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Hay que ver. Lo de Mariano Rajoy (66 años) es digno de estudiar en una universidad de Wisconsin, Massachusetts, o cualquier ciudad norteamericana que le dé prestigio al asunto. Cuando gobernaba, poco más y era un tirano. Y, encima, indolente. Era el de la Ley Mordaza, el de la reforma laboral, el de los indescifrables papeles de Bárcenas. Iba por ahí con el laissez faire como bandera; ya podía estar Cataluña ardiendo, que él leía el Marca; ya le podían estar haciendo una moción de censura, que él se quedaba en el bar. Hoy es como si ya no quedara nada de eso, y quien le odiaba reconoce en voz baja que le parece hasta gracioso. Hoy… Hoy ha venido a divertirse a El Hormiguero... ¡Mariano Rajoy!
Estudios aparte, estos días que corren se está produciendo una confluencia de ambas facetas del expresidente. El pasado 20 de noviembre se cumplieron 10 años desde que ganó las elecciones, en 2011, y que le llevaron a la Moncloa hasta junio de 2018. Y el próximo miércoles, 1 de diciembre, publica su nuevo libro, Política para adultos (Plaza & Janés), con el que espera volver a convertirse en un fenómeno editorial, repitiendo la gesta de Una España mejor (misma editorial) con el que se convirtió en el autor más vendido de libros políticos. De nuevo, el expresidente sale de la sombra de su Registro Mercantil número 5 de Madrid para acaparar titulares y presentaciones, aquí y allí, que le llevarán por una tournée de la que de verdad disfruta.
Por ello, EL ESPAÑOL | Porfolio investiga a qué dedica sus días en la actualidad y cuáles son las fuentes de ingresos de una persona cuya mayor característica definitoria es lo que fue y nunca volverá a ser: presidente del Gobierno. Uno de los asuntos más llamativos, y desconocido hasta ahora, es que Mariano Rajoy es un empresario por cuenta propia especializado en el alquiler de bienes inmuebles. Según ha podido comprobar esta revista, el exmandatario figura como autónomo y tiene nada menos que 16 propiedades.
Este emporio inmobiliario está compuesto por ocho viviendas repartidas entre su Santiago de Compostela natal, Pontevedra, Sanxenxo (todas ellas ciudades gallegas), Madrid y Gran Canaria. Tiene, además, siete plazas de garaje y es propietario de una parte indivisible de un gimnasio, con piscina y sauna, en una comunidad de vecinos en Madrid. Muchos de estos bienes ya los compró antes de llegar a ser presidente del Gobierno, otros los ha heredado después. Sin embargo, ni cuando era diputado estuvo reflejando en su Declaración de Bienes y Rentas la cifra real de sus propiedades.
Aunque del alquiler de estas propiedades el ahora expresidente se saca un sobresueldo, ni mucho menos se trata de su vía de ingresos principal. Su trabajo en el Registro Mercantil número 5 de Madrid le reporta un salario de entre 1 y 1,2 millones de euros al año, tal y como ya adelantó este diario, y ahora podrá jubilarse dos años más tarde gracias a una enmienda del PDeCAT. Además, fuentes del Ministerio de la Presidencia confirman a esta revista que también está recibiendo la paga vitalicia a la que tienen derecho los expresidentes: 74.580 euros más al año para él.
Rajoy tiene 16 propiedades, de las cuales ocho son casas, repartidas por Galicia, Madrid y Gran Canaria
¿Le falta algo más a Mariano Rajoy para apuntalar su éxito particular y el de su cartera? Pues el haberse convertido en el autor de libros políticos que más vende de España, más de 100.000 copias en el anterior. Y vuelve ahora. Cuánto ha cobrado por su labor de escritor es algo desconocido, pero la experiencia anterior le gustó tanto que, en cuanto terminó de escribir Una España mejor, se puso con el segundo.
Las ciudades que pueblan sus bienes en alquiler, un trabajo millonario con jornada de funcionario, una paga vitalicia por la que no tiene que tributar nada y su faceta de best seller... Todo eso son los mimbres que constituyen la identidad del Mariano Rajoy de hoy en día. Vamos a trazarlos.
