Imagen de una guardería

Imagen de una guardería iStock

A Coruña

Sale a la luz otro caso de un bebé quemado en una guardería del área de A Coruña

Atención: las imágenes pueden herir sensibilidades. Los hechos ocurrieron en enero y el niño, de 18 meses, tuvo que estar hospitalizado y presenta diferentes marcas permanentes en la cara

11 octubre, 2019 15:30

Nota: Hemos eliminado las fotos del bebé con el rostro quemado por el interés del menor.

La semana pasada se supo trascendió que un bebé había tenido que se hospitalizado después de que le cayese agua hirviendo para un biberón en la cara. Ocurrió en una guardería municipal y el pequeño ya ha recibido el alta hospitalaria. Ahora, ante la repercusión que ha tenido este caso y la impotencia de su propia experiencia, un matrimonio de Cambre, con residencia en O Temple, denuncia que en enero le ocurrió algo similar a su hijo, de 18 meses de edad.

Los hechos ocurrieron a mediados de enero. El niño se encontraba en el aula para niños de 1 a 2 años de la guardería Os Pequerrechos de Cambre. Según la versión que conocen sus padres, una profesora dejó una bandeja con purés de verduras calientes sobre una mesa. Esta quedó mal colocada y el niño, que apenas había empezado a andar apoyándose en objetos y con la ayuda de sus padres, consiguió acceder a una de las patas y los recipientes se le cayeron encima.

Pese a la gravedad de los hechos, los docentes del centro, en vez de llamar a una ambulancia, ducharon al niño con agua fría y le aplicaron pomada para quemaduras. "Mi hijo no tiene mucha agilidad al andar todavía, por lo que tuvo que llevarle su tiempo acercarse al mueble y tirar la bandeja. En todo ese tiempo, ¿dónde estaba la profesora responsable?", se pregunta su madre, a la que llamaron para que acudiese de inmediato tras el incidente.

"Cuando llegué, mi hijo tenía ampollas por toda la cara del tamaño de una uva. Lo llevé al hospital de inmediato", señala. Le pusieron tratamiento y empezó a mejorar, porque cuando entró estaba todo rojo y no dejaba de llorar. Tenía quemaduras de primer y segundo grado por toda la cara. Repito: por toda la cara", señala esta madre. El niño de 18 meses tuvo que estar un tiempo ingresado, practicándosele curas y extrayéndosele el líquido de las ampollas.

Retroceso en su formación

Desde entonces, el niño no ha vuelto a hablar, ni tampoco ha intentado aprender a andar. "No sabemos si está relacionado con las quemaduras y el trauma que le hayan podido causar, pero se comporta de un modo raro", cuenta su madre. Además de estar ingresado un tiempo, el niño no pudo pisar la calle durante más de medio año.

"Teníamos que echarle crema en casa, incluso. No pudimos bajar al parque en todo el verano y tampoco ir a la playa. Dejó de relacionarse con el resto de niños de su edad, y se ha quedado atrasado en su formación", señalan sus padres.

Falta de contacto del centro

Pese a que en un primer momento, tanto la encargada de la guardería como su directora se interesaron por el bebé y acudieron al hospital, a los pocos días sus padres dejaron de recibir llamadas para saber cómo progresaba. "Al principio se mostraron muy afectadas, pero en los siguientes meses no volvieron a llamar. Eso es lo que realmente me cabrea. Después tienes que leer noticias de lo buenas que son estas guarderías y el trato que dan a sus niños", dice la madre.

La familia del niño decidió emprender acciones legales contra la guardería para que se esclarezcan los hechos. "Nuestro hijo va a tener marcas en la cara durante toda la vida y creo que es justo que alguien sea señalado como responsable. Sentimos mucha rabia e impotencia, y queremos que se sepa para que no vuelva a pasar", cuenta.

Nota: Quincemil se ha puesto en contacto con la guardería Os Pequerrechos de Cambre para conocer su versión de los hechos. Por el momento, no hemos recibido respuesta sobre este caso.