Un hombre armado con cara de sorpresa al ver dos civiles entrando en la base de la Legión nos recibe. Las miradas extrañas de gente empuñando fusiles infunde miedo, a pesar de ir acompañados por un sargento y un alférez en todo momento. Nada más llegar abandonamos un coche utilitario para subir a un Santana Aníbal, desde luego más incómodo y ruidoso, además de un aspecto militar inconfundible.



Varias barreras después las miradas de desconfianza continúanel vehículo empieza a recorrer los caminos del campo de tiro. El estruendo de la chapa, el motor y el aparataje de comunicación y soportes de armas hacecomunicación y soportes de armas hacen imposible oírse en el interior. El semiblindado al que seguimos nos lleva por sendas poco transitadas, se ven varios vehículos anfibios LAV a los alrededores, señales que indican prohibición a tanques y subimos por pendientes que la gran mayoría de coches no serían capaces.

Tres tiradores empuñan AW Accuracy Rodrigo Mínguez

Al abrir la caja se oye de fondo, "ahí está el Barret", el arma de mayor calibre y más potente a su disposición. Con una munición que casi no cabe en la mano, su uso está prohibido contra personas, es lo que se llama un rifle antimateria. Sus disparos pueden inhabilitar tanques y cada bala puede estar cerca de 1 kg de peso. Al grito de "va Barret" todos los presentes se equipan con auriculares de protección. Segundos después un disparo audible a kilómetros corta la respiración y una nube de polvo se levanta alrededor.

Un tirador de la BRILEG localiza su objetivo antes de disparar un Barret Rodrigo Mínguez

A lo largo del primer ejercicio de entrenamiento se puede ver la increíble precisión que tienen para abatir objetivos difícilmente visibles a simple vista, calculando humedad, el aire que pasa entre las lomas y hasta la rotación de la tierra si fuera necesario.