21 octubre, 2023 02:45

La noche del viernes 6 de octubre, Ronen Bar se presentó en el cuartel general del Shin Bet al norte del parque Yarkon de Tel Aviv. Era medianoche y sus agentes habían comenzado a detectar un movimiento inusual de activos de Hamás a lo largo de la Franja de Gaza. El director del receloso servicio de inteligencia doméstico de Israel se sentó en el puesto de mando y tuvo una conferencia de madrugada con el Jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, y otros generales: hablaron de un posible lanzamiento de cohetes o de una infiltración menor.

El Shin Bet, también conocido como Shabak (acrónimo de 'Sherut habitahon haklali', Servicio de Seguridad General), es la agencia que se encarga de todas las actividades de inteligencia dentro de Israel y en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania. Sería el homólogo del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. El Mossad, por contra sería el equivalente a la CIA estadounidense: su actividad está enfocada a la recolección de inteligencia y a las operaciones encubiertas fuera de las fronteras de Israel. 

Hamás no había lanzado cohetes contra Israel desde el 10 de mayo de 2021. En aquella ocasión, no se reportaron víctimas mortales. La madrugada del sábado, Bar y sus comandantes pensaron en un primer momento que se trataría de una escaramuza similar. Horas más tarde, apuntaron sin embargo a una posible operación de secuestro a pequeña escala, según informó el portal de noticias Ynet.

Ronen Bar, jefe del servicio de seguridad interna de israel, conocido como Shin Bet o Shabak.

Ronen Bar, jefe del servicio de seguridad interna de israel, conocido como Shin Bet o Shabak.

No acertaron con ninguna de las posibilidades: a las 5 de la mañana, el movimiento en la Franja se intensificó y aumentó la incertidumbre en el mando de inteligencia. Ni Bar ni nadie en el Shin Bet sabía qué pasaba. Entonces, decidieron mandar a un equipo especial a la frontera. Sólo una hora y media más tarde, a las 6:29 de la mañana, se desató el ataque más brutal que se recuerda en la historia de Israel: hubo 1400 muertos, 3268 heridos y 199 prisioneros en un sólo día.

10 días después de la masacre, la noche del lunes 16 de octubre, Bar apareció públicamente por primera vez. Envió una carta escrita al octavo día de guerra –dos días antes de hacerla pública en el periódico The Times of Israel– en la que se dirigió a sus empleados y a sus familias. En ella, asumió por primera vez la responsabilidad de la catástrofe: "A pesar de una serie de acciones que llevamos a cabo, desafortunadamente, el sábado no logramos emitir la suficiente advertencia para frustrar el ataque. Como jefe de la organización, la responsabilidad recae en mí. Habrá tiempo para investigaciones, pero ahora estamos en guerra".

En la carta, Bar explicó también los detalles de cómo el Shin Bet llevó la operación una vez se inició el ataque palestino: "Todos los empleados de la organización llegaron de inmediato a sus unidades, se abrieron puestos de mando y se establecieron equipos especializados. Todos los que llevaban armas bajaron a pelear. Los agentes recabaron información inmediata de los terroristas que fueron capturados [el mismo sábado], los coordinadores en terreno primero combatieron y, luego, pasaron a la recolección de inteligencia".

Responsabilidad

La respuesta del Shin Bet en los primeros momentos del ataque de Hamás fue contundente. En sólo 24 horas, la coordinación de la inteligencia doméstica israelí con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) desarticuló la ofensiva palestina, con decenas de terroristas hechos prisioneros y 1.500 abatidos. Pero no bastó para que, a medida que avanzan los días en esta guerra, todo el mundo en Israel señale –en privado– a Bar como el principal responsable de una infiltración y un bombardeo en suelo hebreo sin precedentes.

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"Es cierto que a Bar se le señala como al máximo responsable de no prevenir el ataque. Pero eso sucede de puertas para adentro. Públicamente, en un momento como este, todo el mundo en Israel cierra filas con sus mandos", dice Eric Frattini, uno de los mayores expertos españoles en servicios de inteligencia, y autor de El Mossad. El largo brazo de Israel (Ed. Guante Blanco).