La Pontevedra 'non grata'
En la partida de nacimiento de Mariano Rajoy pone que vino a la vida el 27 de marzo de 1955, en Santiago de Compostela. Sin embargo, en realidad, él es de la ciudad de Pontevedra. Ahí recaló cuando tenía 15 años, estudió en el instituto Sánchez Cantón, empezó en eso de la política que tan lejos le ha llevado, conoció a su mujer -Elvira Fernández- en el bar El Universal cuando se la presentó su hermano Luis y, más tarde, se casó. Para adivinar el sentimiento que le profesa a la ciudad, basta con ver cómo sufrió cuando en 2016 el Ayuntamiento le nombró persona non grata.
Y por esta ciudad gallega es por dónde se puede empezar a trazar el emporio inmobiliario del expresidente del Gobierno. Según las notas simples del Registro de la Propiedad a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL | Porfolio, Rajoy tiene dos viviendas y tres plazas de garaje en Pontevedra. No se sabe exactamente el año en el que adquirió todo ello, pero en su Declaración de Bienes y Rentas del Congreso de los Diputados informó de que tenía una oficina en la localidad que había comprado en 1989 y un apartamento con plaza de garaje que compró en 1987.
Rajoy fue elegido diputado regional en las primeras elecciones autonómicas gallegas, celebradas en 1981, y dos años después pasó a ser concejal del Ayuntamiento pontevedrés, así que ahí siguió haciendo vida sus primeros años en política. Esa oficina que declaró años después en el Congreso, debe de ser el inmueble de 109 metros cuadrados ubicado en una céntrica calle y cuyo titular es él al 100%. Sin embargo, el Registro de la Propiedad asegura que, en la actualidad, el inmueble se encuentra en construcción y que se trata de una vivienda, según la naturaleza de la finca. Esto podría suponer que se está remodelando para dar lugar a un piso.
La segunda vivienda que tiene en Pontevedra es un piso de 162 metros cuadrados. Cuenta con vestíbulo, sala de estar comedor, cuatro dormitorios, dos baños y un aseo, cocina, sala de oficio y cuarto de plancha. Se podría pensar que esta es la segunda propiedad que declaraba en el Congreso, sin embargo, no hay rastro de la misma ya que esa la había comprado y el piso de 162 metros lo ha heredado. Podría tratarse de algún inmueble familiar, pero lo extraño es que lo tendrían que haber heredado también sus hermanos y no es el caso. Él es el titular completo. Además, en ese edificio, situado algo más a las afueras, el expresidente tiene tres plazas de garaje, algo que también reporta beneficios al alquilarse.
En Sanxenxo, de veraneo
Mientras, de niño y en el comienzo de su actividad política, Mariano Rajoy pasaba los días en Pontevedra, los veranos toda la familia se iba a la localidad costera de Sanxenxo. Empezó a hacerlo, también, a los 15 años, cuando dejaron de acudir a Villagarcía de Arousa, y lo ha seguido haciendo después, cuando fue presidente del Gobierno y aún ahora en la actualidad.
El expresidente cuenta en este conocidísimo enclave turístico con dos viviendas y una plaza de garaje. Su favorita es la que se encuentra en el paseo de Silgar, antigua avenida del Generalísimo, cuya terraza da directamente a la playa y a un paseo marítimo por el que es habitual verle hacer deporte cuando consigue escaparse al norte. Esta sí la ha declarado en el Congreso, y la compró en 1987. Consta de 97 metros cuadrados y es 100% suya.
Además, tiene una plaza de garaje de 12,5 metros cuadrados, que comparte en gananciales con su mujer, y otra vivienda familiar que heredó poco después de dejar de ser presidente. Se trata de un piso de 128,6 metros cuadrados que pertenecía al padre, Mariano Rajoy Sobredo, que falleció el 1 de noviembre de 2018. Un mes después de aquello, pasó a los tres hermanos, Mariano, Enrique y Mercedes -el cuarto hermano, Luis Rajoy, falleció en 2014 víctima de un cáncer-. En la actualidad, también son propietarios su cuñado, Francisco José Millán y sus tres sobrinos, ya que su hermana Mercedes también falleció, de manera repentina en 2019, y ellos heredaron.
