La Consellería do Mar confirmó esta mañana que las manchas negras que aparecieron a mediados de enero en la playa de Bastiagueiro, en el ayuntamiento coruñés de Oleiros, se corresponden con turba. "A falta de tener el informe definitivo de los análisis, nos confirman desde el Laboratorio de Combustibles de la Universidade da Coruña que se trata de turba", explican fuentes del departamento.

Las alarmas saltaron el 17 de enero del mes pasado, cuando el PP de Oleiros compartió unas imágenes en las que se podían ver varias masas negras sobre la arena de Bastiagueiro. El Partido Popular municipal aseguró en ese momento que podrían "ser residuos de petroleros", algo que el alcalde, Ángel García Seoane, compartía. El regidor afirmó que los restos procedían del chapapote "que en su día dejó el Prestige" y aseguró que la Xunta debía encargarse de su limpieza.

No es así. Técnicos de la Consellería do Mar ya habían descartado que se tratase de una sustancia contaminante porque no irisaba y recogieron varias muestras para analizar. Las de agua fueron enviadas al Laboratorio de Medio Ambiente que hay en A Coruña y las de residuo sólido, al Laboratorio de Combustibles que la UDC tiene en Ferrol. Los primeros resultados son claros: la masa negra de Oleiros es turba, una acumulación de residuos orgánicos no perjudiciales para el medio ambiente.