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Están firmando documentos. Importantes, para ellos y para quienes les contratan. Sentados en el escritorio, ante el ordenador, abren la aplicación de la firma electrónica y sellan. A veces, ya las menos, lo hacen a bolígrafo. Muy raramente a pluma estilográfica. Pero si el lector tiene unos segundos, podría probar a imaginarse la misma estampa pero hacia atrás en el tiempo.

Como una película, pero al revés: desde esa misma imagen junto al ordenador hasta que éste se desvanezca porque no se ha inventado. El bolígrafo tampoco. Hay que ir atrás, muy atrás. Hasta que aparezca un abogado también, con sus puñetas, escribiendo o firmando un documento con una pluma de ave, justo después de ser cargada en el tintero, iluminado por la luz de una vela. ¿Eso cómo puede ser? De padres a hijos, a abuelos, bisabuelos... una generación, otra, otra. Porque estos abogados, los de hoy y los de ayer, se apellidan todos de Angulo. Desde hace 300 años. O más.

En Granada hoy hay hasta seis abogados en ejercicio que se apellidan así, entre bufetes y letrados. Son una saga familiar histórica en el mundo de la abogacía. Cuatro de ellos han sido presidentes del Colegio de Abogados de la provincia andaluza desde su fundación, en 1726. Pero los De Angulo no le van a la zaga en años al colegio: su estirpe como juristas se remonta a más de tres siglos en la ciudad andaluza. En concreto, desde 1767, "que se tenga documentado", matiza a EL ESPAÑOL | Porfolio José María Rosales de Angulo, también abogado. Porque hay muchos más indicios sólidos de que esa moviola del primer párrafo podría llegar a los albores de la Edad Moderna y a los Reyes Católicos.

José María Rosales de Angulo es quien ha investigado las distintas ramas familiares vinculadas al ejercicio de la abogacía, cuando el tiempo libre se lo ha permitido. Hasta esa fecha está todo recogido en papel. En 1767 fue cuando firmó su juramento y colegiación en Granada, como abogado, don Francisco de Angulo y García Contreras. Sin embargo, hay de Angulo más antiguos, como Martín Fernández de Angulo. Aunque su rastro está sepultado por el peso los siglos, su firma figura en dos documentos, con carácter jurídico, del siglo XV y del siglo XVI, y que forman parte de la Historia de España. De la que se estudia en los libros.

Martín Fernández de Angulo firmó como ministro plenipotenciario, junto a Fernando el Católico, el Tratado de Paz de Marcoussis (1498), que puso fin a la Guerra entre España e Italia. También su rúbrica, como testigo, figura en el testamento de la reina Isabel La Católica, de 1504, tres días antes de su muerte. Luego también prestó servicio a la reina Juana. "Suponemos que también somos sus descendientes", indica José María Rosales de Angulo. 

Un año después de aquella rúbrica testamentaria entró en funcionamiento la Real Chancillería de Granada. El hilo documentado de la familia revela generaciones y generaciones de abogados de Angulo. No siempre de línea primigenia, pero desde 1767, en el Colegio de Abogados de la provincia hay soporte documental de que ha habido un De Angulo colegiado desde entonces. Uno detrás de otro.

Detalle de la firma, como testigo, de Martín Fernández de Angulo en el testamento de Isabel la Católica. Biblioteca Nacional de España

En la Real Chancillería de Granada aparece ya en 1595 don Diego de Angulo, que fue Fiscal del Crimen en la Real Chancillería, aunque este mismo apellido también aparece unido con anterioridad a la Real Chancillería de Valladolid. 

En la actualidad ejercen la abogacía tres generaciones distintas en seis bufetes diferentes de la capital granadina, alternando el apellido en primero o en segundo lugar: los de Angulo Rodríguez, Rosales de Angulo, de Angulo Monacelli, Martí de Angulo, Morenodávila de Angulo y Paredes de Angulo. Los dos más veteranos son Miguel de Angulo y José María Rosales de Angulo.

