La primera ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania se produjo el 28 de febrero de 2022, una jornada en la que las tropas de Putin intensificaron los ataques en Járkov, la segunda ciudad del país más grande. Según la ONG Human Rights Watch (HRW), dispararon contra varias zonas residenciales con bombas de racimo, municiones prohibidas por el derecho internacional. Dejaron decenas de muertos y cientos de heridos.
España es el quinto país europeo que más refugiados ucranianos ha acogido desde el inicio de la invasión. Un total de 166.832 personas, la mayoría mujeres, han pedido protección temporal, según datos de ACNUR del 15 de febrero de 2023. La Comunidad Valenciana, Cataluña y Madrid son los territorios que más peticiones han tramitado. Sin embargo, no hay visos de que este éxodo acabe pronto: a diario, familias enteras llegan a nuestras fronteras huyendo de la guerra.
Las tropas de Rusia atacaron primero las urbes más importantes para intentar derrocar al Gobierno de Ucrania en tiempo récord. Tras fracasar, se centraron en el sur. Allí tomaron la región de Jersón en un primer paso para controlar la costa. Asimismo, trataron de conectar la península de Crimea, anexionada ilegalmente en 2014, con las repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk.
Antes de la guerra, Marianna Vishegirskaya daba consejos de belleza a sus más de 18.500 seguidores de Instagram. Sin embargo, cuando empezó la invasión, su rostro dio la vuelta al mundo por otro motivo: el fotógrafo Yevgeny Maloletka la retrató, ensangrentada y con la mirada perdida, frente a las ruinas del hospital de maternidad de Mariúpol. A los pocos días del bombardeo, Vishegirskaya dio a luz a una niña.
“Un sabotaje fulgurante”. Esa es la conclusión a la que llegaron las autoridades alemanas, suecas y danesas tras investigar las explosiones que se produjeron en septiembre en los gasoductos Nord Stream 1 y 2. Hoy por hoy, la autoría del ataque sigue siendo objeto de numerosas teorías. Y aunque Rusia es el principal sospechoso para Occidente, nadie se ha atrevido a acusar formalmente al Kremlin de volar los conductos que transportan gas a Alemania, uno de los países europeos más dependientes de la energía rusa.
En el subsuelo de Azovstal, la voz de Kateryna Polishchuk, de 21 años, recordaba al canto de un pájaro. De ahí su apodo: ptashka (pajarito). Sus canciones en medio de la oscuridad y con el ruido ensordecedor de las bombas de fondo, convirtieron a esta paramédica ucraniana en símbolo de resistencia y esperanza. "Estábamos seguros de que íbamos a morir allí. Mi fuerza era la música", confesó a EL ESPAÑOL.
En marzo, Ucrania y Rusia acordaron la creación de corredores humanitarios para sacar a los civiles de distintas zonas del país. Sin embargo, cada intento se vio frustrado. En Irpin, cerca de Kiev, varios autobuses llenos de personas que intentaban huir fueron sorprendidos por los disparos. Cientos de familias quedaron atrapadas a mitad del recorrido y la evacuación tuvo que ser suspendida.
Putin ha jugado la carta de la amenaza nuclear de manera recurrente. No en vano, Rusia cuenta con el segundo arsenal atómico más poderoso del mundo. Sin embargo, la advertencia más clara llegó después de anunciar la anexión de cuatro regiones ucranianas, cuando el presidente ruso aseguró que utilizaría “todos los medios a su alcance” para proteger el territorio. “No es un farol”, aclaró.
Rusia ha cometido -y sigue cometiendo- crímenes de guerra en Ucrania. Así lo sostiene una investigación de Naciones Unidas en la que se acusa a las fuerzas del Kremlin de perpetrar “ejecuciones sumarias”. Por el momento, la Justicia ucraniana ha condenado ya a 25 soldados rusos por asesinar, torturar y ejercer violencia sexual contra civiles.
El “chef” de Putin. Así se conoce al oligarca Yevgueni Prigozhin, dueño de la compañía de catering que trabaja para el Gobierno ruso. No obstante, ese no es su único negocio: también dirige el Grupo Wagner, organización mercenaria que fundó en 2014. A pesar de pertenecer al círculo íntimo de Putin, el empresario ha criticado los movimientos del Ministerio de Defensa a lo largo de toda la contienda en Ucrania.
Tras semanas de tira y afloja, Alemania desbloqueó en enero el envío a Ucrania de sus sofisticados blindados Leopard 2. Eso llevó a más de una decena de países, entre ellos Estados Unidos, a aprobar el envío de unos 450 tanques pesados. Y aunque las tropas de Zelenski primero tendrán que aprender a manejarlos, su despliegue en el campo de batalla podría cambiar el curso de la guerra.
Ucrania y Rusia llevan semanas preparándose para la gran batalla del Donbás. Allí, Putin ha concentrado a decenas de miles de hombres recién movilizados. Su intención es dominar una zona que está en guerra desde 2014 cuando, tras la revolución del Euromaidán y la invasión de Crimea, estalló el conflicto armado entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos apoyados por el Kremlin.