El Baba Bar cierra el telón. Así lo anunció su propietaria Cristina Toba. Lo hace motivado, principalmente, por la situación de incertidumbre y la gran cantidad de pérdidas que acarrean las restricciones por el coronavirus.

El Baba Bar es la primera sala de conciertos o local de ocio de la ciudad que anuncia su cierre tras la pandemia, pero podrían ser más. Desde el sector llevan semanas advirtiendo de que la situación es crítica y pidiendo una alternativa a las restricciones de aforo y el cierre forzoso de locales.

Para que el cierre del Baba Bar no se produzca de manera abrupta han organizado el "Baba-rastrillo". En él, los interesados podrán comprar todo el mobiliario del local. "Lo vendemos todo", señala el cartel.

Los interesados en llevar "un pedacito del Baba" podrán hacerlo por las mañanas de 12 a 14.30 y por las tardes de 19.30 a 21.30 horas. También es posible pedir cita previa para acudir y ver los distintos objetos y muebles a la venta.

El Baba Bar cierra sus puertas tras once años de historia. Tomó el relevo del Jazz Vide y se convirtió en una sala de conciertos única, situada en la calle José Luis Pérez Cepeda, por mezclar música en vivo y gastronomía.