¿Qué hay en el armario de un político? Algún que otro jersey, zapatos, ropa interior… incluso alguna mala decisión o un "que de esto no se entere nadie, que si no…" Todos tenemos un poco de aquello. Ahora parece ser que hay gente buscando eso mismo en el armario de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Son como pequeños duendecillos ocultos entre los pliegues de la ropa, esperando el momento en el que den con esa camisa de once varas que complique la vida para pegar un brinco gritando "¡Ajá!". Ahora, la pregunta es qué características tiene ese pequeño ser. Hay quien dice que puede ser de color azul clarito con ínfulas de charrán, que no gaviota. Eso es lo grave.
Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en un fenómeno imparable, algo que incomoda fuera de su Partido Popular, pero también dentro. En la oposición de la Asamblea de Madrid, por los motivos ideológicos evidentes y porque el rival tiene un jugador que ante cualquier encuesta se pasea por el campo como la España del 12-1 contra Malta. Y en sus propias filas, un poco por lo mismo: porque es a ella a quien la gente grita presidenta y ha ensombrecido las estrategias y la popularidad de aquellos que habitan Génova. Ha bastado con verla este viernes en el congreso del PP andaluz. "Vuela libre y toma tus propias decisiones, sólo se desgasta quien se comporta como una marioneta", le ha dicho Ayuso, que ha salido ovacionada, a Juanma Moreno Bonilla. Mientras, la guerra interna ya ni siquiera se disimula y basta con hablar con gente del partido para ver que nadie se fía de nadie.
La cacería contra Ayuso se ha intensificado en los últimos días. El PSOE y Unidas Podemos en la Asamblea han registrado este jueves una petición para llevar a cabo una comisión de investigación sobre los contratos que otorgó el Gobierno regional durante el estado de alarma. El objetivo es ver si se favoreció a su hermano, Tomás Díaz Ayuso, al que además acusan de ir rondando por distintos hospitales de la Comunidad haciendo lobbismo para que se contratara a una empresa afín a él. Fuentes de la oposición cuentan a EL ESPAÑOL | Porfolio que existe un dosier con nombres y fechas de las supuestas reuniones circulando por ahí, pero que aún les falta demostrar ingresos bancarios para poder hacer acusaciones en firme y eso sólo lo podrá comprobar un juez.
Pero, a fin de cuentas, que la oposición intente perjudicar a un líder del signo contrario forma parte del juego político habitual. Lo insólito en el caso de Ayuso son todas las afirmaciones de que es el propio Partido Popular el que está buscando trapos sucios para torpedear la imparable carrera de la presidenta. "Yo afirmo lo que publicaron algunos medios, que Génova va diciendo que están buscando algo para que Ayuso no se pueda presentar al congreso del PP madrileño. Son expresiones y hechos insólitos", decía este jueves, en una entrevista en la Cadena SER, la exportavoz del partido Cayetana Álvarez de Toledo, otra de las protagonistas de esta semana y de esta batalla.
"Sí que se está produciendo esa campaña, aunque no sabemos si de dentro del PP, en un intento de desgastarla y derribarla. Están moviendo cosas de su familia que son difamaciones sin prueba", comenta a esta revista una fuente del Partido Popular en Madrid. "Se está hablando de gente de la dirección nacional diciendo que esta vez no serán cremas, sino aviones", cuenta, en referencia al vídeo que tumbó a Cristina Cifuentes. Y hace referencia a que el punto débil que le están buscando a Ayuso puede estar en las gestiones para conseguir material sanitario durante el estado de alarma. "Es una situación muy desagradable, pero ella está centrada en la gestión. Yo no sé de dónde salen todas estas cosas, pero si se demuestra que el partido ha tenido algo que ver, sería una situación gravísima", sentencia.
"Están moviendo cosas de su familia que son difamaciones, desagradables, sin prueba"
Y es que esta situación recuerda inexorablemente a la vivida por Cristina Cifuentes. La que fue presidenta de la Comunidad entre 2015 y 2018 era una promesa política, igual que Ayuso, hasta que estalló el caso Máster y se atrincheró en Sol enfrentándose a Génova. Entonces, salió un vídeo de ella que había estado guardado en un cajón durante años y en el que aparecía robando cremas en un supermercado. Ese fue el golpe de gracia a toda una carrera política. Y así de fácil es: diez años de poder tumbados por 25 euros.