"Allí sería impensable lo que sucedió en España con el 11-M, o en Estados Unidos con el 11-S, cuando se conoció que hubo descoordinación entre el CNI y los cuerpos policiales, o que la CIA y el FBI se escondieron información mútuamente. En Israel, todos los servicios de inteligencia, desde el Mossad al Shin Bet, pasando por la inteligencia militar, el Aman, trabajan con un reloj suizo. En este caso, todos comparten la carga de la responsabilidad", añade Frattini.

En los días posteriores al ataque, mandos del ejército y varios ministros del Gobierno de Benjamin Netanyahu también entonaron el "mea culpa". Así, el Jefe del Estado Mayor, el general Herzi Levi, aseguró que "las FDI son responsables de la seguridad del Estado y sus ciudadanos" y que el sábado por la mañana en Gaza no cumplieron con su cometido. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, también encargado del Ministerio de Defensa, admitió "honestamente, dolorosamente y con la cabeza gacha" que fracasó. 

Por último el ministro de Educación, Yoav Kisch, indicó en una entrevista que "nadie huirá de la responsabilidad". Días más tarde, en otra comparecencia, añadió: "Nuestra responsabilidad como Gobierno es evidente, nadie está tratando de eludirla. También hay responsabilidad para el ejército, también hay responsabilidad para aquellos que tomaron la decisión de retirarse [en alusión a la retirada permanente de las FDI de la Franja de Gaza en 2005]".

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Experto en Hamás

Hasta el 7 de octubre, pocos sabían en Israel quién era Ronen Bar. Más allá de periodistas, políticos y militares, la intensa actividad del jefe del Shin Bet siempre se había mantenido en la sombra. Asumió la dirección de la agencia el 11 de octubre de 2021, exactamente dos años y cinco días antes del ataque terrorista más grave de la historia de Israel y, casualmente, el mismo tiempo en el que Hamás cocinó sin dar una sola señal su mayor ofensiva.

Cuando Bar asumió el cargo, todo fueron elogios. "Ronen es un soldado valiente y un comandante atrevido, quien, a lo largo de su vida, ha cumplido con la misión más noble de todas: proteger la seguridad de Israel", dijo entonces el primer ministro israelí, Neftalí Benet. "Ha arriesgado su vida más de una vez por la patria", añadió. 

Por su parte, el entonces titular de Defensa, Benny Gantz, se dirigió a Bar el día de su nombramiento augurándole que llevaría "a la organización a nuevas cotas". No pudo ser menos premonitorio con lo que ocurriría precisamente dos años después. Pero los galones de Bar lo avalaban como el hombre más indicado para estar al frente del servicio de seguridad interno de Israel.

Bar inició su carrera en los 80 las FDI, como comando de la unidad de operaciones especiales Sayeret Maktal. Conocida como la ‘Unidad 269’, este grupo nació inspirado en el SAS británico y es especialista en operaciones de contraterrorismo, reconocimiento e inteligencia militar tras las líneas enemigas. Posteriormente abandonó las fuerzas armadas para incorporarse como agente especial en el Shin Bet, donde en pocos años se puso al frente del Departamento 13, una unidad secreta que coordina a los infiltrados israelíes en la Franja de Gaza.

Unidad mista'arvim en Cisjordania, durante una manifestación pro-palestina.

Unidad mista'arvim en Cisjordania, durante una manifestación pro-palestina. Reuters

“El Departamento 13 es la unidad del Shabak que lucha día a día contra Hamás dentro de la Franja de Gaza. Sus agentes son exagentes de las fuerzas especiales, árabes israelíes que actúan entre la estructura de los terroristas, como informadores encubiertos y agentes de campo. Acometen las misiones más peligrosas y son la primera línea de defensa del Shin Bet. En este sentido, podemos decir que Ronen Bar es el máximo especialista en Israel en la lucha contra Hamás”, explica Frattini.

A diferencia de los Duvdevan, la unidad de agentes árabes israelíes (en hebreo, mista’arvim) que actúa en Cisjordania, los agentes del 13 entra en acción en condiciones de aún más riesgo al no contar con ningún apoyo. "De vez en cuando aparecen muertos, en su mayoría, informantes palestinos del Departamento 13 que son descubiertos", prosigue el experto.

