El tiempo pasa para todos. En A Coruña el pequeño comercio languidece y necesita aire fresco para mantenerse a flote en tiempos de grandes empresas y franquicias. El último ejemplo es el de Casa Cuenca. Este ultramarinos de la calle Marqués de Pontejos lleva abierto desde 1947. Ahora sus propietarios buscan aprendices que quieran continuar con el negocio una vez se jubilen.
"Nos gustaría que esto siguiese funcionando. Sería una lástima que cerrase como tantos otros negocios de la ciudad", señala Javier Mosquera, uno de los propietarios de este supermercado. Afirma también que Casa Cuenca es, "como tantos otros comercios, un referente de A Coruña y ayuda a hacer ciudad". Para evitar su cierre, tanto él como Kiko, el otro propietario en activo, se ofrecen a asesorar y ayudar "el tiempo que haga falta" a la persona que quiera hacerse cargo del negocio.
Casa Cuenca fue fundado por Antonio Alonso. Más adelante, comprarían el negocio Juan Vázquez y Alicia Rodríguez, que no tuvieron hijos y cedieron el testigo a tres de sus sobrinos: Kiko, Javier y Gonzalo, este último ya retirado. Este ultramarinos tuvo como uno de sus núcleos de actividad el suministro de buques y navíos. "Hubo un momento que fuimos los proveedores de todas las compañías que atracaban en el puerto de A Coruña", señala Javier. Ese negocio fue pujante entre los setenta y noventa, cuando empezó a decrecer. "Cambió la forma en la que los barcos compran sus suministros", afirma Javier.
¿Cuál es el secreto del éxito de un supermercado de barrio? El trato personal y el producto, en el caso de Casa Cuenca. "Nosotros tratamos de aconsejar siempre al cliente. Ya lo tratamos como un amigo y nos hemos ganado la confianza de varias generaciones de familias. Además, apoyamos eso en nuestro producto. No es fácil encontrar lo que tenemos aquí en otros lugares", señala Javier Mosquera.
Ahora, la puerta está abierta para quien quiera continuar con un negocio de 72 años. Javier se atreve incluso a dar unos consejos básicos a su sucesor: "Debe ser un psicólogo para el cliente. Debe conocer bien a quien atiende. Al final y al cabo, nuestro éxito se basa en el boca a boca. También hay que decir claramente lo que estás vendiendo, para que la clientela se quede satisfecha".
Menos comercio, más hostelería
Javier Mosquera es también el presidente de la asociación de comerciantes Zona Obelisco. Se muestra preocupado por la situación de los pequeños negocios de la zona. "La ciudad está paralizada por varios motivos. El más importante es el transporte. Cada vez cuesta más venir al centro", señala.
Javier cree que el transporte público es "caduco" y está "anticuado". "Hacen falta buses más pequeños y más ágiles". Además, también considera que cada vez hay más dificultades para aparcar.
Javier cree que sigue habiendo gente que "arriesga" y apuesta por el negocio pequeño, pero que el centro de A Coruña está cada vez más destinado a la hostelería. "La gente viene en busca de diversión, y no por el comercio".