"Carta a mi guerrero de ojos azules. Mi querido guerrero de ojos azules, aquí estoy, escribiéndote para que no nos olvides. Escribiendo para que no te olviden. ¿Sabes papi?, no sabía si escribirte, pero me niego a que seas un número más de una cruel estadística. Me niego a despedirte en silencio, a dejar que te vayas sin el homenaje que tanto mereces". Así comienza la carta de despedida escrita por la hija de un famoso cocinero en la localidad coruñesa de Miño (A Coruña), fallecido a consecuencia del coronavirus.

Se trata de Paco o Ranchín, cuyo nombre nos lleva hasta el Bahía, el restaurante al que muchos se acercaban para degustar su pulpo a la cazuela, sus almejas a la marinera, el rape y la merluza al horno.

"Eres un gran cocinero, el mejor de todos los que he conocido. ¿Y sabes por qué Papi?. Porque tus ingredientes secretos siempre fueron la humildad, el amor por tu trabajo y la bondad. Y así, todas tus recetas eran maestra", escribe Bibiana sobre su progenitor, un "ser humilde, sencillo, siempre anteponiendo el bienestar de los demás al tuyo propio".

Paco era seguidor del Dépor, pasión que compartía con su hija: "Desde pequeñita me coloqué a tu lado para defenderte. Fui ese niño que no te vino, con quien sufrir en los partidos del Dépor y celebrar sus victorias. ¿Recuerdas cuando vimos a Arsenio?. Yo era tu pinche de cocina. Tu eterna aliada".

Paco permaneció ingresado en la UCI del CHUAC, de donde una vez ya salió "convertido en milagro". Sin embargo, en esta ocasión, este virus, que ya se ha llevado por delante la vida de miles de personas, pudo con él.

"Te mereces el más grande los aplausos. A partir de ahora, cada día a las ocho, saldré a la ventana a aplaudirte. A ti y a los guerreros de camisón abierto. Eres mi guerrero de los ojos azules y como siempre te tocó hacer en esta vida, te fuiste luchando. Yo te imaginaré saliendo entre aplausos, convertido ya en una estrella", escribe Bibiana, quien concluye esta emotiva carta elevando a su padre a la eternidad: "Papi tú vas a ser ETERNO".

Y el aplauso llegó, y acompañado de música. La cantante Chus Sestayo, de la misma localidad que el fallecido, dedicaba una canción a Paco, un cocinero muy querido en su localidad.