Más tarde, Bar dejó la unidad de infiltrados y fue nombrado Comandante de Operaciones del Shin Bet. "Se encargó de recabar inteligencia de Yihad Islámica Palestina y ejerce como enlace del Shabak con el Mossad, en una época en que el instituto tuvo grandes éxitos", dice Frattini. En 2018, ascendió a la cúpula del organismo como vicedirector y, en 2021, asumió la máxima dirección.

Fallos inexplicables

¿Qué pasó en este lapso de dos años, para que el máximo especialista israelí en Hamás no pudiera prever su mayor operación? Según la información que ha trascendido desde la comunidad de inteligencia israelí en varios medios del país, "sólo cinco personas entre la cúpula de Hamás y su brazo armado, las brigadas de al-Qassam, eran conocedoras de la operación", dice Frattini. Ningún agente infiltrado estaba enterado del plan.

Bombardeo israelí en Gaza, octubre de 2023.

Bombardeo israelí en Gaza, octubre de 2023. Reuters

Sin embargo, las explicaciones son insuficientes al considerar la envergadura del ataque: miles de militantes del grupo terrorista tuvieron que esconder y preparar durante años armas, municiones y cohetes; tuvieron que elaborar planes de asalto para llevar a cabo una operación de las características que se vio el 7 de octubre. Aunque no se detectase toda esta actividad durante dos años, en las horas previas a la agresión, alguien infiltrado en las líneas enemigas tuvo que haberse enterado. Pero no fue así.

"Esto nunca lo sabremos, pero lo que es cierto es que Hamás urdió todo esto en el más absoluto silencio. La ausencia de actividad de Hamás ya era sospechosa de por sí. El ataque se concibe mucho antes de que Bar asuma la dirección del Shin Bet porque Hamás quiere conmemorar los 50 años de la Guerra del Yom Kippur, que estalló el 9 de octubre de 1973. No lo hicieron el 9 de octubre porque aprovecharon el factor sorpresa del sabath, y por eso se adelantó al 7", dice Frattini.

"Desde mayo de 2021, cuando Israel bombardea Gaza y Hamás lanza cohetes, no vuelven a haber altercados relevantes. Parecía incluso que Hamás se estaba diluyendo. En octubre de ese año, Bar, asume la dirección del Shin Bet y Hamás comienza a preparar el atentado. Y en el momento menos esperado, lanzan la mayor ofensiva de su historia", prosigue Frattini.

Operaciones en Gaza

Con Israel en estado de guerra, el Shin Bet puso a toda su maquinaria a operar desde la misma madrugada del 7 de octubre. El martes 9, las FDI anunciaron la eliminación de dos altos mandos de Hamás: el responsable de finanzas de la Franja de Gaza y miembro de la organización terrorista, Yoad Abu Shamala, y el jefe de Relaciones Nacionales, Zakaria Abu Maamar. El martes siguiente, 16 de octubre, Israel también terminó con uno de los máximos comandantes de las brigadas al-Qassam, Ayman Noufal.

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"Estos asesinatos selectivos llevan el sello del Departamento 13. Sabían dónde estaban antes incluso del ataque del 7 de octubre: en cuestión de días, ya habían localizado sus escondites y los habían eliminado en coordinación con la Fuerza Aérea y el Aman [servicio de inteligencia de las FDI]", dice Frattini. "Pese a los bombardeos, en Gaza hay ahora mismo agentes del Shin Bet señalando objetivos y preparando el terreno para la operación terrestre de las IDF", añade.

Sin tiempo todavía a mirarse las heridas, Bar se enfrenta a los días más difíciles de su carrera. El Shin Bet fue puesto en entredicho la mañana del ataque. Pero con la nueva ofensiva israelí sobre Gaza y con la promesa del fin de Hamás en el horizonte, tiene la oportunidad de redimirse, de llevar a la organización "a nuevas cotas", como dijo Gantz, exministro de Defensa, el día de su nombramiento.