Un millón de euros para dedicar a medidas extraordinarias que minimicen el impacto de la crisis sanitaria en el tejido productivo local. Esta fue la moción aprobada en el pleno telemático del ayuntamiento de Sada celebrado ayer y donde se decidió que este presupuesto irá destinado principalmente a los autónomos, pequeñas y medianas empresas (pemes), asistencia social, protección y seguridad de la localidad coruñesa.

La propuesta de la alcaldía aprobada incluye destinar 800.000 euros a ayudas para una reactivación de la economía del ayuntamiento además de 70.000 euros en el ámbito del bienestar social (Servicio de Ayuda al Hogar de libre concurrencia) y 30.000 euros para asuntos de emergencia social. A su vez, se acordó la adquisición inmediata de material de protección y desinfección para la seguridad del personal del municipio y la promoción de medidas saludables entre la población sadense (para lo que se cuenta con un presupuesto de 100.000 euros).

"Estamos ante una situación difícil que perjudica, en muchos casos, la supervivencia de muchas personas autónomas y de pequeñas y medianas empresas. El cierre temporal o la disminución notable de los ingresos debido al confinamiento de la población provocará una situación de inestabilidad y vulnerabilidad que les impedirá consolidar los empleos generados en los últimos años y donde las afiliaciones a la seguridad social se incrementaron de forma sustancial en el ayuntamiento", apuntó el alcalde de Sada, Benito Portela, en el pleno. Además, el edil subrayó que una vez finalizada la alarma sanitaria "es necesario que se produzca cuanto antes una reactivación de la economía de la localidad, actuando directamente sobre los colectivos y personas físicas y jurídicas más afectadas" a la vez que "debe producirse una transición cara a una economía que apueste por lo local".

Asimismo, en la reunión se destacó la importancia de la dotación presupuestaria más amplia: 30.000 euros destinados a atender las necesidades de las familias más golpeadas por la crisis del covid-19, que según fuentes municipales, "es de una magnitud que actualmente es imposible de calibrar y que requiere la adopción de medidas extraordinarias que contribuyan a paliar el impacto sobre los colectivos más vulnerables".