Aunque la localidad recuerda, indudablemente, a toda esa familia de Rajoy que ya no está, el expresidente sigue siendo fiel aún a día de hoy a sus citas veraniegas en Sanxenxo. Es socio del Real Club Náutico, se pasa por restaurantes como el Rotilio, o se toma cervezas en El Aviador, y hace caminatas por la Ruta da Pedra e da Agua. Va con su familia, con su mujer e hijos, y también aprovecha para ver a amigos como José Benito Suárez, el marido de la expresidenta del Congreso Ana Pastor.
La de Sanxenxo no es la única vivienda que comparte con su familia. El expresidente tiene otro piso en Santiago de Compostela, de 73 metros cuadrados, que heredaron los hermanos y, más tarde, los herederos de su hermana Mercedes. También tiene junto a ellos un bungalow de 50 metros cuadrados en la urbanización Puerto Rico, en la zona de Mogán, en Gran Canaria. Esta vivienda la compraron, en 2004, Enrique, Mariano, Mercedes, la mujer del expresidente y su padre. Los tres hermanos heredaron esa parte cuando el progenitor del clan falleció. Y lo mismo pasó después con los herederos de Mercedes.
Madrid, por supuesto
Rajoy es gallego. Muy gallego. Hay hasta quien vio posos de su tierra en su forma de gobernar, por la aparente indecisión que luego mutaba a un inmovilismo táctico. Sin embargo, no se puede entender su figura sin la presencia de Madrid, la capital del Estado que llegó a gobernar y ciudad en la que desarrolló gran parte de su vida y la faceta más importante de su arista política. El expresidente llegó a Madrid a finales de los años 80, con la refundación de Alianza Popular en el partido que se conoce hoy día. Y le hicieron miembro de la Ejecutiva Nacional, ministro de Administraciones Públicas, ocupó otros ministerios, fue líder de la oposición y, finalmente, presidente del Gobierno.
Por eso, Madrid es la ciudad en la que tiene más bienes inmuebles: seis. La primera casa que se compró en la capital fue un piso que adquirió el 23 de julio de 1991. Aunque ubicado en un sitio privilegiado, paralelo al Paseo de la Castellana y muy cerca del Museo Sorolla, se trata de una vivienda relativamente discreta; de 70 metros cuadrados. Tiene vestíbulo, cuarto de baño, aseo, cocina, salón y dormitorio. Y está repleta de comodidades: tiene una zona de recreo con gimnasio, sauna, cancha de raquetbol y una piscina de 59 metros cuadrados. Él es propietario de una parte indivisa.
Además, tiene su vivienda habitual en la localidad madrileña de Aravaca, que comparte en gananciales con su mujer, Elvira. Ambos se la compraron en 1998, mientras era ministro, y tiene 280 metros cuadrados repartidos en dos plantas. A pesar de que el chalé tiene aparcamiento, el matrimonio también es propietario de tres plazas de garaje.
Aunque en las notas simples no figura si alquila todas estas propiedades o no, lo seguro es que tiene a su completa disposición el chalé de Aravaca y las casas de veraneo en Sanxenxo y Gran Canaria. Todo lo demás está abierto al alquiler. Y esto es algo que lleva haciendo muchísimos años. En el Registro Mercantil, Rajoy figura como un autónomo desde hace 29 años. Su actividad en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas es la 6820 de "alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia".
Rajoy es autónomo porque sus ingresos superan el SMI (más de 965 euros al mes) y cumple el criterio de habitualidad. Dan cuenta de que se trata una actividad alargada en el tiempo sus 29 años haciéndolo. Y en la última declaración de Bienes y Rentas entregada en el Congreso de los Diputados en julio de 2018, aseguraba haber ganado 20.214 euros en el ejercicio anterior por el arrendamiento de bienes inmuebles.