En el caso de Ayuso, no son cremas. Los ataques que está recibiendo ahora la presidenta siempre tienen un elemento en común: que tocan a su familia. Ya pasó con su padre, Leonardo; está pasando con su hermano, Tomás; y hay quien apunta que incluso podría pasar con su exmarido, Sergio, conversación de la que todo el que la conoce huye despavoridamente cada vez que se menciona su nombre. Diversos medios ya han apuntado que no se descarta desempolvar un capítulo de la vida más personal de Ayuso, y muchos piensan que puede ir por ahí. Todo, por ahora, sin la menor prueba y con el único objetivo de desacreditarla. Como los dosieres fantasma: se dice que existen pero nadie los ha visto ni tocado.
El hermano, por todas partes
La polémica sobre Tomás Díaz Ayuso, el hermano de la presidenta, volvió a saltar el viernes de la semana pasada. La diputada del PSOE en la Asamblea Carmen López dijo, durante una intervención, que se estaba dedicando "a ir a los hospitales a sugerir con qué empresas" deben contratar los mismos. Estas acusaciones generaron un revuelo que acabó con ella siendo expulsada y con sus compañeros de partido abandonando el pleno. A ellos se sumaron, en un movimiento inédito, los diputados de Más Madrid, Unidas Podemos y también Vox.
Con ese asunto en el aire, la tensión ha escalado esta semana y, el jueves, el PSOE registró una solicitud para crear una comisión de investigación sobre los contratos que el Gobierno regional concedió durante la pandemia por la vía rápida, sin concurso. El objetivo de esto, de nuevo, va contra el hermano: el Ejecutivo madrileño adjudicó partidas de hasta 70.500 euros a favor de una empresa para la que trabaja Tomás, Artesolar Iluminación SL. Además, Más Madrid registró otra petición para que comparezca el hermano de la presidenta.
"Nosotros no estábamos haciendo demasiado caso al tema del hermano hasta que hemos visto cómo se ha puesto el Partido Popular con el asunto", comenta un diputado de la oposición, en conversación con esta revista. Cuenta además que los sindicatos de los hospitales informaron al PSOE sobre las supuestas visitas de Tomás y que se ha elaborado un dosier con todos los detalles y que antes o después verá la luz. Sin embargo, aún no pueden hacer ninguna denuncia en firme porque les falta la presunta puntilla que demuestre todo.
Tres años más mayor que ella, Tomás Díaz Ayuso es su único hermano y forma una parte fundamental de la vida de la presidenta. No sólo son mejores amigos, sino que los tres hijos que tiene él -un chico con su primera pareja y dos niñas con la segunda- son los que le faltan a ella, según sus propias palabras. Además, Tomás le presentó a quien ahora es su actual pareja, Alberto González.
Diplomado en gestión comercial y marketing por la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, Tomás jugó un papel clave en la complicada relación que tuvo la presidenta con su padre, Leonardo. Aunque él siempre ha estado más vinculado al progenitor que ella. De hecho, Tomás trabajaba en la empresa familiar Sismédica SL y se hizo cargo de ella cuando el padre empezó a sufrir demencia senil. En la actualidad sigue al frente de la misma y está vinculado con otras dos empresas familiares que se dedican al comercio al por menor de artículos médicos y ortopédicos.
Sin embargo, los ataques que está recibiendo Tomás no son por ninguna de estas cuestiones. El hermano es una habitual referencia en la tribuna del Parlamento regional desde que se descubrió que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid había estado adjudicando, desde septiembre de 2019 hasta marzo de 2020, contratos menores -por ende, sin concurso público- por un valor de 70.503,41 euros a la empresa Artesolar Iluminación SL, especializada en la fabricación e instalación de lámparas LED. Tomás trabaja en ella desde 2016.