El padre de Miguel de Angulo también fue abogado. Miguel ya prácticamente está retirado, aunque continúa vinculado al Derecho como miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada. Su primo José María tambien es miembro de la Real Academia. Además fue decano del Colegio, y casi está jubilado también. "Mi padre era farmacéutico", cuenta a EL ESPAÑOL | Porfolio. "No todos somos abogados de padres a hijos, pero sí que siempre hay alguno por ahí. Hoy hay hasta tres generaciones en un mismo despacho: el de Luis de Angulo Montes. Su nieto es también abogado".

Miguel de Angulo (i) y su primo, José María Rosales de Angulo, ante el edificio de la Real Chancillería de Granada, hoy sede del TSJA. Fermín Rodríguez

También saben de antepasados con otras profesiones igualmente ligadas al ámbito jurídico. Ha habido notarios, jueces, registradores de la propiedad y abogados del Estado. Y en Granada, los de Angulo han estado vinculados al Colegio de Abogados prácticamente desde su fundación, consolidándose en el siglo XIX. El bisabuelo de Miguel, Francisco de Angulo Prados, fue decano del Colegio a partir de 1893 en seis ocasiones distintas; su hijo, Francisco de Angulo Riamón, fue secretario y también tesorero. El padre de Miguel, Luis de Angulo Montes, fue decano de 1956 a 1971.  El hermano de Miguel, Luis, también fue decano entre 1986 u 1991. Y José María Rosales de Angulo, su primo, fue el decano entre 2001 a 2011. 

"Pistas de tantos años... pues la de 1767 es muy clara: del primero, de Francisco de Angulo García Contreras tenemos hasta los diplomas de sus méritos. Era hijo de Dionisio de Angulo, oidor de la Real Chancillería, y quien probablemente también fuera abogado. Al tener el Colegio y la Real Chancillería, se pueden recopilar los datos con bastante rigor".

Detalle de una antigua documentación sore uno de los antigios abogados de Angulo. Cedida

Luego hay otros vestigios más antiguos, de 1587 relativos a Andrés de Angulo, y otros que datan de 1525, de Diego de Angulo, "que fue fiscal del Crimen en la Chancillería de Granada".

El más antiguo

Sobre Martín de Angulo -del que datan los rastros más antiguos, de 1498- saben que fue ministro de los Reyes Católicos "y que estaba ya en las Guerras de Granada, en la Reconquista. Los de Angulo provienen de un valle de Navarra, y en 1400 y pico se establecieron en Loja. De ahí, a Granada", cuenta José María. 

En Loja, relata, "gobernaba Muley Hacén, tío del rey Boabdil. Los acogió en Loja porque sabemos que los Reyes Católicos se aliaron con Muley, porque tío y sobrino eran enemigos, y se unieron para luchar contra el último rey granadino".  

José María y Miguel son los dos abogados de mayor edad en la generación actual de juristas d ela familia. Fermín Rodríguez

A la muerte de la reina Isabel, aquel Martín de Angulo siguió sirviendo a la efímera reina Juana y su padre, el rey Fernando el Católico. En 1508, Martín de Angulo pasó a ser presidente de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid. 

La historia se la saben. "Lo comentamos, claro. La conocemos todos. La historia de Martín de Angulo la sabemos también porque el Ayuntamiento de Loja le mandó documentación a mi tío Luis cuando éste era decano, explica José María. El abogado tomó parte activa en el quinto centenario de la fundación de la Real Chancillería granadina, en 2005. "Se hizo una magnífica exposición y se editó un libro con muchas fotos".

Los De Angulo, por supuesto, participaron activamente en la organización de la efemérides que celebraba los 500 años de la abogacía granadina. E incluso protagonizaron un capítulo de aquel libro conmemorativo. Se tituló 'Con Angulo se escribe la historia', y detallaba más curiosidades. "Desde el siglo XVIII el nombre de Francisco aparece indisolublemente unido al apellido Angulo, aunque el de Luis ha tomado el relevo en las últimas generaciones".