Mariano Rajoy es, de largo, el expresidente del Gobierno que más propiedades tiene. EL ESPAÑOL | Porfolio ha pedido las notas simples de los demás exmandatarios vivos y se quedan muy cortos a su lado. José Luis Rodríguez Zapatero tiene dos casas -una en Madrid y otra en Lanzarote-, dos oficinas heredades y una plaza de garaje. El matrimonio formado por José María Aznar y Ana Botella tiene una vivienda en Marbella y otra en la capital. Y Felipe González ha dejado de tener el resto de sus propiedades registradas y se ha quedado sólo con una finca familiar en Dos Hermanas (Sevilla).
Todos los derechos.
Mariano Rajoy. Como expresidente del Gobierno, tiene derecho a dos funcionarios designados a su propuesta, un coche con conductor, pase libre en compañías de transportes regulares del Estado, escolta y una dotación para gastos de oficina y alquiler de inmuebles. Además, tiene un salario vitalicio asignado. Todos los expresidentes vivos disfrutan de ello.
Mariano, de profesión: registrador
A pesar de los numerosos bienes inmuebles con los que cuenta Mariano Rajoy y los ingresos que le vienen de alquilarlos, su actividad más rentable sigue siendo la de registrador de la propiedad en el Registro Mercantil número 5 de Madrid. Y eso que la carrera política se le desdibujó algo antes de lo previsto.
Fue en 2018, durante la primera moción de censura que triunfaba en España, aquel viernes 1 de junio en el que él despachaba asuntos en un bar mientras su escaño en el Congreso de los Diputados estaba coronado por el bolso de la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Ese día, nació su nueva vida. Primero, la mudanza exprés del palacio de la Moncloa, apresurada por las prisas de Pedro Sánchez por llegar al edificio; después, el ¿ahora qué?
Poco tardó en responder a la pregunta. En un movimiento hasta ahora inédito en los expresidentes, Rajoy volvió unos días después, el 20 de junio de 2018, a su trabajo anterior, a ocupar la plaza que había dejado libre en 1981 en el Registro de la Propiedad de Santa Pola. Al igual que, antes o después, habían hecho sus predecesores, acabó por rechazar su entrada en el Consejo de Estado. Tenía derecho a ello por ser expresidente y habría recibido un sueldo de 100.000 euros brutos anuales.
Si rechazó todo aquello fue porque Rajoy tenía otras cosas en mente. Tras pasar por Santa Pola, Rajoy se trasladó el 22 de octubre al Registro Mercantil número 5 de Madrid. Junto al de Barcelona, el de la capital es el más jugoso de España y donde solicitan plaza los aspirantes de más antigüedad. Y es que, a pesar de que hay que pasar unas oposiciones, un Registro así funciona como una empresa privada -incluso gestionan ellos las contrataciones- y sus sueldos no son los de los funcionarios, sino que reparten beneficios según el resultado del balance.
En un enclave por el que pasan la mayoría de las gestiones de Madrid, es fácil imaginar que mueve muchísimo dinero. Sin acceder a la declaración de la renta de Rajoy es imposible saber en cuánto se sitúa esta cifra. Sin embargo, una fuente que accedió a la de uno de los compañeros ya afirmó a este diario que su sueldo se mueve entre los 1 y los 1,2 millones anuales. Todos los registradores, excepto el director del Registro, reciben la misma cantidad.
Estos días se ha producido una novedad curiosa respecto a su trabajo como registrador. El expresidente del Gobierno tendría que haberse jubilado, de manera obligatoria, al cumplir los 70 años, dentro de cuatro. Sin embargo, en el Congreso de los Diputados, el partido independentista catalán PDeCat ha propuesto una enmienda al Proyecto de Ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones para alargar dos años la jubilación de registradores y notarios, que ha sido aprobada. Esto es algo que ya se sopesó durante el mandato de Rajoy, pero no se hizo para que no pareciera que se beneficiaba a sí mismo. Al final, el círculo ha cuadrado y podría decirse, entonces, que los independentistas le han regalado al expresidente popular un par de años más de sueldo millonario.