Este es el motivo por el que se quiere abrir una comisión de investigación. Por fuera, la oposición ve un filón para atacar a la presidenta. Por dentro, el Partido Popular en Madrid ve un afán de judicializar la política "en un intento de desgastarla y derribar a la presidenta", dice uno de sus miembros. El hermano es la batalla de ahora, pero no es la primera ni será la última. ¿Qué más hay?
Del padre al exmarido
Los ataques a la familia de Isabel Díaz Ayuso que tanto disgustan en las filas de los populares de Madrid tienen un precedente clarísimo, del que además se han producido novedades, también, esta semana. Se trata de todo lo que ha rodeado a su padre y el préstamo que le concedió la empresa pública regional Avalmadrid, que planea sobre la figura de la presidenta desde que asumió el poder. Pero vayamos por partes.
En marzo de 2011, tres años antes de fallecer el progenitor, la empresa pública de crédito le concedió un préstamo de 400.000 euros a Infortécnica SL, controlada al 50% por Leonardo Díaz. Ese aval estaba respaldado por los socios de la misma con sus propios inmuebles y, a la hora de devolverlo, la empresa no abonó nada y los avalados se desprendieron de sus bienes. El padre de la presidenta, entonces, donó sus dos casas, una en Ávila y otra en Madrid, a los hermanos Tomás e Isabel.
La polémica estalló en 2019, al poco de que Ayuso llegara al poder en la Puerta del Sol, y la ha ido acompañando hasta ahora. Pero con novedades. La denuncia interpuesta por la Asociación Libre de Abogados, en la que acusan a la presidenta de alzamiento de bienes, ha recibido un portazo esta semana cuando la Fiscalía del Tribunal Supremo se ha opuesto a investigarlo. Según el órgano fiscalizador, Ayuso "ni tuvo relación o participación alguna en la actividad de la sociedad Infortécnica SL, ni se benefició en modo alguno del crédito-aval concedido por Avalmadrid a esta sociedad, ni puede ser considerada deudora en relación con el impago de ese crédito".
Este proceso ha sido especialmente duro para la presidenta por la relación que tenía con su padre. Los que le conocieron le definen como una persona muy complicada en el trato hacia sus hijos y que murió dejando a su viuda, la madre de Ayuso, con la pensión embargada por las deudas. Debido a esa relación, la ahora presidenta se fue de casa a los 22 años, se pagó la carrera de Periodismo trabajando, se fue a vivir a Irlanda y, luego, a Ecuador. Contaban algunos de estos conocidos a un suplemento dominical que ella le recuerda desde el enfado para no hacerlo desde la lástima.
En esa etapa de la que la presidenta no quiere hablar demasiado, por motivos personales e íntimos obvios, también hay otro personaje importante y los rumores cuentan que podría acabar convirtiéndose en uno de los objetos para atacar a Ayuso, igual que Leonardo y Tomás. Se trata de Sergio Hernández, el misterioso hombre con el que la presidenta estuvo casada entre 2007 y 2011 -sólo tres años duró el matrimonio-. Cada vez que se pregunta a alguien de su entorno por esta persona, todo son balones fuera y evitar a toda costa la conversación. Aseguran que ni siquiera la presidenta habla de ello a sus amigos cercanos, que es un episodio de su vida que siempre prefiere obviar.
Según ha podido recabar EL ESPAÑOL | Porfolio, Sergio proviene de una buena familia almeriense y recaló en Madrid para trabajar en el sector del golf. Fue director deportivo del campo El Encín, en Alcalá de Henares (Madrid) y actualmente se encuentra en Cádiz. Del Atlético de Madrid y fumador empedernido, su verdadera pasión es el deporte de los hierros y ha hecho de su profesión organizar torneos, mientras en su tiempo libre también juega en competiciones amateur. Además de una empresa de ese mismo deporte, regenta otra de alquiler de material para eventos, a medias con su hermana y que creó su madre.
