El realizador audiovisual y fotógrafo Daniel Almeida nació en Madrid pero es un coruñés más ya que vive en la ciudad desde los tres años. El joven es el autor de "Coruña motion city" un original vídeo que da una visión diferente de la ciudad herculina a través de la técnica del timelapse y en el que aparecen los sitios más emblemáticos. Esta trabajosa disciplina admite que la aprendió de forma autodidacta y le ha reportado muchos éxitos ya que otros de los vídeos que ha elaborado se han utilizado hasta para promocionar la prestigiosa marca de whisky Cutty Shark, ya que en las imágenes que creó se podía ver la ciudad como si fuera una maqueta.

El vídeo de "Coruña motion city" ya estaba grabado previamente a la crisis sanitaria y Almeida cuenta que la idea surgió "porque está enamorado de la ciudad ya que tiene todas las cualidades que le pide a un buen sitio para vivir". "Crecí en A Coruña y para la grabación me fue fácil reconocer cuáles serían los elementos más interesantes a incluir", reconoce, a la vez que detalla que la técnica del timelapse está a caballo entre el vídeo y la fotografía "y capta todo el dinamismo del lugar porque se comprime el tiempo permitiendo al espectador ver cómo respira la ciudad de un modo que con el vídeo convencional no se consigue".

La popular "H" de control marítimo, el entorno de la Torre de Hércules, la Marina, el Obeslico, el Paseo Marítimo, las playas de Orzán y Riazor, los Cantones, la plaza de Azcárraga, María Pita, la Sala Nautilus de la Casa de los Peces, la Casa del Hombre o el Planetario son algunas de las decenas de localizaciones que aparecen en el vídeo de Almeida, que las seleccionó en parte porque "son los sitios más populares y con encanto" y eso a nivel profesional le permite "vender las imágenes a un amplio abanico de clientes que van desde agencias de comunicación hasta administraciones o empresas".

El realizador describe el proceso de grabación y de montaje como "verdaderamente laborioso" y cuenta que lo más importante a la hora de empezar es una buena planificación en la que se escojan cuidadosamente todas las localizaciones, a parte de pensar cómo afrontarlas en cámara y determinar las horas del día en las que reciben mejor luz. "Llego incluso a valorar si necesito nubes en movimiento o si prefiero un día soleado", añade, a la vez que apunta que lo más complejo es el hyperlapse, una técnica que "obliga al operador a desplazarse con un trípode paso a paso entre cada disparo de los 250 que conformarían un plano de 10 segundos a lo largo de decenas o incluso centenares de metros manteniendo el encuadre durante todo el proceso".

"Esta manera de trabajar es una verdadera pesadilla física y mental cuando se trata de un proyecto de semanas como este que a veces obliga a repetir planos enteros si un transeúnte decide pararse delante de tu camino para cotillear", explica entre risas. Almeida sabe de primera mano que en su profesión debe diferenciarse y "ser muy proactivo" para así desmarcarse de la competencia creando "este tipo de obras que llaman la atención". "Con esta filosofía comencé en este mundo y siempre he pensado que es la forma correcta. Se trata de proyectos que cuestan mucho trabajo y dinero, pero por norma general, el retorno siempre merece la pena a la larga", asegura.

Almeida apunta que este tipo de vídeos como el que ha realizado sobre la ciudad herculina tienen una acogida muy especial en la comunidad porque "a los gallegos les gusta presumir de tierra". "Creo que los gallegos tenemos un vínculo más potente con nuestros orígenes que la media del resto de sitios porque cuando aparece en la red un trabajo bonito las redes sociales arden. Recuerdo con cariño un vídeo que hice de la noche de San Juan, que se compartió hasta la saciedad en su día", indica.

Los más de dos meses de confinamiento, como a los trabajadores de todos los sectores en general, le han reportado bastantes dolores de cabeza en cuanto a su profesión por la falta de trabajo, pero reconoce que los que se dedican a esta labor "están acostumbrados a vivir en la cuerda floja y siempre saben adaptarse y reinventarse" por lo que afirma que se mantiene optimista frente a la situación sanitaria actual. "Casi todos mis compañeros del mundillo que hacen vídeos de bodas, empresas, pruebas deportivas o moda han visto como de la noche a la mañana su agenda y su cuenta corriente se han quedado vacías. Yo soy surfista y metafóricamente siempre busco la ola correcta a la que subirme en mi trabajo", concluye con optimismo.