A esta cifra que cobra como registrador hay que sumar el dinero que ingresa de la paga vitalicia que tiene como expresidente del Gobierno. Una fuente del Ministerio de la Presidencia confirma a esta revista que ninguno de los cuatro exmandatarios ha renunciado a esta paga, algo que desmiente las numerosas informaciones que indican que tanto Rajoy como Zapatero la rechazaban. Así, entre los cuatro se reparten 298.320 euros destinados en los Presupuestos Generales del Estado, por lo que tocan a 74.580 para cada uno.
Por su trabajo en el Registro Mercantil de Madrid, el expresidente cobra entre 1 y 1,2 millones al año
Su trabajo en el Registro es relativamente fácil, aunque está en continua transformación y requiere de un minucioso estudio de las leyes que van saliendo. Su labor es realizar un examen jurídico de la documentación que se presenta para, si todo está en orden, pasar a inscribir la empresa o sociedad. En caso de que haya algún tipo de problema tiene que emitir un juicio explicando los defectos. Para cada documento que entra, además, dispone de un plazo máximo de 15 días para responder. Todos los días abandona su puesto de trabajo a la hora de comer y ya no vuelve. Eso le da tiempo para una faceta que ha descubierto recientemente: la de escritor.
Mariano, de profesión: escritor
Ahora que se han cumplido 10 años desde que el PP ganó las elecciones del 20 de noviembre de 2011 con mayoría absoluta, conviene revisar lo que ha dejado escrito sobre aquello. En su libro Una España mejor, publicado en 2019, cuenta que él pensó ese día que toda su carrera política había cobrado sentido. Sin embargo, añade, se equivocó. Dice que después se dio cuenta de que lo bueno de todo aquello era haber dejado una España mejor que la que recibió. También dice que su vida estuvo compuesta de muchísimas otras cosas además de la política. Hoy, escribir libros es una de ellas.
Una España mejor supuso un fenómeno editorial. Deslumbró por todos los costados, generó enormes expectativas y se convirtió en el libro político más vendido de todos, con 100.000 ejemplares. En este país vende muchísimo más la ficción, por lo que es imposible que compitiera con otros autores como Arturo Pérez-Reverte o Javier Cercas, pero esas primeras semanas tras el lanzamiento llegó a superar a ambos autores en ventas. Nadie esperaba algo así de un político cuya falta de carisma era su rasgo de identidad y sus días se llenaron, entonces, con el Registro por las mañanas y la firma de libros por las tardes. La experiencia le gustó tanto que, de motu proprio, se puso a escribir otro, sin que la editorial se lo pidiese, y que verá la luz este miércoles 1 de diciembre. Lleva por título Política para adultos.
Fuentes cercanas al expresidente cuentan que ha recibido ayuda para escribirlo de Ketty Satrústegui, su siempre fiel secretaria; Carmen Martínez Castro, que fue secretaria de Estado de Comunicación durante todo su mandato; y del que fue su ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo. En este nuevo libro cuenta algunas de las interioridades que se le escaparon en el otro, como que una de sus primeras metas al llegar al Ejecutivo fue la de suprimir los puentes y que se encontró con una resistencia social brutal; pero también cosas más personales, como que es un usuario activo de redes sociales como Facebook.
Comentan estas fuentes que se trata de un libro muy político, de todas formas, y que puede sorprender a todos los que tenían a Rajoy por un perfil más técnico. Por ejemplo, arremete contra esa derecha que se quiere considerar víctima (en un dardo contra Vox) y contra los procesos de primarias en el PP frente al sistema de compromisarios (es decir, contradiciendo la vía que defiende la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso). Por eso, el revuelo que se prevé frente a este libro es igual de interesante que en el anterior. Mariano Rajoy ha dejado de ser presidente, pero no ha dejado de estar. Y ahora, de nuevo, vuelve al ruedo.