Todo lo que rodea su figura y la relación con Ayuso es un auténtico misterio. Además, la reacción de la gente cuando se pregunta por él ha hecho que se empiece a especular y se difunden rumores de lo más variopinto sobre el asunto, sin ningún tipo de evidencia más allá del correveidile. Hay quien apunta que esos detalles íntimos que podrían acabar viendo la luz tienen que ver con él. La guerra, el insinúa y desgastarás, está desatada contra la política que se ha convertido en estrella indiscutible de la derecha y que sigue imparable en las encuestas.
Guerra en el PP
Pregunta.—No quiero ser malpensado, pero es lógico que la oposición haga campaña contra la presidenta. Sin embargo, los ataques contra ella se han intensificado desde que la situación se ha complicado en el Partido Popular.
Respuesta.—Los adversarios de otros partidos aprovechan estas cosas cuando se producen este tipo de cuestiones internas. Quiero pensar eso. Si esto es fuego amigo, como se está diciendo por ahí, se estarían volviendo locos porque sería disparar contra el principal activo político del Partido Popular.- comenta una fuente del PP en Madrid.
Se estén produciendo o no estos ataques desde las propias filas de la formación, lo cierto es que la situación interna en el Partido Popular se está volviendo irrespirable. Basta con ver a la presidenta en Antena 3 diciendo que hace tiempo que no habla con Casado, alguien que hasta hace poco era su amigo. En líneas simples: Ayuso quiere liderar el PP madrileño, actualmente regido por una gestora, y adelantar el congreso regional -lo que favorece sus intenciones-; frente a Génova, la dirección nacional del partido, que quiere dejar las cosas como están, centrarse en aupar a Pablo Casado y no decantarse en Madrid aún entre Ayuso, el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, o una tercera vía.
Fuentes de Génova cuentan a esta revista que Pablo Casado se siente fuerte en las encuestas, remontando, y con capacidad para plantarle la batalla al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que espera una Navidad llena de movilizaciones sociales. Además, aseguran que las fechas del congreso ya están decididas y que si se movieran podrían generar un precedente para tener que ceder en otras cuestiones más tarde. Y, por supuesto, aseguran que para nada se están preparando informaciones negativas contra Ayuso. Incluso, que es denunciable que alguien afirme eso sin tener fundamento.
Se refieren, evidentemente, a Cayetana Álvarez de Toledo, que esta semana ha añadido más leña al fuego asegurando que hay filtraciones contra la presidenta madrileña que parten de la sexta planta de Génova, donde se encuentra el despacho de Pablo Casado. El silencio de la cúpula nacional frente a estas acusaciones había desencadenado un "el que calla otorga". Sin embargo, la vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, ha respondido contundentemente este viernes llamando a Álvarez de Toledo "personaje" y asegurando que se está dedicando a desprender odio.
"Si esto es fuego amigo, se estarían volviendo locos, sería disparar contra el principal activo político del partido"
EL ESPAÑOL | Porfolio ha consultado a un histórico dirigente del PP que ve en esta guerra un suicidio político de Pablo Casado. Entiende que se está llevando a cabo una estrategia para disciplinar el partido igual que la que llevó a cabo José María Aznar a principios de los 90, pero que en este caso carece de sentido porque no hay un superliderazgo. "Ni Casado es Aznar ni Teodoro García Egea es Francisco Álvarez-Cascos", afirma. "El PP no es nada en Cataluña ni en País Vasco. En Galicia no pincha ni corta nadie más que Alberto Núñez Feijóo. El único sitio donde está muy fuerte es en Madrid. Y es ahí donde han iniciado una pelea contra Ayuso, que es la líder indiscutible que arrastra votos", reflexiona y augura que, a este paso, Casado no va a llegar a las próximas elecciones generales.
Mientras tanto, la cacería sigue sobre la presidenta Isabel Díaz Ayuso. Viene de lejos, las bombas caen cerca. Recuerda a Cristina Cifuentes, contra quien se llegaron a lanzar pasquines acusándola de abortista en unas elecciones madrileñas, aunque Ayuso no es como la expresidenta. Sobre esta situación, la de ayer, la de hoy, la de mañana, revolotea esa frase que dijo el exministro Pío Cabanillas: "Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros".