias se basan en cinco puntos para la preparación de sus alumnos: tenis, preparación física, psicología, nutrición y tecnología. En la Rafa Nadal Academy de Manacor se encuentran las instalaciones más grandes de este tipo de toda España: 33 pistas al aire libre, 4 semicubiertas y 7 cubiertas, además de una residencia con 70 habitaciones y el Rafa Nadal International School, para niños de entre 3 y 18 años.
En el programa docente se subraya que el tenis del presente y del futuro se juega primero con los "ojos", luego con la "mente", posteriormente con las "piernas" y finalmente con las "manos". Toni Nadal, tío del tenista y director de la academia, cuenta a EL ESPAÑOL | Porfolio cuál es la receta para construir un tenista de élite del siglo XXI:
La academia fue inaugurada en 2016. Permite a los jóvenes jugadores "sumergirse en el futuro del tenis aplicando sistemas de entrenamiento personalizados combinándolos con las características que han marcado a Rafa y su espíritu ganador". Para eso se cuenta con el equipo que ha acompañado a Nadal durante su larga trayectoria, desde su tío Toni hasta el equipo de head coaches: Marc Górriz, Joan Bosch y Gabriel Urpí.
Todo se inspira en Nadal: Domingo Rosselló ha implementado una metodología para la preparación física basada en el trabajo de Joan Forcades con Rafa, el plan nutricional está diseñado por Gemma Bes (nutricionista del manacorí) y la psicología, dirigida por Carlos Fernandes, se basa en los valores del actual número 3 del mundo.
La Rafa Nadal Academy reúne bastantes jugadores que persiguen el mismo objetivo, triunfar en el tenis, y tienen condiciones de juegos similares: "¿Cuál es el problema que tuvo Rafael cuando era pequeño? Entrenábamos en el Tenis Manacor y a veces teníamos dificultad para encontrar un sparring acorde a su nivel. Hoy en día, en la academia, no tiene problema ni el Rafael actual", explica Toni a este diario.
Y el uso de la tecnología está presente. La academia cuenta con un sistema denominado RNA 360, una herramienta innovadora que lleva a cabo una medición integral de los parámetros y factores que inciden en la vida diaria de los jugadores. Los profesionales obtienen resultados objetivos y gráficos que les ayudan en el proceso de toma de decisiones de cara a optimizar la evolución de los jugadores, dentro y fuera de la cancha.
La meta, sin embargo, no es que los alumnos sean 'clones' de Nadal: "En la academia no trabajamos para encontrar un talento generacional como el de Rafael. En primer lugar, porque entiendo que es casi imposible que tengamos la suerte de tener un jugador de sus características. Tener un jugador que ha conseguido ganar 22 Grand Slam, pues es tarea casi imposible", cuenta Toni.
"Lo que pretendemos es que cada cual intente alcanzar su máximo nivel", añade desde su posición de director. Y los resultados, pese a los seis años de vida de la academia, ya se están viendo. La júnior Alex Eala, alumna del centro, ganó el reciente US Open en su categoría, igual que en 2021 Dani Rincón. Martín Landaluce, de 16 años, acaba de ganar también la versión júnior del Grand Slam neoyorquino teniendo una beca parcial en la academia de Rafa Nadal.
Aunque si hay un triunfo a celebrar en el centro de Manacor es el crecimiento del tenista noruego Casper Ruud. Llegó a la academia en 2017, compartiendo entrenamientos con Nadal. Era el 139 del mundo. Cinco años después, es el 2º de la ATP y ha jugado dos finales de Grand Slam en el mismo año contra Nadal (Roland Garros) y Alcaraz (US Open).
Los tenistas de la academia crecen al ritmo de esta, que en febrero de 2020 abrió la segunda de sus sedes en Kuwait.
Una academia global
Igual que ocurre con Nadal, Ferrero y más grandes exjugadores del tenis español, otra figura volcada en la enseñanza de los más jóvenes es la de Emilio Sánchez Vicario. El que fuera el mayor exponente del deporte de la raqueta del país en los 80 fundó, junto a Sergio Casal, hace más de 20 años su propia academia: la actual Emilio Sánchez Academy.
Lo que inicialmente eran unas instalaciones en Barcelona, ahora son cuatro complejos diferentes situados el resto en Florida y Atlanta (EEUU) y Nanjing (China). Hay una quinta sede en marcha, que se situará en Dubái (Emiratos Árabes Unidos). El centro que se encuentra en España tiene hasta 27 pistas de tenis y el edifico del colegio junto a las canchas.
Uno de los mayores talentos que ha visto crecer esta academia fue el británico Andy Murray. El exnúmero 1 del mundo y tres veces ganador de un Grand Slam llegó siendo un niño a Barcelona y entró en la academia de Emilio Sánchez Vicario. Grigor Dimitrov, Svetlana Kuznetsova, Daniela Hantuchova o Janko Tipsarevic han sido otros tenistas forjados en sus instalaciones.
Pero no va solo de crear estrellas del tenis: "Una de las cosas de las que más orgullosos estamos es de que no son solo los 20 Top-100 que hayamos creado en estos años, sino que además cada curso hay 15 o 20 alumnos que se gradúan. El 90%, a través del tenis, se va a continuar estudiando a Estados Unidos", cuenta a EL ESPAÑOL | Porfolio el propio Emilio Sánchez Vicario.
Nuestro objetivo es que los chicos y las chicas puedan desarrollarse tanto en el tenis como en la educación
En términos de educación, esta academia fue pionera en dar la oportunidad a estudiar bajo el sistema americano. "Nuestro objetivo siempre fue que los chicos y las chicas pudiesen desarrollarse tanto en el tenis como en la educación. En mi tiempo, era casi imposible en Europa compaginar el tenis y los estudios", dice el director de la academia.
"Esfuerzo, valor y disciplina" son los tres valores fundamentales sobre los que se rigen tanto la academia como sus talentos. Desde la preparación física hasta el trabajo mental. La psicología es fundamental, aunque Emilio cree que hay cosas en las que todavía hay mucho que avanzar. El alto porcentaje de abandono de la mujer en el deporte es una de ellas: "Se debe por la falta de confianza y por el miedo a la crítica. El esfuerzo que hacen las chicas es mucho más exigido por la sociedad que el del hombre", explica.
Emilio tiene claro que un tenista campeón en el siglo XXI necesita de "un conjunto de virtudes". Técnica y táctica, físico y mentalidad. Todo eso lo empiezan a trabajar desde la edad más pequeña, pero se profundiza por fases: lo táctico desde la época sub10, lo físico a partir de 11-12 años y lo mental desde que entran en la pubertad. "Y la pasión", añade como otro pilar fundamental.
Pero en esta construcción de un tenista de élite, Emilio Sánchez Vicario no quiere olvidarse de lo que hay más allá de las academias: clubes y escuelas de tenis. "Alcaraz antes era entrenado por su padre en un club pequeño y Nadal salió de la isla sin tener nada allí más que su tío", dice. Academias, clubes, escuelas y grandes campeones que se dedican a la enseñanza. España es la referencia académica del tenis a nivel mundial.
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