Comienza en la Audiencia Provincial de A Coruña un nuevo juicio para esclarecer la muerte de un hombre ante la institución benéfica Padre Rubinos de esta ciudad, por el que se juzga a un usuario de la entidad, a la que también acudía el fallecido.

El juicio, por procedimiento de jurado, comenzó con la intervención de las partes, fiscalía, y defensa, con peticiones que van entre los 17 años de cárcel por parte del Ministerio Público por el delito de asesinato mientras que la defensa lo fija como homicidio y pide entre 1 y 4 años.

Tras la presentación de las partes al jurado, el acusado se ha negado a declarar. "No voy a declarar. Me imagino que tendría que condenarme", respondía el acusado al ser preguntado por el presidente del tribunal si quería ser condenado o no por estos hechos que se le imputan.

El juicio, con Tribunal de Jurado y en sesión de mañana y tarde, se celebra después de que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) declarase nulo el juicio en el que se condenó a 15 años y medio de cárcel, por asesinato con alevosía, al hombre que mató a otro a las puertas de Padre Rubinos, en enero de 2018.

Al inicio de la sesión, el fiscal ha relatado como ocurrió la muerte de este usuario de la institución benéfica y asegura que todos los informes periciales, incluido el último examen psiquiátrico por parte de un profesional del Sergas- que se realizó explícitamente para este segundo juicio- "coinciden en que (el acusado) no tiene ninguna enfermedad mental grave; simplemente un trastorno de la personalidad, y este no le impide saber lo que hacía".

"No era consciente de sus actos"

El Ministerio Público sostiene que el ataque fue "sorpresivo" y que el hombre no tuvo "ninguna posibilidad de defenderse". A la hora de solicitar la pena, el representante del Ministerio fiscal tiene en cuenta la atenuante de alteración psíquica.

Las tesis defendida por el Misterio Público desmonta el argumento de la defensa que pide que se tenga en cuenta la "eximente completa" puesto que el procesado "no era consciente de sus actos". Para ello, su letrado se basa en el informe del Sergas que concluye que el hombre "tiene un trastorno mixto de la personalidad, destacando rasgos límites, antisociales y paranoides".